Una de las cosas que tal vez note cuando haya cumplido los cuarenta, es que su piel se vuelve más seca, pues la producción de grasa comienza a disminuir. Esta puede ser una buena noticia para las personas con la piel grasa, pero para aquellas personas que tienen la piel muy seca, la utilización de una crema muy rica y untuosa se convierte en algo fundamental.
A partir de esta edad, el cansancio de la piel se hace más patente y comienza a disminuir la renovación celular, por lo que es bastante eficaz el uso de cremas con retinol, que tienen la capacidad de iluminar el cutis. Además, las cremas tensoras son muy recomendables.
Es en esta época cuando los sérums se convierten en un complemento excelente para el tratamiento habitual.
Las zonas que más sufren en esta época son el cuello y el escote, por lo que conviene usar cremas reafirmantes para estas dos zonas. Así conseguirá una piel firme y tersa.
En este momento, la protección solar se vuelve imprescindible y, si las manchas ya han hecho acto de presencia, pruebe a utilizar alguna de las múltiples cremas antimanchas existentes en el mercado.
Son muchos los especialistas que aconsejan usar, a días alternos, una crema exfoliante muy suave, que acelera el proceso de renovación celular.
La crema de noche debe incluir retinol y una fórmula con vitaminas C y E, para evitar la oxidación celular.
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