Venecia siempre ha sido escenario de historias memorables. El glamour lo inunda todo. Da igual que sean directores de culto o estrellas de Hollywood, la ciudad de los canales convierte cada paso por la alfombra roja en un acontecimiento. Y este año, entre góndolas, focos y rumores de estrenos, dos españoles consiguieron eclipsar el photocall. Eugenia Silva y Miguel Ángel Silvestre aparecieron impecables, radiantes, con esa complicidad que traspasa la pantalla. Aunque lo más interesante no fue solo lo que vimos, sino aquello que permaneció invisible, un aroma.
Porque además de vestidos de lujo y trajes diseñados a medida, hubo un detalle compartido que se convirtió en su auténtico talismán. Instantes antes de salir hacia el Lido, ambos se perfumaron con una fragancia de Armani Privé, la línea de fragancias exclusivas de Giorgio Armani, concebida como reflejo directo de sus colecciones de Alta Costura.
© Armani BeautyArmani Privé, la alta costura hecha perfume
Desde 2004, Giorgio Armani traduce la esencia de sus colecciones de moda en fragancias únicas. Ingredientes de alta calidad, trabajados con la misma precisión que un vestido de atelier, se transforman en aromas tan memorables como sus diseños. Así nació Armani Privé, una colección exclusiva que ha elevado la perfumería al nivel de la alta costura.
Dentro de este universo encontramos cuatro grandes familias: Les Eaux, luminosas y frescas; La Collection, el corazón más clásico de la casa; Les Terres Précieuses, inspiradas en paisajes minerales; y Les Mille et Une Nuits, intensas, opulentas y llenas de misterio. Cada fragancia es un capítulo distinto de este relato olfativo. Es en esta última donde se encuentra Cuir Nu, el lanzamiento más reciente de Armani Privé, y precisamente la fragancia con la que Eugenia Silva y Miguel Ángel Silvestre decidieron perfumarse antes de su gran noche en Venecia. Un gesto íntimo que convirtió su complicidad en un aroma compartido y que hizo que brillaran sobre la alfombra roja.
La colección de Armani Privé está formada por casi 40 fragancias que funcionan como capítulos de un mismo relato. Cada una es un viaje, una interpretación sensorial de un paisaje, una textura o un recuerdo personal de Armani. Y lo fascinante es que, aunque nacen de la misma casa, ninguna huele igual que otra.
Dos formas de elegancia, un mismo lenguaje
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© Armani BeautyLa modelo madrileña, que a sus 49 años sigue escribiendo las páginas más elegantes de la moda española, eligió para la ocasión un vestido de Armani Privé que parecía sacado de un sueño. El cuerpo, bordado con plumas y pedrería, abrazaba la silueta con un brillo sutil; la falda de sirena caía con la perfección de los tejidos trabajados en el atelier; y la espalda al aire dejaba claro que la sofisticación lleva su nombre y apellidos. No era solo un vestido, era una declaración de intenciones en sí misma. Y a cada paso, ese gesto de girarse para saludar o detenerse frente a los fotógrafos, quedaba acompañado por el aroma magnético de la fragancia Cuir Cu.
Su maquillaje también elevó su propuesta a la categoría de inolvidable. Detrás de esta imagen se encuentra la mano experta de Inés Castaños, maquilladora de confianza de la modelo, quien encontró en Audrey Hepburn la fuente de inspiración para crear un look atemporal y absolutamente favorecedor. El objetivo fue claro: que todo el protagonismo estuviera en su mirada. Para ello, apostó por un delineado acentuado que enmarca los ojos con intensidad y precisión, acompañado de cejas pronunciadas para subrayar aún más sus facciones. Una piel pulida, ligera y luminosa aportaba equilibrio, transmitiendo sensación de perfección natural.
© 1. Luminous Silk Foundation; 2. Eye Tint; 3. Cheek Tint Rosado; 4. Vertigo Lift; 5. Lip Power Nude. Todos de Armani BeautyLas claves para conseguir este maquillaje al estilo Audrey fueron: la icónica Luminous Silk Foundation, cuya textura ligera aporta un acabado impecable, fresco y aterciopelado. Después, el dúo de sombras líquidas Eye Tint en negro y marrón, que permitió trabajar tanto la cuenca como el relleno de cejas, demostrando la versatilidad de este producto. Y con la nueva máscara Vertigo Lift, con su efecto de definición extrema, consiguió la intensidad perfecta para la mirada. Para equilibrar, Inés aplicó en los pómulos un Cheek Tint rosado, aportando brillo multidimensional. Por último, los labios se mantuvieron en la gama nude, con una mezcla de Lip Power en los tonos 107 y 109, que al fundirse lograron el lip combo ideal para esta temporada: elegante y sutil.
© Armani BeautyA su lado, Miguel Ángel Silvestre volvió a confirmar que el clásico nunca falla. Con un esmoquin negro de corte impecable y camisa blanca, se situó entre los hombres más fotografiados de la noche. Podría haber sido uno más en el eterno desfile de tuxedos, pero no lo fue. Su presencia, reforzada por la misma fragancia que había elegido Eugenia, convirtió el look en un conjunto cargado de personalidad. Ese detalle invisible, el perfume, actuó como nexo. Un halo aromático que unía a la pareja sin necesidad de palabras.
La sensualidad del cuero hecho perfume
Creada por la perfumista Delphine Lebeau, Cuir Nu de Armani Privé se inspira en la tradición italiana de la marroquinería. Imagina el tacto del cuero más suave, trabajado con la maestría de un artesano, sobre la piel desnuda. Ese es el punto de partida. Luego llegan las sorpresas –y lo que hace que te gires o no ante una fragancia–. Un acorde de café ahumado que aporta una calidez inesperada, la frescura sedosa de la rosa, el magnetismo profundo del oud y la sensualidad del ámbar. El resultado es un perfume que no entiende de géneros. En Eugenia Silva se vuelve sofisticado y envolvente; en Miguel Ángel Silvestre, intenso y elegante. En ambos, deja un rastro difícil de olvidar.
© Armani BeautyQue Eugenia Silva y Miguel Ángel Silvestre eligieran este perfume para su gran noche en Venecia no es casualidad. La ciudad respira lo mismo que transmite la fragancia: misterio, sofisticación y el tan en tendencia lujo silencioso. Como las máscaras venecianas, que esconden y revelan al mismo tiempo, Cuir Nu juega con contrastes: potencia y suavidad, fuerza y caricia, tradición y modernidad. En su piel, el resultado fue magnético. En la de ella, reforzó la elegancia de un vestido ya de por sí inolvidable. En la de él, sumó profundidad a un look clásico que, gracias a la fragancia, se volvió único.
Lo bonito de esta historia es que no se trata solo de moda ni de cine, sino de complicidad. En un festival donde cada segundo está medido al milímetro, ellos encontraron un momento para compartir un detalle íntimo: elegir el mismo aroma antes de salir al mundo. Ese gesto los acompañó durante toda la velada. Y si algo nos enseñan noches como estas es que un perfume puede ser tan poderoso como el mejor vestido o el esmoquin más perfecto. A veces, incluso más.
