"Por Dios no te operes más, que ya no tienes expresión", "Antes eras mucho más guapa", "No te estropees", "¿Por qué usas tantos filtros? No los necesitas", "Estás demasiado delgada", "¿Te has puesto labios?"... Estos son solo algunos de los comentarios que ha recibido Carme Chaparro tras publicar este selfie que se ha hecho en el coche. La presentadora y escritora, de 47 años, ha visto cómo su imagen se ha convertido en el centro de todas las miradas, provocando opiniones para todos los gustos. Sin embargo, Carme ha decidido pronunciarse y ha respondido con el siguiente mensaje.
"Si sin operarme estoy así de estupenda, con esos pómulos, esos ojazos y esa piel... imagínese si llego a pasar por quirófano, no quepo en la foto", ha conestado la presentadora. Además, ha reconocido que este tipo de comentarios no le molestan "para nada" y ha animado a sus fans a que, si la ven por la calle, no duden en hablar con ella. "La próxima vez te acercas y me miras bien" y "En serio, la próxima vez me paras y hablamos. Abrazo", les ha dicho Chaparro, que hace unos meses dijo 'basta' a los comentarios sobre su físico.
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Eso sí, los seguidores más incondicionales de la autora de libros como Calladita estás más guapa, La química del odio o No soy un monstruo, han salido en su defensa y le han regalado un sinfín de piropos que, seguramente, le habrán sacado una sonrisa. "Es alucinante la falta de respeto", "La conozco. Además de preciosa, tiene un ángel que trasmite con su mirada y sonrisa", "Qué acoso tan absurdo", "Entre nosotras nos tenemos que apoyar, no que juzgar", "¡Muy guapa! Ni caso a las opiniones sobre tus supuestas operaciones", "Sin maquillaje estas guapísima" o "Los años en lugar de ponerte arruguitas a ti te las quitan", puede leerse en su último post.
Vuelta a la normalidad
Carme, que durante estos días ha viajado a Galicia para grabar el programa Mujeres al poder, ha estado compartiendo en sus redes sociales todas las sensaciones que ha tenido durante estos meses de confinamiento. La presentadora de informativos confesó que había tenido mucha suerte, ya que había pasado la cuarentena " en un piso cómodo, con mis hijas y mi chico, con calefacción, comida, tele, libros...", pero que tenía muy presente a los "españoles confinados en pisos minúsculos, sin acceso a un ordenador o internet siquiera para que los niños hagan las tareas del cole". "Hay mucha gente en la calle, me cuentan que aterrorizada, sin ayudas, sin saber a dónde ir, dónde refugiarse... Otros españoles han perdido el trabajo. Despedidos. Ni ERTE ni leches. Muriéndose de miedo al pensar cómo pagaran el alquiler o la comida. Acordémonos también de todos ellos", explicó Chaparro.
