Juan Antonio Samaranch

Empresario, político y ante todo un amante de los deportes. Su papel como presidente del Comité Olímpico Internacional fue, sin duda, definitivo para impulsar a nuestro país entre las mejores potencias en esta gran competición. Su máxima realización llegaría en el año 1992, con la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona, su ciudad natal.

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17 Julio 1920 - 21 Abril 2010

Barcelona


Horóscopo : Cáncer

Juan Antonio Samaranch, el hombre que estuvo al frente del Comité Olímpico Internacional (COI) durante veintiún años desde 1980 y quien era su presidente de honor.

Empresario y político, recibió en 1991 de Su Majestad el Rey el título al que más cariño guardaba, el de Marqués de Samaranch, y entre otros muchos títulos y reconocimientos fue también premio Príncipe de Asturias del Deporte. Doctor honoris causa por varias universidades, recibió el Premio de la Paz concedido por Corea del Sur y varias Grandes Cruces. Era, además, académico de la Real de Bellas Artes de San Jorge y poseía el Collar de la Orden de Isabel la Católica, la más alta distinción del Estado español.

Su papel como presidente del Comité Olímpico Internacional fue, sin duda, definitivo para impulsar a nuestro país entre las mejores potencias en esta gran competición. Su máxima realización llegaría en el año 1992, con la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona, su ciudad natal.

Samaranch tuvo dos hijos: María Teresa, a quien llaman cariñosamente “Mo” y que es presidenta de la Federación Española de Deportes de Hielo, y Juan Antonio, actualmente miembro del COI. Los dos nacieron en su matrimonio con María Teresa Salisachs Rowe, conocida como "Bibis" y con quien Samaranch se casó el 1 de diciembre de 1955. María Teresa falleció el 16 de septiembre de 2000 tras una larga enfermedad. Unos meses después, Samaranch abandonaba su cargo al frente del olimpismo (había rebasado la edad hasta la que se puede ostentar un cargo ejecutivo dentro del COI). Juan Antonio nunca cesó en afirmar que “de haber podido continuar, hubiera seguido hasta la muerte: no hay cargo más bonito en el mundo que el de presidente del COI.”

Al morir su esposa y tras cesar como presidente, Juan Antonio cayó enfermo y tanto sus hijos como sus amigos más allegados se volcaron en ayudarle a superar el difícil trance. Entre estos amigos se encontraba la pintora y escultora barcelonesa Luisa Sallent, con quien Samaranch iniciaría una historia de amor que ninguno de los dos hubiera podido vaticinar 48 años antes, cuando Juan Antonio fue su padrino de boda con su mejor amigo, Enrique Martorell. Con Luisa, Samaranch compartió los últimos años de su vida.