Dejando a un lado el lado más frívolo de la fama, Brad Pitt y Angelina Jolie han vuelto a echar mano de su popularidad para hacer una llamada de atención sobre las graves consecuencias que dejó tras de sí el huracán Katrina en Nueva Orleans.
La pareja ha asistido este fin de semana a un acto solidario de la fundación Children Health, que trata de ayudar a los niños víctimas de las inundaciones, muchos de ellos con problemas físicos y psíquicos. En su discurso, Angelina -embajadora de buena voluntad de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados- hizo referencia a los más de 46.000 niños que aún siguen desplazados.
'Se trata del mayor desplazamiento de niños en mi propio país y por ello quiero aprender lo más posible sobre el caso', dijo la actriz. La protagonista de Tomb Raider explicó que en sus frecuentes viajes a diferentes partes del mundo ha podido ver a muchos niños que se sienten derrotados. 'La diferencia aquí -dijo- es que los niños son activos, divertidos y están llenos de amor propio. Saben a dónde van y qué van a hacer. Ese es el tipo de espíritu que va a ayudar a todos a sobrevivir esta situación'.
Tarde de juegos con la pareja más famosa Alguno de esos niños, presentes en el acto, pudieron disfrutar de la compañía de dos de los actores más famosos del mundo, con los que posaron en varias fotografías y que se mostraron en todo momento muy cercanos con ellos. Los cuatro hijos de la pareja de actores, Shiloh, Max, Paddox y Zahara no acompañaron en esta ocasión a sus padres.
Tal es la implicación de Brad Pitt en la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos de la 'ciudad del jazz', que el actor ha donado cinco millones de dólares de su bolsillo para financiar su proyecto de 150 casas ecológicas que estarán listas para el próximo verano.
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