Pasta fresca y pasta seca: en qué se diferencian y cuándo usar cada una


Cada una tiene sus peculiaridades y seguro que más de una vez te has preguntado cuáles son, qué diferencias hay entre una y otra y cuáles son las mejores recetas para hacer con pasta fresca o con pasta seca.


Pasta seca y pasta fresca
7 de octubre de 2025 - 7:30 CEST

La pasta seca y la pasta fresca conviven en perfecta armonía. Cada una tiene sus peculiaridades y sus usos dependiendo del plato que queramos preparar. Seguro que más de una vez te has preguntado en qué se diferencian y cuál está más indicada para cade elaboración. Nos gusta tener ambas en casa, precisamente para trabajar cada una de ellas de la forma más adecuada. No dejes de leer hasta el final para conocerlas y emplearlas bien.

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La pasta seca se hace con sémola de trigo duro y agua y se puede conservar varios meses.

Diferencias entre pasta seca y pasta fresca

La pasta seca y la pasta fresca se diferencian principalmente en 4 aspectos, que son ingredientes, elaboración, conservación y usos culinarios. 

  • La pasta seca se hace con sémola de trigo duro y agua mientras que la fresca se elabora con harina de trigo y huevo. 
  • La primera es fruto de un amasado, moldeado y secado industrial a baja temperatura y la segunda se amasa manualmente y no hay que secarla -podemos comprarla o hacerla en casa-.
  • En cuanto al sabor y la textura, la pasta seca es más neutra y firme y en la fresca se percibe el toque del huevo, además de ser más suave y elástica.
  • La conservación, obviamente, es mayor en una que en otra: la seca no necesita refrigeración y puede durar meses, mientras que la fresca no aguanta más de 3 días dentro de la nevera.
  • Depediendo de la variedad, la pasta seca exige un tiempo de cocción de 8–12 minutos y la fresca entre 2 y 3 minutos.
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La pasta fresca se hace con harina y huevo y puede durar entre 1 y 5 días dependiendo de si es casera o comprada.

¿Cuáles son los mejores platos para usar pasta fresca o pasta seca?

Si se trata de saber cuál es la más indicada a la hora de cocinar:

Las pastas secas son mejores para preparaciones que necesitan firmeza y resistencia y en general para:

  • Salsas más densas y grasas
  • Sopas
  • Ensaladas
  • Platos al horno 

Ejemplos de platos para usar pastas secas: lasaña, Penne all’arrabbiata, Spaguetti alla bolognesa, Rigatoni alla norma, etc.

Las pastas frescas son mejores para preparaciones más suaves y delicadas y en general para:

  • Salsas cremosas 
  • Salsas ligeras
  • Ideales para pastas rellenas como raviolis, tortellini o canelones.
  • Mariscos

Ejemplos de platos para usar pastas frescas: Spaguetti alla carbonara, Tortellini in brodo, Linguine alle vongole o Ravioli di carne o ricotta e spinaci, entre otros.

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