Se llama flequillo cortina, Birkin, Bardot o en "V", aunque todas sus acepciones se refieren al mismo corte de pelo con poder para sobrevivir temporada tras temporada a la cabeza de las tendencias y famoso por favorecer a todo el mundo, sin importar la forma de su cara. Ariadne Artiles lo lleva desde hace muchos años y se ha convertido en una de sus señas de identidad; tan familiarizada está con él que sabe cómo mantenerlo perfecto desde casa con un resultado que parece de peluquería.
El flequillo cortina de Ariadne Artiles
Con una publicación en redes, la modelo ha revelado que es ella misma quien se retoca el look: "He decidido que voy a cortarme el flequillo porque ya está muy largo".
La razón es una con la que muchas podrán sentirse identificadas: "Una de las cosas que menos me gusta es ir a la peluquería y voy cuando ya no me queda otra porque por suerte aún no tengo canas y me puedo permitir el lujo de estar tres, cuatro meses, incluso a veces cinco sin ir a hacerme mechas o lo que sea", ha reconocido ante sus fans antes de demostrar el tutorial fácil para el que tan solo hacen falta unas tijeras. Dale al PLAY y descúbrelo:
El look que nunca pasa de moda
El resultado no puede sentarle mejor y la buena noticia es que, como te decíamos, hablamos de un look atemporal que repite puesto en la lista de tendencias más populares. Así lo confirma Daniele Sigligliano, director de los salones madrileños Blow Dry Bar: "El favorito de las celebs. Es un tipo de flequillo que se puede llevar durante semanas y meses igual de bonito que el primer día. Además, es muy favorecedor y queda bien a casi todos los rostros. Suele ser más corto en el centro y alargado en los laterales. Perfecto para rostros ovalados y cuadrados".
Paul Tudor, director del salón David Künzle Fuencarral, añade que, "al no tener unas líneas marcadas, puede fundirse perfectamente con las capas del cabello y darle ese look casual y boho chic que le caracteriza". Eso sí, merece la pena recordar que la canaria lleva años cortándoselo ella misma y admite que a veces con algún que otro trasquilón; así que aquí la clave está en ganar experiencia o, si no terminas de atreverte, llevar el vídeo de Ariadne a un profesional como inspiración para curarte de espantos.





