Si hay algo que identifica a Paula Vázquez es su eterna sonrisa. Y, ahora, como ella misma nos desvela, tiene muchos motivos para sonreír, ya que está muy ilusionada, en todos los aspectos de su vida. Ha disfrutado de un verano intenso, ha desconectado en unas breves vacaciones, pero también ha comenzado a grabar un nuevo programa de aventuras y desafíos para Televisión Española. Con un brillo especial en la mirada, la presentadora gallega, de 50 años, se estrena además como imagen de IT Cosmetics. Un proyecto que, nos confiesa, nunca pensó que le llegaría en esta etapa de su vida.
—Paula, has tenido un verano movidito, con trabajo y vacaciones. ¿Qué es lo que más te gusta hacer cuando no estás trabajando?
—Lo que más disfruto es perderme: con amigos, conciertos, viajes, en la naturaleza, en una lectura, o en una conversación que me nutra. Me gusta reencontrarme con lo esencial, con esa rutina, sin horarios, donde solo existe el presente.
—¿Cómo recargas las pilas?
—Silencio, mar y música. Pasear descalza por la orilla, o el césped, dejar que el viento me aclare las ideas. Y, sobre todo, estar con la gente que me quiere de verdad. Eso recarga más que cualquier spa.
—¿Cómo te ves a tus 50 años?
—¡Mira, divina! Nunca me imaginé que me iba a sentir tan bien conmigo misma. Nunca pensé que iba a tener un nivel de trabajo y de actividad social como cuando tenía 25 años. ¿Quién me iba a decir a mí, que empecé como como modelo a los 16 años en Barcelona, que iba a hacer una campaña de cosméticos con 50 años? También con mucha paz. No sé si más sabia, pero sí más serena. Con mucha más calma. Con menos exigencias y más disfrute. Me imagino disfrutando de las pequeñas cosas con una intensidad aún mayor. Y, si la vida lo permite, ayudando a otras mujeres a vivir sus propias transformaciones con alegría y sin miedo.
—¿Te asusta el paso del tiempo?
—No, al contrario. Me parece emocionante. El tiempo te enseña a elegir, a soltar. Es un maestro silencioso. Envejecer es, en realidad, un privilegio.
—¿Sientes que has llegado a la mitad de tu vida? ¿Haces balance?
—Hago balance, sí, pero sin nostalgia. Con gratitud. He vivido mucho, he amado mucho, he aprendido… y sigo teniendo hambre de futuro. No hay ecuador cuando aún tienes tanto por vivir.
—¿Piensas en lo que está por venir o prefieres vivir el presente?
—El presente es mi lugar favorito. Hacer planes está bien, pero vivir el ahora con consciencia lo es todo. Es un regalo que a veces se nos olvida abrir.
—¿Has notado cambios en tu piel? ¿Cuál es tu rutina de belleza?
—Claro que sí y es completamente natural. La piel cambia, pero también te cuenta cosas. La clave está en cuidarla con cariño. Mi rutina es sencilla pero constante: limpieza suave, hidratación profunda, protección solar… Y productos como CC+ Cream de IT Cosmetics, que no solo cubre, sino que trata. Es como un abrazo con color.
—Sabemos que convives con la rosácea. ¿Cómo has aprendido a cuidarla?
—La rosácea me ha enseñado a ser más paciente, más cuidadosa. No se trata de combatirla, sino de acompañarla. Por eso elijo productos que calmen, que no irriten, que trabajen a favor de mi piel. IT Cosmetics me ha ayudado mucho en ese sentido: son fórmulas respetuosas, pensadas para pieles sensibles, pero sin renunciar al resultado.
—¿Tienes algún truco infalible de maquillaje en plató?
—La luz y la piel jugosa. A veces, mezclo una gota de aceite facial con la base para ese efecto natural y saludable. Y, por supuesto, unas buenas cejas: son el marco de todo.
—¿Cómo te mantienes en forma, especialmente cuando has estado en programas muy dulces?
—[Ríe] ¡Con mucho equilibrio! Me gusta comer bien, disfrutar, pero también escuchar a mi cuerpo. Moverme, descansar, darme espacio. No hay fórmulas mágicas, solo coherencia.
—¿Practicas ejercicio con frecuencia?
—Sí, pero sin obsesión. A veces yoga, a veces caminatas largas, otras veces bailar por casa. Lo importante es moverse desde el placer, no desde la obligación.
—Dijiste recientemente: «Estoy viviendo un momento personal muy bonito». ¿Te sientes más libre de mostrar tus sentimientos?
—Sin duda. La madurez te da permiso para ser, sin pedir perdón. Para sentir, para ilusionarte, para decir «estoy feliz» sin miedo al juicio.
—¿Cuál es tu fórmula secreta para estar tan radiante?
—Aceptarme. Rodearme de belleza en todas sus formas: humana, artística, natural. Dormir bien, reír mucho, amar mejor. Y cuidarme, por dentro y por fuera. Cuando el alma está en paz, la piel lo refleja.
—¿Cómo describirías tu momento vital actual?
—Pleno. Siento que estoy en mi centro. No necesito tanto para estar bien. Lo valioso ya está.
—¿Qué te motiva a levantarte cada mañana?
—Las ganas de seguir descubriendo. La certeza de que siempre hay algo por lo que ilusionarse.
—¿Qué te hace feliz?
—Lo sencillo. Una conversación verdadera. Un paseo al atardecer. Una canción que me atraviese. El arte, el amor, la calma.