La princesa Máxima de Holanda nació el 17 de mayo de 1971 en Buenos Aires, siendo sus padres, el secretario de Agricultura en la dictadura del general Videla, Jorge Horacio Zorreguieta, y María del Carmen Cerruti. La Princesa tiene dos hermanos, Martín y Juan, una hermana, Inés, (fallecida en 2019) y tres hermanastras de un primer matrimonio de su padre, Dolores, María y Ángeles.
Su excelente formación
La futura Reina de los Países Bajos creció en la capital argentina, donde asistió a prestigiosos colegios, terminando sus estudios de bachillerato en la escuela Northlands, en 1988. Siete años después se licenció en Economía en la Universidad Católica Argentina. Compaginó su carrera universitaria trabajando en la empresa Mercado Abierto, en donde desarrolló una investigación sobre la aplicación de software informático al sector financiero.
Desde 1992 hasta 1995 trabajó en el Departamento de Ventas de Boston Securities, en Buenos Aires. Además, durante ese periodo compaginó sus estudios con la impartición de clases de inglés a escolares y estudiantes de enseñanzas medias. Logrado el título superior, la Princesa se traslada a Nueva York para trabajar en el Banco HSBC James. Posteriormente trabajó en la empresa Dresdner Kleinwort Benson como vicepresidenta en el departamento de mercados emergentes.
Su primer encuentro con el príncipe Guillermo en España
No sabía que, en abril de 1999, mientras estaba de vacaciones en Sevilla, conocería al amor de su vida. En aquel momento, Máxima de Holanda trabajaba como vicepresidenta de ventas institucionales del Deutsche Bank en la metrópolis estadounidense y como representante del mismo banco ante la Unión Europea.
Ambos habían asistido a la Feria de Abril por separado y mantuvieron un encuentro ,muy casual. El futuro Rey de los Países Bajos decidió mantener su estatus real en secreto y no le reveló a Máxima que era un príncipe hasta un tiempo después. Cuando él le contó que era el hijo de la reina Beatriz de Holanda, ella pensó que era una broma.
Sin embargo, el hecho de que Máxima desconociera sus vínculos reales no pareció poner un freno a su relación, ya que dos semanas después el príncipe Guillermo había volado a Nueva York para encontrarse con ella. A pesar de lo serio que parecía su noviazgo, Máxima hizo todo lo posible para mantener en secreto la identidad del Príncipe.
Compromiso real
En 2001, Guillermo le propuso matrimonio mientras patinaban sobre hielo en un estanque cerca del Palacio Huis ten Bosch y el 30 de marzo de 2001, la Casa Real de Países Bajos hacia público el compromiso de la princesa Máxima con el príncipe heredero holandés Guillermo Alejandro.
El 17 de mayo la hoy Reina recibiría la nacionalidad holandesa, requisito para poder contraer matrimonio con el futuro Rey. El 3 de julio de 2001 las dos cámaras de representantes holandesas aprobarían una proposición de ley que autorizaba el enlace del Heredero con Máxima Zorreguieta.
Su boda: una cuestión de estado
"Guillermo es el gran amor de mi vida". Por él optó esta argentina por convertir Holanda en su patria adoptiva. Por él sorprendió, y mucho, cuando se dirigió a los medios en un fluido holandés (durante meses estudió con una profesora particular que quiso, sin éxito, publicar un diario con intimidades de sus clases junto a la futura Reina de Holanda); por amor, renunció al anonimato; y, finalmente, lo que tal vez más le ha dolido, aceptó la ausencia de su padre en su boda. El hecho de que Jorge Zorreguieta fuera Ministro de Agricultura durante la dictadura argentina de Jorge Rafael Videla encontró importantes detractores a esta boda dentro del Parlamento holandés. Al final, el sí de todos permitió que Guillermo y Máxima se dieran el 'sí, quiero' el 2 de febrero de 2002 en la capital holandesa.
