Leonor y Letizia no solo comparten armario -para muestra, el vestido estampado que eligió la heredera para la recepción del Palacio de Marivent de este verano-, también un look de belleza natural y muy favorecedor con una apuesta inquebrantable por el pelo largo. La psicóloga Beatriz Romero Martín, nos decía que la supermelena que la Reina mantiene a los 50 "es una afirmación de libertad, vitalidad y autenticidad". En el caso de la princesa de Asturias, hablamos de una tendencia que arrasa entre adolescentes y veinteañeras, aunque el mensaje que lanza va mucho más allá según nuestros expertos.
"La imagen que proyecta la princesa Leonor al mantener su melena larga durante años tiene mucha fuerza, y dice mucho sin necesidad de palabras. En un mundo que cambia constantemente, ella transmite estabilidad, coherencia y una sensación de serenidad. Es una imagen que conecta con la naturalidad, con lo auténtico. Y eso, especialmente viniendo de una figura pública joven, resulta muy simbólico", nos dice Beatriz Gil Bóveda, psicóloga, CEO y fundadora de Psique Cambio.
El pelo largo como símbolo de coherencia
Aparte de Beatriz Gil Bóveda, hablando con Pedro Moreno, Educator Manager de los salones Jean Louis David, coincide en el mensaje que lanza la Princesa con esta apuesta por un solo look: "Mantener su melena larga transmite una imagen de coherencia, sobriedad y tradición. En una sociedad en la que los cambios de look son constantes, su decisión de conservar la longitud habla de estabilidad y de una feminidad clásica que muchas jóvenes valoran e imitan".
La psicóloga también explica que en la adolescencia, "muchas veces se asocia el cambio de look con rebeldía o con búsqueda de identidad, su decisión de no modificar su estilo envía un mensaje muy claro: 'sé quién soy y no tengo que demostrarlo'. Esa constancia también puede interpretarse como una forma de cuidarse, de preservar su intimidad, y de no dejar que su imagen se diluya en lo que los demás esperan de ella".
Componente emocional
Sobre la tendencia en sí, tiene calado pues históricamente se ha asociado el pelo largo a la belleza femenina y a pesar de que Gil Bóveda señale que afortunadamente los tiempos están cambiando, "sigue teniendo una carga simbólica muy fuerte. Y aunque hoy hay más libertad, y eso es una gran noticia, muchas adolescentes todavía ven en el pelo largo un camino para sentirse más guapas o más 'mujeres'".
Además, razona que "cuando una persona mantiene su estilo sin grandes cambios, y lo hace desde la libertad, no por miedo, suele ser señal de estabilidad emocional. Habla de alguien con claridad interna, que no necesita transformarse todo el tiempo para definirse". El peluquero de Jean Louis David añade que "en el caso de Leonor, es un gesto de identidad muy claro porque lleva años fiel a ese estilo. Eso significa que, más allá de las modas pasajeras, su melena se ha convertido en parte de su personalidad pública".
El estilista define poéticamente al cabello como una forma de lenguaje silencioso que transmite constancia o seguridad personal: "Para muchas adolescentes, mantener el largo se convierte en una forma de expresar compromiso con una imagen estable que acompaña su proceso de madurez". Además, "el brillo y la densidad de una melena así no son solo atributos estéticos, sino que proyectan salud y cuidado interior. La vitalidad del cabello refleja hábitos saludables, desde la alimentación hasta la elección de productos de calidad, lo que convierte al pelo largo en un espejo del estilo de vida".
Fiel a sí misma
Sobre el mensaje subliminal que podría lanzar la Princesa, la CEO y fundadora de Psique Cambio lo relaciona con discreción, "pero también con seguridad y respeto por su rol institucional. No cambiar de imagen no significa quedarse estancada, sino mantenerse fiel a lo que una siente que le representa". Aunque la transformación no es negativa, "para muchas personas, renovar su imagen es parte de su proceso personal y es positivo. Lo importante es que venga desde dentro, no por presión externa. Ya sea cambiando o manteniéndose igual, lo fundamental es que sea una decisión auténtica".
En cuanto a las particularidades que comparten las personas que transmiten seguridad en sí mismas, la psicóloga apunta que "no se mide por cómo vistes, sino por cómo te sientes con lo que llevas puesto y qué huella dejas en los demás. Una persona segura no se disfraza para agradar, ni se adapta a cada moda por miedo a no encajar. Elige desde el gusto y el estilo, no desde la necesidad. Hay estilos muy llamativos que reflejan mucha personalidad, y otros más discretos que también lo hacen. Pero en ambos casos, lo que se percibe es coherencia. No buscan validación constante, sino que usan su imagen como una forma más de expresarse".
Los trucos del peluquero
"Para conseguir una melena así de cuidada, recomiendo rituales de hidratación profunda, cortes regulares de puntas para evitar que se abran y productos que fortalezcan la fibra, como tratamientos a base de proteínas o sérums nutritivos. La constancia es la clave: un pelo largo sano no es fruto dela casualidad, sino del cuidado diario", recuerda el Educator Manager de Jean Louis David.
"Se asocia con un ideal de coherencia, de brillo extremo y de un cabello saludable que refleja feminidad absoluta. Más que una moda pasajera, se percibe como un símbolo de protección, estabilidad y cuidado consciente, fruto de rutinas constantes y de una atención que va más allá de lo estético", agrega el especialista.
Una moda que sigue la Princesa y muchas chicas de su edad como respuesta a un rito fundamental: "Seguir las modas en la adolescencia cumple una función importante a nivel psicológico. En esa etapa están construyendo su identidad, y para lograrlo muchas veces necesitan mirar hacia fuera. La moda les da una referencia, una manera de pertenecer al grupo, de sentirse incluidas. Eso les da seguridad", concluye Gil Bóveda.