Los pesos pesados en cosmética cuentan con el ácido hialurónico de reconocido poder hidratante, el retinol regenerador o la vitamina C iluminadora como los tres protagonistas principales de las rutinas de belleza más recomendadas; aunque siempre van acompañados por otros activos que impulsan sus beneficios entre los que destacamos a la niacinamida, los ácidos exfoliantes, las ceramidas y muchos más con los que crear fórmulas capaces de mantener la calidad, elasticidad, firmeza o jugosidad en la piel con un tono igualado. Una lista de grandes aliados a los que se suman los péptidos que ya han conquistado a expertos y usuarios por su capacidad de impulsar la producción de colágeno y elastina endógenos.
Otra baza con la que además cuentan estas cadenas cortas de aminoácidos son estudios como el que ha llevado a cabo la Universidad de Singapur; una investigación que deja datos tan impactantes como el que destaca Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8: "Comprobaron que, tras cuatro semanas de aplicación tópica de un complejo peptídico, la profundidad de las arrugas se reduce hasta un 48%, según publicó la revista Scientific Reports".
Péptidos: el activo de moda que respalda la ciencia
Todos los activos de las fórmulas de skincare que usamos a diario cuentan con estudios científicos a sus espaldas que corroboran su eficacia y seguridad, e incluso están sujetos a revisiones posteriores como les ha pasado al TPO y el DMPT, prohibidos desde el 1 de septiembre por sus posibles efectos negativos sobre la fertilidad.
En el caso de los péptidos, las novedades son mucho más halagüeñas, pues resulta que los investigadores de la NUS (National University of Singapore) han demostrado que realmente transforman la piel tras un uso continuado: "Los resultados van más allá del efecto tensor, estamos ante una generación de ingredientes bioactivos capaces de comunicar a las células sobre cómo regenerarse, relajarse o sintetizar proteínas clave como el colágeno", explica la directora dermocosmética de Perricone MD, Mireia Fernández.
Eso sí, para notar los grandes beneficios de los que hablan las expertas hay que saber qué tipo de producto elegir: "Para que los péptidos penetren, tienen que estar vehiculizados, encapsulados o modificados estructuralmente para mejorar su afinidad con la piel y optimizar su rendimiento", apunta la creadora de Byoode, Raquel González, de otra manera se quedan en la superficie sin realizar el trabajo que tienen que desempeñar más allá de la epidermis.
Tipos de péptidos
Además de la manera en la que se formulan, también existen diferentes tipos de péptidos en cosmética como nos indica David Fernández Polo, Skincare Education Specialist de Paula’s Choice: "Se dividen en cinco categorías principales: péptidos señalizadores, péptidos transportadores, inhibidores de las señales nerviosas, inhibidores enzimáticos y antimicrobianos. Los péptidos de señalización son los más populares y los que ofrecen más opciones debido a su papel en la reparación celular y a su capacidad para ayudar a la piel a producir más colágeno y elastina". El experto revela todos los beneficios que encierran estos últimos:
- Reafirmar la piel.
- Reducir el aspecto de las líneas de expresión.
- Reforzar la barrera cutánea.
- Mantener la hidratación.
- Combatir la inflamación.
- Reducir las imperfecciones.
Sobre el tipo de productos en los que encontrarlos, Fernández Polo asegura que "son ingredientes muy versátiles. Eso sí, generalmente el formato sérum o booster permite que se puedan formular a concentraciones más altas, lo que los hace ideales para problemáticas más persistentes como arrugas profundas o pérdida de firmeza. También los podemos encontrar en cremas hidratantes, productos labiales o en contornos de ojos, donde, además de sus beneficios restauradores, aportan hidratación y refuerzan la barrera cutánea".
En definitiva, un ingrediente que ofrece grandes posibilidades y que demuestra su valor ante la ciencia.