El alcalde de Ámsterdam, Job Cohen, presidiría en el edificio de la Bolsa de Berlage la ceremonia civil de matrimonio de los Príncipes. La boda religiosa se celebraría ese mismo día en la iglesia Nieuwe Kerk, siendo oficiada por el pastor C.A. ter Linden.
Sus tres hijas
El 7 de diciembre de 2003 nacería el primer retoño de los Príncipes, la princesa Catharina-Amalia. El 26 de junio de 2005, la princesa Máxima daría a luz a su segunda hija, la princesa Alexia. La familia de los Herederos se completaría con la llegada de la princesa Ariane, el 10 de abril de 2007. Todas ellas nacieron en el Hospital Bronovo de La Haya.
De sangre latina
La princesa Máxima se mostró desde su primer contacto con la sociedad neerlandesa involucrada con su nuevo país. Por ello decidió inscribirse en los cursos de cultura y lengua que todos los inmigrantes en Holanda deben seguir para obtener la ciudadanía holandesa, completándolos en 2005 aunque continuó manteniendo su ciudadanía argentina. "Soy latina y seguiré siendo latina. Bailo, canto y seguiré bailando y cantando" confesaba por aquel entonces.
De Princesa a Reina
En 2013, la reina Beatriz anunció su abdicación después de 33 años en el trono, dejando que el príncipe Guillermo y la princesa Máxima ocuparan su lugar. Máxima se convirtió en la primera reina consorte holandesa desde 1890.
Espontaneidad, simpatía y elegancia
A lo largo de sus dos décadas en la familia real, Máxima ha sabido ganarse el cariño y la admiración de los ciudadanos de su país de adopción. Su espontaneidad, su simpatía y su elegancia le han colocado en una posición privilegiada dentro de la realeza europea y además ha asumido con profesionalidad varios roles oficiales. Entre las funciones que ostenta está la de ser miembro del Consejo de Estado desde 2004, así como madrina del Fondo Orange, la fundación de la Familia Real que financia proyectos de inclusión social en Holanda. Además de presidenta de la Cátedra Príncipe Claus.
La muerte de su hermana preferida
Máxima ha sufrido dos duros golpes en su vida. A la muerte de su padre en 2017 a los 89 años debido a un cáncer le siguió tan solo una año después la de su hermana Inés Zorreguieta, quien se quitó la vida a los 33 años, se quitó la vida. "Mi querida y talentosa hermanita Inés estaba enferma. No podía encontrar la alegría y no podía curarse. Nuestro único consuelo es que por fin ha encontrado la paz" declaraba la Reina tras visitar un centro de terapia.
Habla cuatro idiomas
Cercana y empática como pocas, la reina Máxima que habla cuatro idiomas: español, inglés, italiano y holandés, se ha fundido a la perfección con la sociedad holandesa y ha sabido devolverle con su dedicación todo el cariño que ésta le ha dado. Desde 2009 se ha desempeñado como Asesora Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre Inclusión Financiera para el Desarrollo (UNSGSA) y además presidenta de honor del programa de finanzas inclusivas del G20 y no hay acto al que acuda en el que no acabe contagiando a todos los presentes su alegría.
Una reina deportista
Tiene porte —con su 1,78 de estatura, es la Reina más alta— y está fabulosa porque se cuida muchísimo. Come muy sano, aunque a veces también peca —le encantan los dulces argentinos—, y se mantiene en forma a base de mucho deporte: "Nado y juego al tenis con las chicas y mis desplazamientos los hago en bicicleta". También juega al golf, patina, monta a caballo, esquía y le gusta mucho el kickboxing.
Amante de las joyas y las pamelas
Su forma de interpretar la moda es “máxima” y es una Reina que se atreve con todo. Le encanta arriesgar y es una apasionada de los sombreros, las pamelas, los tocados y las tiaras… Porque Máxima ama las joyas y los estilismos a todo color.