El debate sobre el protocolo real ha vuelto a cobrar fuerza tras la reciente aparición de la reina Letizia en la recepción al sultán de Omán, donde lució la tiara rusa con una espectacular melena suelta y rizada. Este look, que derrochaba elegancia, naturalidad y frescura, ha generado diversas opiniones sobre si rompe o no con la norma. Si bien es cierto que el uso de tiara siempre ha estado asociado a peinados con recogidos o moños perfectamente elaborados, son muchas las royals que han optado por algo mucho más natural a lo largo de estas últimas décadas: además de la reina Letizia, también hemos visto a Kate Middleton, Máxima de Holanda, Mary de Dinamarca, Rania de Jordania o la reina Camilla y la reina Sofía, entre otras. El debate está sobre la mesa y son muchos los que se preguntan si con este gesto comenten o no un error de protocolo. Para entender el verdadero significado y lo que implica en el mundo royal, hemos consultado a una experta en protocolo y esto es lo que nos ha contado.
"Aquí lo más importante es que no existe ningún tipo de protocolo para que una Reina o una Princesa luzca tiara", dice contundentemente Marina Fernández, directora de comunicación de la Escuela Internacional de Protocolo y Eventos. "No es una cuestión protocolaria. Es una cuestión del gusto personal de la mujer y de si quiere llevar el pelo recogido de una manera muy elaborada o de una manera más sencilla, con el pelo suelto", opina la experta sobre una cuestión que es, a su modo de ver, "puramente estilística". "No tiene nada que ver con el protocolo. No está escrito en ningún sitio. No existe ningún tipo de norma ni de regla. El protocolo tiene muy pocas normas y, desde luego, no se refieren al pelo de ninguna mujer, por muy Reina que sea".
"De hecho, por cada ejemplo que podemos encontrar de una Reina o una Princesa europea luciendo una tiara con el pelo recogido, podemos encontrar a lo largo de la historia otro ejemplo de una Reina o una Princesa luciendo la tiara con el pelo suelto. Insisto, son decisiones personales que tienen que ver con el estilo de cada persona más que con el protocolo", nos cuenta Marina Fernández al hacer un análisis del debate que ha surgido a raíz de la última elección de la mujer de Felipe VI.
En este sentido, hay que hacer un viaje al pasado para recordar la época en la que el uso de la tiara empieza a ponerse de moda entre la realeza europea. "Lo vuelve a poner de moda la emperatriz Josefina, cuando el estilo del momento era que las mujeres llevaran el pelo recogido. Entonces se empieza a generalizar el uso de la tiara con el pelo recogido, pero no responde a ninguna norma, a ninguna regla ni a ningún criterio protocolario", apunta la experta en protocolo, asegurando que: "Podríamos casi decir que coincidió así, que en el momento en que volvieron a ponerse de moda las tiaras, el peinado de moda era ese peinado como recogido con caracolillos de la emperatriz Josefina".
Eso sí, puntualiza que "es cierto que, sobre todo en el siglo XX, cuando las mujeres empiezan a volver a dejarse el pelo largo después de los cortes de los años 20 que llevaban el pelo muy cortito, se considera que el pelo recogido es más formal, pero es una consideración social, popular. Insisto, que aquí el protocolo no tiene nada que decir".
"Y luego también es verdad que un pelo recogido es posible que robe menos la atención de la pieza. Un recogido le quita menos el foco a la tiara que una melena suelta, que puede despistar un poco. Pero también es casi una percepción de cada uno y la belleza está en el ojo del que mira. E, insisto, no tiene nada que ver con el protocolo. Son gustos personales y lo que la sociedad entiende que es más bonito", dice la experta sobre este detalle "que va cambiando según las modas y las tendencias de melena del momento".
Y es que no hay duda de que el protocolo "está muy pegado a las costumbres y a las tradiciones populares", pero esas costumbres y tradiciones evolucionan: "Nadie espera que la Reina de España lleve en 2025 corsé y miriñaque", bromea. "Entonces con el tema del pelo pasa un poco lo mismo. No es una cuestión de protocolo, es una cuestión de evolución social, ¿no? Antes se consideraba que el pelo recogido era más formal, ahora esa percepción social ha cambiado".
"Dos reinas muy reconocibles y que han lucido muchas tiaras a lo largo de su vida son la reina Isabel II y la reina Sofía. Ambas lucieron siempre su cabello más cortito y jamás se recogieron el pelo para ponerse una tiara, principalmente porque el largo no les daba ni tampoco el estilo de cabello que llevaban. Nadie dijo nunca que fuera un fallo protocolario, ¿verdad? Ni de la Reina de Inglaterra el llevar una tiara con el pelo suelto ni tampoco de doña Sofía".
"El protocolo no se dedica a eso. El protocolo no está para decirle a una mujer si debe de recogerse el pelo o no. El protocolo es una ciencia social, una técnica de ordenación, de organización de eventos... pero, desde luego, no para imponer a una Reina o una Princesa cómo debe llevar la tiara o la corona", concluye.
















