,type=downsize)
Este 3 de agosto Carlota Casiraghi cumple años. Si hace cerca de un mes recordábamos el aniversario de su matrimonio con Dimitri Rassam, ahora celebramos que sopla 39 velas fijándonos en uno de sus looks más rejuvenecedores: el moño desenfadado que elige para diario o eventos especiales por igual y con el que parece aún más joven. ¿Lo mejor? Es muy fácil de copiar y encaja a la perfección con el estilo sofisticado francés que encarna la sobrina del príncipe soberano de Mónaco.
© Getty Images
© Getty Image
© Getty ImagesEl moño 'messy' de Carlota Casiraghi
No cabe duda, es toda una experta en hacerse los moños desenfadados más estilosos con toda la gracia del mundo. Lo mejor es que cuentan con el beneplácito de los peluqueros, quienes alaban su naturalidad y poder a la hora de restar años como por arte de magia.
"Los peinados desenfadados nos tienen totalmente conquistados, y por infinidad de motivos", nos dice Luciano Cañete, fundador de los salones Corta Cabeza: "Carecen de rigidez, porque no son peinados estáticos ni forzados. Además, son versátiles y fáciles de adaptar a distintos tipos de rostro y textura capilar. Y si quien se peina es la misma persona que lo va a llevar, y tiene algo de maña, sabrá exactamente cómo ajustar el acabado a sus facciones".
© Getty ImagesCristina Diaz, jefa de estilistas de Salón Dotti, también destaca las bondades del look y justifica su poder rejuvenecedor "porque aporta frescura, movimiento y naturalidad. El peinado demasiado rígido o estructurado tiende a endurecer las facciones y sumar años visualmente. En cambio, un efecto desenfadado -como ondas suaves, mechones sueltos o recogidos ligeramente despeinados-, da esa sensación de 'me veo bien sin esfuerzo', que transmite juventud, vitalidad y confianza".
Eso sí, desde Salón Dotti revelan que el truco para que funcione está en el equilibrio: "Mezclar ese toque relajado con detalles cuidados. Por ejemplo, un moño bajo con textura pero bien pulido en los laterales, o una trenza desestructurada pero con algún accesorio elegante como una horquilla, clip dorado o perlas".
© Getty Images
© Getty ImagesLuciano Cañete opina que Carlota no falla al llevar moño messy en muchos de sus eventos formales: "Un buen maquillaje y unos complementos en sintonía con el peinado garantizan un lookazo. El calzado también suma. Y, por supuesto, la seguridad con la que defendemos el conjunto es parte del éxito".
También permite una gran variedad de posibilidades como nos cuenta el peluquero: "Cada acabado tiene su producto ideal; ceras, lacas, polvos mates, potenciadores de volumen, sprays de agua de mar, geles… incluso el agua. Su combinación permite infinidad de estilos: un moño de bailarina, un recogido con volumen y efecto despeinado, un wet look, un bed head, una trenza informal, un semirrecogido, un top knot… Todos ellos con un aire casual que respeta y potencia la textura natural y el tono del cabello".
Cristina Diaz señala como aliados a "los texturizantes ligeros como sprays de sal marina o mousse con volumen, para dar cuerpo sin apelmazar. Luego se fija con una laca flexible, que mantiene el peinado pero permite movimiento. Si quieres que dure toda la noche sin perder el rollo natural, puedes añadir un toque de cera en spray en las puntas o los mechones sueltos".
© Getty ImagesLo mejor es que hablamos de un peinado universalmente favorecedor pues al preguntarle a nuestros expertos a qué tipo de facciones favorece, Cristina asegura que "a casi todas, si se adapta bien. Por ejemplo, si el rostro es muy alargado, puedes añadir volumen en los lados; si es redondo, mejor ondas suaves que alarguen visualmente. El desenfado va genial porque se puede personalizar muchísimo: un flequillo ladeado, un mechón suelto, una raya rota… Siempre hay un punto donde el 'despeinado' favorece".
Y es que, como puntualiza el fundador de Corta Cabeza, "todo peinado puede adaptarse si se juega con los volúmenes y los mechones sueltos alrededor del rostro. Una coleta alta puede estilizar; una baja, aportar naturalidad. Cambiar la raya de lado transforma la expresión; añadir un flequillo (real o falso), sacar mechones de la patilla, dejar la nuca libre… Pequeños gestos que marcan la diferencia y permiten personalizar el peinado al máximo".
