Cuidados después del verano: el pelo

Tras las vacaciones, es una de las partes más dañadas

Por hola.com

Aunque se hayan tomado las medidas de protección necesarias para no dañar el cabello, en verano éste sufre las agresiones del viento, la arena, el sol y el agua, tanto en el mar como en la piscina. Además, los rayos UVA y UVB modifican la propia estructura del cabello.

Así, el primer día del contacto con el sol, las puntas se abren. Este proceso se agrava si el pelo es teñido o permanentado, ya que aumenta peligrosamente la porosidad del cabello. El calor también incide en la destrucción de la capa lipídica encargada del brillo y la protección del mismo. Los únicos que pueden beneficiarse de las condiciones veraniegas son los cabellos grasos, que se vuelven algo más ligeros y brillantes. A pesar de esto cualquiera que sea el tipo de cabello necesita después del verano un tratamiento suave que normalice sus funciones.

Pasos para un cabello sano
El primer paso para el cuidado del cabello es el lavado. Es importante la elección del champú, que debe ser suave, y también es importante que contenga agentes hidratantes y proteínas o vitaminas para la fibra capilar. Destinadas en principio a cabellos secos o estropeados, las mascarillas son el producto imprescindible para aportar la hidratación perdida. Las moléculas de agua que contienen penetran en el interior de la fibra capilar y la llenan, al igual que los principios activos expanden lentamente sus virtudes nutritivas.

Otra posibilidad para reparar los daños producidos por el sol son las ampollas para el cabello. Se suelen aplicar con el cabello seco antes del champú, se dejan actuar media hora y luego se aclaran, desapareciendo totalmente sin dejar ningún residuo.

Y, además, no hay que olvidar que la vuelta hace imprescindible una visita a la peluquería, para sanear las puntas y retocar el color en el caso de que se haya aclarado o estropeado.

Tratamiento según el tipo de cabello

  • Cabello graso (su aspecto suele ser lacio y muchas veces está apelmazado. Además no aguanta más de dos días limpio).
    Cómo tratarlo: hay que lavarlo frecuentemente con un champú equilibrante.
  • Cabello seco (suele ser un pelo sin brillo, se rompe con frecuencia y es áspero al tacto).
    Cómo tratarlo: se debe usar un champú específico, que incorpore acondicionadores o bien usar un champú normal y, al terminar el lavado, aplicar una crema suavizante o mascarilla. También es conveniente limitar el uso de secador.
  • Cabello normal (su aspecto es elástico, fácil de peinar y de manejar y no suele dar ningún problema).
    Como tratarlo: es conveniente usar un champú de uso frecuente. Son muy prácticas las fórmulas 2 en 1. Truco: para que el pelo quede con más brillo es conveniente que se acabe el lavado con un chorro de agua fría.

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