En Crueldad Intolerable, George Clooney interpreta a un abogado especializado en divorcios que intenta desenmascarar a una mujer especialista en coleccionar maridos, y que finalmente cae rendido por sus encantos. Y en Venecia el actor volvió a sucumbir a la belleza de su compañera de reparto en el filme, Catherine Zeta-Jones, con la que ha formado en la gran pantalla una de las parejas cinematográficas de más química de los últimos años, y junto a la que ha causado el mayor revuelo de la presente edición de la Mostra.
Por la mañana una concurrida rueda de prensa, en la que ambos, especialmente Clooney, compartió simpatía y sonrisas con los presentes, y por la noche, la premiere del filme, fuera de concurso, digno de todo el glamour y la espectacularidad de Hollywood para la que la actriz lució un espectacular vestido en tonos verde pálido. La nueva película de los hermanos Coen ha sido acogida con aplausos y la crítica no ha dudado en juzgar el trabajo de ambos actores como de ‘brillante’ y han destacado la vis cómica del protagonista de Solaris, últimamente empeñado en demostrar que es algo más que un rostro bonito.
La entrada de Catherine Zeta-Jones, totalmente recuperada de su reciente maternidad, fue espectacular. A la pregunta de si había relación entre la ficción y la vida real, la mujer de Michael Douglas, contestó contundente: "Yo conozco el amor de mi vida. Soy una mujer completamente feliz". Respecto a su personaje añadió. "Me gustaría que no se viera como una mujer mala, sino como una persona simpática que no es consciente del caos que provoca". Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 son numerosas las estrellas estadounidenses que prefieren no viajar a Europa por miedo al viaje, algo que sin embargo no preocupa a los protagonistas de Crueldad intolerable: "Viajo en avión sin problemas, tanto por trabajo como en mi vida privada", dijo la actriz, a lo que George Clooney añadió: "Tengo casa en el lago de cómo, que es como una segunda residencia, paso allí los veranos. No tengo ningún problema para viajar".
La anécdota la propició una periodista con velo de novia que se acercó a la tarima para declararle su amor y sacar unos anillos. Era, eso sí, una broma televisiva de un programa, pero el actor, fiel a su buen humor, aceptó la proposición y "se casaron" con toda la prensa como testigos".
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