Una melena de estética ochentera, rizada y con flequillo, se ha convertido en la seña de identidad de Claudia Martín, la modelo con la que nos hemos citado durante Fashion Week Madrid para que nos desvele todos sus secretos de belleza y nos explique cómo es, en realidad, vivir el mundo de la moda desde dentro.

Fotos: Inmaculada Mariscal

Claudia es una madrileña de 20 años, aunque lleva trabajando desde los quince en el sector. “Era muy pequeña, siempre había sido alta y delgadita y me hacía mucha ilusión tener fotos chulas para subir a Facebook, una especie de book. Mi madre me regaló una sesión con un fotógrafo y él fue quien me descubrió realmente. Me dijo que para la edad que tenía era muy natural, que parecía como si hubiese hecho esto toda la vida y que sería bueno que me buscase una agencia que me representase”. Y lo hizo, aunque empezó poco a poco.

La primera vez que desfiló lo hizo para Duyos y lo recuerda porque aún era un poco inexperta, y lo de caminar sobre tacones infinitos todavía le costaba. “Luego hice una editorial para Hola Novias. Me lo pasé súper bien porque era el primer trabajo que hacía de fotos. Además, conocí a Estella, que es ahora mi mejor amiga”, apunta.

Para aguantar una semana entera de desfiles, llena de nervios y estrés Claudia tiene sus trucos. “Bebo mucha agua. Para mí estar hidratada es fundamental, y también hacer cinco comidas al día".

Una de las partes más duras de los desfiles para Claudia es la del maquillaje. Tiene la piel muy seca y dermatitis por lo que plimpiar su piel bien antes de los desfiles es fundamental. Una buena manera de hacerlo es con productos como los exfoliantes faciales de azúcar de L'Oréal Paris. “También procuro hidratar mucho mi piel y utilizo mascarillas muy potentes por las noches”, apunta.

En su día a día la modelo nos explica que no se suele maquillar demasiado, pero le gusta peinarse las cejas, utilizar un poco de corrector de ojeras y aplicar una buena cantidad de máscara de pestañas, eso nunca falta. Así logra un efecto pestañas postizas como el que consigue False Lash Superstar Xfiber Xtreme, de L'Oréal Paris.

Le preguntamos por su melena, una de sus señas de identidad. “Tengo el pelo rizado y con flequillito, un poco al estilo de Mica Argañaraz, me lo dice mucha gente. A todo el mundo el encanta”. Aunque en los desfiles Claudia suele librarse de las planchas y los secadores, siempre es bueno aplicar protectores de calor y productos de peinado, muchos de los cuales se pueden encontrar en la gama Stylista de L'Oréal Paris.

Pero mantener una melena saludable teniendo el pelo rizado y fino no es tan sencillo como parece. En estos casos lo ideal es seguir rituales de cuidado e hidratación como el que ofrece L'Oréal Paris con su gama Dream Long, compuesta por champú, mascarilla, crema suavizante y acondicionador.

Además de desfilar, las modelos tienen que acudir a los fittings con los diseñadores. O lo que es lo mismo, las pruebas de ropa para comprobar que todo está perfecto. "Siempre llevo un snack por si me da un mareo porque suele hacer calor, estás en un sitio cerrado, hay muchas pruebas…”

Las redes sociales se han convertido en una herramienta fundamental para las modelos. “Hay que cuidar mucho la imagen porque muchos clientes pueden llegar por estas herramientas. Lo que no me gusta tanto es que se fijen en los seguidores. Hay personas que valen mucho más que otras, pero por sus seguidores cogen a la otra. Es un poco injusto, la verdad, pero bueno… Es el mundo en el que vivimos ahora". Ella nos asegura que no sigue una estrategia, pero piensa que a la gente no le gusta solo ver su trabajo. Por eso comparte su día a día: las marcas que le gustan, cómo viste habitualmente...

Claudia, que en los últimos meses ha viajado a Milán, París y Nueva York y que ha desfilado para Sally LaPointe, Dennis Basso, Guy Laroche, Yuki Yamamoto o Blugirl, compatibiliza su carrera como modelo con sus estudios de Administración de empresas –en inglés-. “Hay periodos que tienes más trabajo, pero otros en los que estás más parada y no me gusta estar sin hacer nada”, añade.

Aunque prefiere vivir el momento y no pensar demasiado a largo plazo, le gustaría vivir una temporada en Nueva York. “Me encantó la ciudad y sería feliz instalándome allí un año o dos, pero quiero acabar la carrera primero”. El resto son planes aún por definir en un futuro que promete ser brillante.