Si fantaseas con la idea de cambiar de look, no te pierdas los tres colores que van a arrasar durante el invierno y que destacan por prácticos e ideales para iluminar las facciones en unos meses que la mayoría (menos algunas suertudas) ya han perdido todo rastro de bronceado. Una vez se da con el tono a medida con asesoramiento profesional y el consejo de que no perder las raíces resulta imprescindible -la peluquera Alba Bosch asegura que "no habrá otro color de pelo que te favorezca más que el tuyo natural"-, llega el momento del mantenimiento y de espaciar las visitas al salón de belleza el máximo tiempo posible con trucos de cuidado como los cuatro que recomiendan los que más saben de color.
Color duradero: 4 trucos de cuidado en casa
Con el objetivo de retocar el color lo mínimo posible sin sacrificar el brillo y mantenerlo fresco, con la ventaja añadida de reducir el daño que este tipo de formulaciones químicas ejercen en la cutícula, reunimos los mejores consejos de los coloristas entre los que te adelantamos que el cuidado en casa es el pilar sobre el que se asienta un ritual que también favorece la salud de la melena.
1. Herramientas de calor: sí, pero siempre con protección
Se han demonizado durante décadas, pero a día de hoy la tecnología que incluyen los secadores, planchas o rizadores minimizan el daño, controlan la temperatura para mantenerla siempre dentro de parámetros seguros y sus materiales de fabricación potencian el brillo y pulen cada mechón con un resultado de peluquería. Esto no quiere decir que no haya que vaporizar un protector térmico antes, durante (para llegar a mechones más escondidos) y después como escudo UV. Sergio Carrascal, Technical Manager de INDOLA, define esta triple aplicación como "un concepto de protección total" para el que recomienda la fórmula Glaze It Up, un spray de brillo que protege hasta los 230ºC.
2. Acondicionador, el paso que no hay que menospreciar
Muchas lo sustituyen por la mascarilla al creer que esta proporciona aún más nutrición y brillo, sin embargo, el acondicionador es una fórmula clave a la hora de mantener el color bonito por su papel a la hora de sellar la cutícula tras el uso del champú y evitar así que el pigmento se "escape" durante el lavado.
Eso sí, la mascarilla una vez a la semana sigue siendo fundamental ya que, como apunta Sergio Carrascal, un cabello hidratado retiene mejor el color y su consejo es apostar por el Tratamiento Protector del Color de INDOLA, capaz de reparar y reestructurar a un nivel interno.
3. El poder de los champús matizadores
Bajo la supervisión y consejo de un experto, hablamos del paso del ritual que evita que el color se degrade. Por ejemplo, en el caso de los castaños u oscuros, "los champús verdes sirven para neutralizar tonos rojizos. Al aplicar el color verde (opuesto al rojo en el círculo cromático), se contrarrestan los reflejos anaranjados o rojizos", explica Kuki Giménez, directora de Let’s Make Up School y portavoz de Druni.
En cuanto al famoso champú morado, la experta revela que "sirven para los cabellos blancos, grises o canosos, rubios y decolorados. Lo que hacen es contrarrestar el color amarillo o naranja que a veces tienen. Esto ocurre porque es la teoría de los colores contrarios".
4. Aclarar con agua tibia
Para terminar, la temperatura del agua durante el lavado es un factor clave: cuando está muy caliente acelera la pérdida de color y muy fría no termina de eliminar el producto ni los residuos, por lo que la limpieza no resulta efectiva y se acumula producto en el cuero cabelludo. El truco pasa por finalizar con un buen chorro de agua fresca para sellar, mantener el tinte vibrante y aumentar el brillo.












