Tras doce semanas de competición, MasterChef 13 ya tiene a sus cuatro finalistas. Ismael, Gabriela, Bea y Ana han conseguido su plaza en la gran final del talent culinario de RTVE tras superar una semifinal en la que se enfrentaron a pruebas de alta cocina y cocinaron bajo la dirección de prestigiosos chefs como Pedro Subijana o Mario Sandoval. La última expulsión dejó fuera a Elena, que abandonó las cocinas agradecida: “Me voy orgullosa”.
La primera plaza: premio al faisán mejor ejecutado
La semifinal comenzó con un reto de alta exigencia: replicar el plato de salmonete del chef Pedro Subijana, con ingredientes como percebes, manitas de cerdo y mosaico de mejillones. Aunque todos dieron lo mejor de sí mismos, solo uno se alzó con la victoria. Ismael fue el aspirante que mejor interpretó la receta y, además del reconocimiento de los jueces, obtuvo un viaje de cuatro días a Alentejo, Portugal. “Ha sido muy duro el camino. Esto es un paso más, porque quiero ser duelista”, dijo el aspirante, visiblemente emocionado al recordar a su mujer y su hija.
En la siguiente prueba, los concursantes viajaron a la Casa Grande de Fuencarral, en Madrid, para enfrentarse al último reto por equipos. Ana asumió una doble capitanía y coordinó simultáneamente las dos cocinas. Ismael y Bea formaron un equipo, mientras que Elena y Gabriela integraron el otro. Finalmente, los jueces otorgaron una única plaza directa en la final: de nuevo, para Ismael, gracias a su correcta ejecución de un faisán con guarniciones que convencieron a Pepe Rodríguez.
Gabriela entrega la inmunidad y asegura su plaza
La prueba final de eliminación giró en torno a la cocina emergente. Los aspirantes se enfrentaron a elaboraciones ideadas por tres jóvenes chefs galardonados con estrellas Michelin o soles Repsol. Gabriela, que aún conservaba el pin de inmunidad, decidió no arriesgar y lo entregó para sellar su pase a la final sin necesidad de cocinar.
A partir de ese momento, Bea, Ana y Elena se disputaron las dos últimas plazas. Bea mostró determinación frente a la compleja receta del chef Miguel Caño, repitiendo su preparación tantas veces como hizo falta. El esfuerzo fue recompensado con una invitación directa del chef a colaborar en su restaurante. Ana, por su parte, apostó por la concentración y la calma, dedicando su plato a su abuelo fallecido.
Elena, eliminada por segunda vez
La aspirante, que ya había sido expulsada en una ocasión anterior y repescada más adelante, volvió a colgar el delantal. Su versión del caldo gallego de Daniel López fue notable, pero no suficiente frente al trabajo de Ana y Bea. “Estoy contenta y feliz por conoceros, ha sido brutal”, expresó antes de despedirse.
Desde la galería, los cuatro finalistas celebraron su clasificación mientras se preparan para el último programa de la temporada. Solo uno tomará el relevo de Ángela, ganadora de MasterChef 12, y se coronará como el nuevo vencedor del popular talent culinario.
La exigencia técnica de las pruebas, la presencia de chefs de prestigio y la carga emocional del adiós protagonizaron una semifinal que estuvo a la altura del nivel de esta decimotercera edición. La próxima semana, MasterChef 13 vivirá su desenlace con un duelo final que asegura ser muy emocionante.