Como editora de belleza, he probado muchas bases de maquillaje –y he aprendido a través del clásico prueba y error–. Algunas prometen una piel de porcelana, otras apuestan por el efecto glow, e incluso existen opciones que se presentan como tratamiento y maquillaje en uno. Pero pocas –muy pocas, y créeme porque tengo un histórico importante– consiguen equilibrar ese deseo de una tez luminosa, unificada y, lo más importante, que se mantenga impoluta durante todo el día. A mi piel mixta le cuesta encontrar su match. La mayoría de los fondos me dejan la cara como una máscara o, en cuestión de horas, pierde frescura. Hasta ahora.
Y digo hasta ahora porque fue probar All Hours Glow Foundation de YSL Beauty y tener claro que había encontrado algo especial. Un producto que no solo embellece la piel al instante, sino que la trata, la hidrata y la transforma con el paso de los días. ¿Lo mejor? Ese glow saludable y uniforme que aguanta hasta 24 horas sin resecar ni sacar grasa. Más bien al contrario. Mantiene la piel jugosa y muy bonita –y eso me ha costado mucho encontrarlo en un solo frasco–.
De hecho, el glow que consigue esta base no es un brillo graso ni un acabado glitter. Es un resplandor natural que parece salir de dentro de la piel. Gracias a unos pigmentos inteligentes que imitan la textura cutánea natural, el acabado es imperceptible al ojo, pero marca la diferencia en el espejo –y en las fotos, por cierto–.
Una base de maquillaje híbrida entre tratamiento y maquillaje
Lo que más me sorprendió al aplicarla por primera vez fue su textura: no es una base al uso, es mucho más ligera, casi como un sérum, pero con una cobertura que puedes modular según el acabado que necesites. No pesa, no parchea, no se oxida. Y lo más importante para mí –y sé que para muchas personas–, deja un acabado natural, jugoso y bonito, pero sin sensación pegajosa ni efecto máscara.
¿La razón? Su fórmula está compuesta en un 78% por sérum, lo que significa que actúa como un verdadero tratamiento para la piel. En su corazón, encontramos ácido hialurónico –mi ingrediente fetiche para mantener la hidratación–, niacinamida, para iluminar y unificar el tono, y extracto de pétalos de jazmín de los jardines comunitarios de Ourika de YSL, que calma y revitaliza. Una combinación que se siente suave al contacto con la piel, pero cuyo efecto se nota de inmediato. La piel luce más luminosa, hidratada, lisa y, en definitiva, más bonita. De hecho, muchas personas me han preguntado que qué me he hecho en la cara. Por algo será.
El secreto de una buena cara 24 horas
Tengo que confesar que lo que más valoro en una base de maquillaje es que mantenga el equilibrio. Me explico. Lo que me conquistó de All Hours Glow Foundation de YSL Beauty fue que me aguantó intacta durante todo el día –y llevo un ritmo bastante acelerado–, pero sin apagar ni saturar la piel. Y esto no lo consigue cualquiera. De hecho, me la habían recomendado precisamente por esta característica, por tener una gran duración y resistir al calor, la humedad y las noches largas. Y ha cumplido mis expectativas.
Y no solo lo digo yo. Según los datos del estudio de YSL Beauty*, tras 14 días de uso, el 75% de las mujeres notaron una piel más luminosa, el 83% una textura más tersa y el 82% una piel más saludable. Y puedo dar fe de que no es marketing. Tras una semana usándola de forma continuada, mi piel tenía mejor aspecto incluso antes de aplicarla. Esa mejora progresiva es uno de los puntos más diferenciales de esta base.
Todo esto tiene una explicación y está en su formulación. Incorpora polímeros que prolongan la fijación y mantienen el maquillaje intacto hasta 24 horas. He salido de casa por la mañana, trabajado, salido a cenar, y al llegar a casa seguía con buena cara. De verdad. Sin necesidad de retoques ni sprays fijadores.
Adaptable de día, imbatible de noche
¿Otro de sus puntos fuertes? Su versatilidad. Puedes aplicarte una capa finísima para un efecto buena cara instantáneo o trabajarla con una segunda capa para conseguir una mayor cobertura. Funciona igual de bien con brocha que con esponja –aunque he de confesar que por las mañanas antes de ir al trabajo y cuando quiero que luzca ultra natural, me la aplico con los dedos–, y se funde con la piel de forma (casi) mágica. Palabra de editora de belleza.
En mi rutina habitual, la aplico por la mañana con movimientos suaves y la sello con un poco de polvo solo en la zona T. Por la noche, si quiero un extra de glow, la combino con el icónico Touche Éclat Stylo de YSL Beauty en puntos clave (ojeras, pómulos, arco de Cupido...) y con el iluminador All Hours Hyper Luminize para elevar el look (y la luminosidad) a un nivel superior. Es un combo que nunca falla. Y si tienes la piel grasa y eres más de bases de maquillaje de acabado mate, pero sin renunciar a la luminosidad, la All Hours Foundation Mat Lumineux es una opción que te va a enamorar.
El maquillaje que se adapta a ti (y no al revés)
Disponible en 40 tonos, la base All Hours Glow Foundation ha sido formulada para fundirse con cualquier tipo de piel, sea cual sea tu tono o subtono. En mi caso, encontré el mío en el primer intento. Se adapta tan bien que parece hecha a medida. Y eso, junto con todo lo anterior, la convierte en un básico en mi neceser. Porque cuando encuentras un producto que embellece y cuida la piel al mismo tiempo, y además te hace sentir bien, lo demás pasa a un segundo plano.
No es fácil enamorarse de una base de maquillaje cuando has probado tantas. Pero esta no es una más. Es un híbrido perfecto entre maquillaje y tratamiento, con una tecnología sensorial, una textura envolvente y un acabado de luminosidad atemporal que desafía (y supera) todas las expectativas.