Penélope Cruz acaparó todas las miradas a su llegada a la Academy Museum Gala, en Los Ángeles, donde deslumbró con un espectacular vestido blanco de Chanel con el que rindió tributo a las divas del cine clásico. La actriz española, de 51 años, fue una de las grandes protagonistas de la noche al recibir el premio 'Icon Award' y su look no solo estuvo a la altura sino que escondía un detalle del que pocos se dieron cuenta. Ha tenido que ser su estilista el encargado de desvelar el "secreto", confesando que la mujer de Javier Bardem quiso hacerse para la ocasión un ligero cambio de look.
"Mechas couture blowout y caramel flan para la más guapa", escribió el artífice de su nueva melena, el estilista griego Dimitris Giannetos, un peluquero muy reconocido en Hollywood por ser el responsable de algunos de los looks más comentados de estrellas como Amal Clooney, Demi Moore, Gigi Hadid, Kendall Jenner, Cindy Crawford, Alessandra Ambrosio o Kim Kardashian, además de Rosalía, Eva Longoria y Camila Cabello. En su perfil de Instagram, Giannetos describió qué es exactamente lo que le hizo a la actriz y publicó estas fotos que reflejan lo mucho que le favorece el cambio.
La nueva supermelena de Penélope Cruz
"Penélope estaba espléndida. Es, seguramente, el tono de cabello que más suaviza y endulza su rostro y por eso es un término ideal para calificar el tono que luce: "caramel flan". Podemos definirlo con un tono que resulta de la combinación de matices dorados, miel y cobrizos suaves, similares, obvio, a un rico flan de caramelo", nos cuenta Fran Galán, estilista del salón The Beauty Concept Hair. "Es verdad que se trata de una técnica popular de coloración que se aplica en forma de mechas balayage que aportan mucha luminosidad y brillo, pero adaptadas al rostro de Penélope con esta onda muy clásica y a la vez moderna es un combo ideal que logra un efecto muy sofisticado con su Chanel blanco con strass", afirma.
"Como el postre que le da nombre, nadie puede resistir"
Para Álex Sestelo, director del salón que lleva su nombre, el secreto está en la sutileza: "Penélope acaba de darle un giro inesperado a su melena y la verdad es que el nombre no podría ser más acertado. Este tono se mueve entre lo goloso y lo sofisticado: una base castaña tibia, bañada por reflejos dorados y miel que parecen fundirse con la luz. No es ni rubia ni morena, sino ese punto medio cremoso que recuerda al brillo del caramelo cuando empieza a dorarse en el fuego".
En su opinión, "lo bonito de este color es que no grita, susurra". "Enmarca el rostro con suavidad, ilumina sin exceso y mantiene esa elegancia cálida tan propia de Penélope. Además, tiene algo casi táctil, como si el cabello se volviera más sedoso solo con mirarlo", defiende Sestelo, que apunta a que es un tono "pensado para mujeres que quieren un cambio visible, pero sin renunciar a la naturalidad —ese equilibrio difícil de conseguir entre lo pulido y lo espontáneo". Y es que el "caramel flan" no busca transformar, sino realzar: "Es una invitación a jugar con la luz, a dejar que el cabello cuente otra historia según cómo se mueva o desde dónde le dé el sol. En un mundo donde los tonos extremos dominan, este color se siente casi como un respiro: dulce, elegante y con ese toque de placer culpable que, como el postre que le da nombre, nadie puede resistir".
Un degradado sutil y perfectamente difuminado
También hemos analizado la melena de la ganadora del Oscar por Vicky Cristina Barcelona con Daniele Sigigliano, que define el color como “una auténtica obra maestra del equilibrio”. “Es justo lo que necesitábamos ver esta temporada: cálido, cremoso y sofisticado, sin caer en excesos. Me fascina cómo mantiene su base castaña profunda y juega con reflejos de caramelo fundido que aportan luz, dimensión y movimiento, sin perder la elegancia que caracteriza su melena. Es un ejemplo perfecto de cómo modernizar un clásico sin romper su esencia”, dice el director creativo de Blow Dry Bar Madrid.
Lo más interesante de este tono, nos confiesa, es "su textura visual". "No se trata de un balayage evidente ni de unas mechas tradicionales, sino de un degradado sutil y perfectamente difuminado que crea ese efecto de brillo natural, como si el sol hubiera acariciado el cabello durante semanas. Es una técnica que requiere precisión y conocimiento del color, porque l atransición entre tonos debe ser imperceptible, pero llena de vida. Desde el punto de vista técnico, el “caramel flan” es un color agradecido y fácil de mantener. Al tener una base cercana al tono natural, evita los contrastes duros y permite espaciar los retoques. Aun así, recomiendo realizar glaseados o baños de brillo cada seis u ocho semanas para preservar su luminosidad cremosa", es el consejo del experto.
Además, para mantener un color impecable, insiste en la importancia de incluir en la rutina champús sin sulfatos y protectores térmicos si se utilizan herramientas de calor. El nombre describe a la perfección ese matiz dulce y cremoso que refleja la luz con suavidad, sin rigidez ni artificio. Es femenino, versátil y con un punto de sofisticación natural que lo hace irresistible. En Penélope funciona de maravilla porque respeta su identidad. No busca transformarla, sino realzarla. El contraste entre su piel cálida, sus ojos oscuros y esos reflejos dorados crea un equilibrio impecable entre sensualidad y elegancia. En definitiva, es luxury hair color en su máxima expresión: un color que transmite cuidado, naturalidad y estilo sin esfuerzo. En Penélope, todo encaja: técnica, tono y actitud. El resultado es pura armonía", concluye.
La tendencia más elegante del otoño
Por último, Cristina Solymosi de la clínica estética & peluquería MA BELLE, añade que el tono “caramel flan” está marcando tendencia esta temporada por su elegancia, calidez y versatilidad. "Se trata de una base castaña media a oscura enriquecida con reflejos cálidos, caramelo, miel y dorado suave, que aportan dimensión, luminosidad y movimiento natural al cabello".
"La técnica que solemos utilizar para lograr este efecto es una combinación de balayage y babylights, que permite crear un degradado muy delicado y sin líneas marcadas. Esto no solo da un acabado sofisticado, sino que también hace que el mantenimiento sea muy cómodo, ya que la raíz se integra de forma armónica con el resto del color. Además, es un tono muy favorecedor para pieles con subtonos cálidos, pero al modular la intensidad de los reflejos, se puede adaptar perfectamente a otros tipos de piel, lo que lo convierte en un look altamente personalizable. El de Penélope es un color que te permite iluminar sin necesidad de aclarar demasiado. Es ideal para quienes buscan un cambio elegante, sutil y atemporal".