Según han manifestado sus compañeros, Noel, que había estado realizando un curso en la Escuela Submarina de Alicante, habría sufrido un desvanecimiento mientras realizaba inmersiones a pulmón libre. Al parecer la plomada que utilizan los buceadores para poder sumergirse fue la causa de que el cuerpo del joven se hundiera por el peso sin que los amigos que se encontraban practicando submarinismo con él pudieran hacer nada por ayudarle. Sobre las tres menos cuarto de la tarde los jóvenes alertaron a los servicios de Salvamento Marítimo de la desaparición de su compañero. Tras la llamada se puso en marcha un dispositivo de rastreo donde intervinieron varias embarcaciones, un helicóptero y un equipo de buzos del parque de bomberos de Alicante, que rastrearon el puerto de Alicante y localizaron el cuerpo sin vida de Noel tres horas más tarde a una milla y media de la bocana y a dieciocho metros de profundidad. Los restos mortales del joven fueron entonces trasladados hasta las dependencias de la Guardia Civil del puerto.
Su tío Antonio Molina habló de las causas del accidente a su llegada al tanatorio donde fue incinerado: "Ha sido un accidente. Estaba haciendo un curso de submarinismo y se fue a pescar. Era un chico con una capacidad física muy grande y creo que hizo un esfuerzo más grande del que debió hacer, se desmayó cuando hizo una bajada. Fue una muerte dulce, pero es una muerte que duelo mucho, sobretodo al que se queda. Es una cosa que le puede pasar a cualquiera y que es una desgracia tremenda". Asimismo explicó que su madre, Ángela Tejedor "está muy mal. Mi madre es una persona mayor y ver enterrar a un nieto es muy duro".
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