Cristina Oria, chef y empresaria: “Hoy os abro las puertas de mi casa y os comparto mis secretos más especiales”

Hay rutinas que se convierten en rituales. Pequeños gestos cotidianos que nos reconectan con lo esencial: una taza de café al amanecer, el aroma fresco de una fragancia que acompaña cada momento del día, la emoción de sentirte cómplice de tus hijos después de una tarde de juegos, la calma de un jardín cuidado con mimo…

En su espacio más privado y familiar, descubrimos a Cristina Oria en una faceta inédita. Natural, cercana y auténtica. Una mujer que disfruta del lujo silencioso de lo cotidiano y que encuentra inspiración en esos pequeños instantes que, aunque no siempre se comparten en redes, son los más verdaderos. Acompañados del aroma de su fragancia 4711 Original -que lleva en su casa varias generaciones, como Cristina nos cuenta-, estos momentos del día a día dan lugar a su versión más original, natural y sin filtros junto con sus seres más queridos.

El día no empieza oficialmente hasta que se sirve el primer café. Lo confiesa ella misma con una sonrisa: «Hasta que no me tomo el primer café de la mañana, es mejor no dirigirme la palabra». Ese primer sorbo, siempre en silencio, se convierte en un momento sagrado. Antes de las reuniones, antes de los correos, incluso antes de que la casa despierte del todo. Cristina se regala un instante de pausa y frescura para sí misma. Porque el verdadero bienestar empieza en los detalles.

Entre tomateras, frambuesas y tierra fresca, Cristina encuentra su refugio. Su huerto ecológico no es solo un espacio de cultivo, sino un auténtico santuario. Allí desconecta, se libera del ritmo frenético del día a día y se conecta con lo natural. «Este lugar para mí es sagrado», desvela. Rodeada de silencio y vegetación, cosecha no solo ingredientes, sino también momentos de serenidad. En la mesa, sus recetas saben a eso: a autenticidad, a origen, a vida simple.

Hay cosas que no se ven en redes sociales, pero que son la esencia de la vida real. Como un improvisado partido de fútbol con sus hijos o ese caos entrañable tras una ducha. «Juego al fútbol… bueno, lo intento. Los culpables son ellos, mi familia». Después del juego, llega el momento de reconectar: peinar al pequeño, aplicarle su colonia favorita y volver a empezar. 4711 Original, con su frescura icónica, se convierte en parte del ritual: un gesto compartido, familiar y lleno de ternura.

Las flores, siempre frescas, son casi imprescindibles en su mesa. Le aportan ese toque de color y naturalidad que tanto la representan. Cristina disfruta de ser anfitriona y se nota: cada detalle está pensado, cada servilleta tiene su lugar… incluso recibe con el aroma de 4711 en el ambiente que transforma lo cotidiano en especial. Esa pasión por recibir, por hacer sentir bien a los suyos, es otra forma de expresar amor —y estilo—.

Abrir las puertas de casa es, en realidad, abrir las puertas del alma. Y en esta ocasión, Cristina nos ha dejado ver su versión más original: la que no siempre enseña, pero que define quién es. Madre, cocinera, empresaria, jardinera, anfitriona. Una mujer que celebra los pequeños placeres, los gestos íntimos y los momentos reales. The Original Me de 4711 es exactamente eso: encontrar belleza en lo sencillo, y disfrutarlo con una fragancia que ha acompañado a la familia durante generaciones… y que hoy sigue inspirando nuevos comienzos.

Desde hace más de dos siglos, 4711 Original Eau de Cologne ha sido sinónimo de frescura, bienestar y autenticidad. Su inconfundible combinación de cítricos, lavanda y neroli ha trascendido generaciones, convirtiéndose en la fragancia perfecta para el día a día de toda la familia, un gesto diario que acompaña momentos reales y memorables. Con el concepto The Original Me, la firma nos invita a redescubrir la belleza de lo simple, lo cotidiano, lo nuestro. Lo de siempre.