No es tendencia, sino un clásico que nunca pasa de moda. Hablamos de los rizos que tras años en un segundo plano y dominados a base de planchas y tratamientos de alisado recuperan su popularidad e incluso se potencian a base de permanentes que han pasado a convertirse en el protocolo soñado entre adolescentes deseosos de revivir, probablemente sin saberlo, la estética de los años 80. El inconveniente al que se enfrentan quienes tienen el pelo rizado por naturaleza es que no se suele enseñar a cuidarlo, por lo que con el tiempo el brillo y la definición se pierden.
Para recuperar las cualidades que definen a los rizos bonitos, estos 4 trucos de peluquero son los más recomendados para conseguirlo desde casa y mantener el efecto. Además, te lo contamos todo sobre la permanente en 2025, un tratamiento ochentero que regresa del pasado para conseguir una melena a todo volumen.
Los 4 trucos que reactivan los rizos
Un ritual respaldado por expertos que, si se mantiene la constancia, recupera el brillo, la definición o la forma perdida a base de hábitos fáciles de implementar. Te adelantamos que el mito de secarlos con difusor es uno de los mejores trucos para reducir el encrespamiento.
- Elige bien el champú: "Mejor un producto que garantice la recuperación de nuestros rizos, no que se limite únicamente a la limpieza del cuero cabelludo y el pelo, la hidratación es muy importante", explica Juan Leal, director de educación de la marca profesional Pierino Cosmetics. El experto de la marca de peluquería añade que "para unos rizos brillantes, suaves y definidos, el champú ideal debe tener un extra de nutrición y ser libre de sulfatos". ¿Los ingredientes estrella? Aceites de coco, chía o aguacate, "que no alteran el patrón natural del rizo y además los dejan suaves y elásticos".
- Aplicar un gel sobre pelo húmedo: este tipo de fórmulas desenredantes son clave a la hora de deshacer los nudos que a menudo se forman. Los estilistas de Ma Belle Salon también lo recomiendan para practicar la técnica del scrunching: "Consiste en apretar el cabello hacia arriba desde las puntas para ayudar a que los rizos tomen su forma natural. Si quieres más definición, puedes probar con técnicas como el finger coiling (enrollar los mechones alrededor de tus dedos)".
- Utilizar un peine a medida: "A ser posible, desenredante y de púas suaves, que trate el cabello de forma delicada sin tirones. Debe utilizarse para peinar y moldear tras aplicar el gel también en la fase de secado", aconsejan desde los salones David Künzle.
- Secado con difusor: "Ya lo hagas boca abajo o hacia arriba según el volumen que desees. Su función es la de atenuar el chorro de aire que llega al pelo, permitiendo un secado más delicado y reduciendo el efecto frizz", apuntan los especialistas de David Künzle, quienes aconsejan secadores con tecnología de iones, "porque descomponen las gotas de agua presentes sobre el pelo húmedo en partículas más pequeñas, a su vez más fáciles y rápidas de secar, de manera que se reduzca considerablemente el tiempo de secado".
Como extra con el que proteger la forma y el brillo durante la noche, momento en el que la postura del cuerpo y la fricción contra las sábanas suponen un reto, desde Ma Belle Salon añaden un truco que funciona: "Una funda de almohada de satén o seda es ideal, ya que evita el frizz y la rotura que pueden causar las fundas de algodón. También puedes dormir con un gorro de satén o hacerte una 'piña', que es una coleta alta y floja que mantiene los rizos en su lugar mientras duermes".
La permanente, un tratamiento que regresa imparable
El año pasado, las búsquedas virtuales de los tratamientos de permanente o la bubble perm aumentaron en un 350%; en 2025 la tendencia no ha hecho más que crecer con cortes de pelo para pelo rizado liderando las tendencias, peinados a medida y adolescentes deseosos de someterse a un protocolo que arrasaba en la década de los 80.
"Es un proceso de unas dos horas mínimo en las que se fija y neutraliza el rizo con productos varios", explican desde los salones madrileños David Künzle, cuyos especialistas también advierten que "es recomendable sobre cabellos naturales resistentes y nada aconsejable sobre cabellos teñidos, sensibles o con balayage. Es un proceso que puede afectar la calidad del pelo". Es por ello que concluyen con la precaución que no falla: "Ponerse siempre en las mejores manos".






