Carmen Thyssen

Se desenvuelve en inglés, francés, italiano, español y alemán. Su educación fue exquisita: Piano, Decoración, Arte Dramático y muchas ganas de romper fronteras a fuerza de hacer del arte un idioma universal.

En 1961 se atrevió a escapar de la estricta educación recibida desde su hogar y se presentó a un concurso de belleza. Su sonrisa era la mejor carta de presentación. Ganó el título de Miss Cataluña y ese mismo año concursó, y ganó, la corona de Miss España. Imparable en su afán por destacar, y conocer un mundo que se extendía ante sus ojos como una caja llena de mágicas posibilidades, Carmen Cervera (Tita para los más allegados) logró el título de Miss Europa y, poco después, quedó tercera en Miami en el certamen de Miss Universo.

Nada podía parar el raudal de sueños de esta joven. Y además parecía como si estos se fueran convirtiendo en realidad. En 1962 conoce en un vuelo a Zúrich a Lex Barker. Le pide un autógrafo. Qué poco podía imaginar ella que ese primer acercamiento a uno de los Tarzán más emblemáticos de la pantalla grande iba a finalizar en matrimonio.

Fueron ocho años de amor. Pero, paradojas de la vida, el invencible rey de la selva murió con menos de 55 años a consecuencia de un infarto.

El amor

Carmen Cervera se sintió sola en tierras de América. Encontró apoyo en el actor Espartaco Santoni. Se casaron en febrero de 1975 y al poco tiempo Carmen Cervera, siempre valiente, volvió a realizar un sueño que le rondaba hacía años: debutar en el cine.

Lex Barker, quizá cansado de las picardías de Hollywood, optó por recomendar una y otra vez a su esposa que no comenzará una carrera cinematográfica. Sin embargo, casada con el aventurero Espartaco Santoni, vuelve la vista a este antiguo sueño y se ve actuando en filmes como Verano sangriento u Objetivo, matar.

Los finales de los setenta fue una época de grandes desengaños para Carmen. Cansada de la alborotada vida de Espartaco Santoni pide el divorcio. Cuál no será su sorpresa cuando descubre que su matrimonio no era válido. En 1980 tuvo un hijo, Borja, fruto de su fugaz relación con Manolo Segura, y un año más tarde conoció al que sería el gran amor de su vida: el barón Heinrich von Thyssen con el que acaba contrayendo matrimonio en 1985 en un juzgado de Inglaterra después de conseguir el divorcio de su primera esposa.

El arte

Ya como baronesa, la actividad de Carmen Cervera se sintió influida por la de su marido, siempre vinculados al mundo del arte. Gracias a su intervención, el Estado español adquirió 775 cuadros de la colección del barón Thyssen. Se abrió, en el palacio de Villahermosa, una excepcional pinacoteca, el Museo Thyssen-Bornemisza; además, en el monasterio de Pedralbes se constituyó otro sala de exposiciones, con setenta y cinco cuadros de la colección privada del barón. En 1993 el Estado pagó 245 millones de dólares (175.000 euros) para adquirir la colección a la Favorita Trusted Limited.

El 27 de abril de 2002 algo se rompió muy dentro de la baronesa. Su marido, quien reconoció como propio al hijo de su mujer y le dio sus apellidos, murió a causa de una insuficiencia cardiorrespiratoria a los ochenta y un año de edad. Ella se quedó con el dolor y la firmeza de continuar la labor emprendida por su compañero y esposo.

Ya en mayo de 2006, Carmen Cervera dedicada al arte y a su hijo, Borja, decidió ampliar la familia y adoptó a dos niñas gemelas, María del Carmen y Guadalupe Sabina, nacidas en Los Ángeles. Tan solo un año después de que las pequeñas se establecieran en su residencia de Sant Feliu de Guixols, Borja dio el ‘si quiero’ a su novia, Blanca Cuesta, el 13 de octubre de 2007 en El Esquileo de Cabanillas, Segovia. Al enlace no acudió Carmen, quien al parecer no estaba demasiado de acuerdo con el enlace.

Con su hijo casado, la Baronesa se refugió en el cuidado de sus niñas así como en su pinacoteca. Las relaciones con su hijo Borja se resintieron tras la boda y a finales de 2009 Carmen Cervera denuncia a su hijo, a su esposa y a uno de sus abogados por un supuesto delito de descubrimiento y revelación de secretos.

Sin olvidar su pasado y pendiente del futuro, Carmen Cervera siempre será recordada por haber establecido en España una de las colecciones de arte más importantes del mundo.