Los fármacos agonistas de GLP-1 (su principio activo es la Semaglutida) dirigidos a la pérdida de peso y la diabetes (una clase de medicamentos que imitan la acción natural de esta hormona que controla los niveles de azúcar en sangre y regula el apetito) pueden llegar a ser utilizados por hasta 70 millones de consumidores en todo el mundo en 2028, según cálculos de Goldman Sachs. No cabe duda que pueden ser una solución para muchas personas que no encuentran la forma de bajar de peso haciendo dieta y ejercicio, pero no es menos cierto que tiene sus efectos secundarios.
Y es que, "una pérdida de peso rápida y poco controlada puede tener consecuencias visibles en la estética del rostro y del cuerpo", advierte Beatriz Beltrán, médico estético que ha tratado ya a más de 1000 pacientes con esta problemática.
De las consecuencias a nivel facial ya sabíamos. De hecho, muchas personas experimentan lo que se conoce como Semaglutida Face: "Pérdida de volumen en zonas como las mejillas, sienes y zona mandibular, lo que provoca un aspecto envejecido, con la piel más flácida y los rasgos más marcados", detalla la doctora Beltrán. Ten en cuenta que envejecemos por dos motivos principalmente: la pérdida de colágeno (fundamental para mantener la estructura cutánea), y la pérdida de grasa facial. Si a esto le sumamos la dosificación de fármacos con Semaglutida añadimos una pérdida extra de grasa facial, de manera que “el descolgamiento y el envejecimiento se puede acelerar”, aclara la Dra. Beltrán.
Efectos en el cuerpo de la rápida pérdida de peso
Esto a nivel facial, pero actualmente es en el cuerpo dónde más preocupan los efectos secundarios, "sobre todo cuando no se acompaña de un plan nutricional y físico adecuados", advierte Beatriz Beltrán. Y es que, ya se habla de que: "Muchos de estos pacientes recurren a la medicina estética para abordar los efectos de la pérdida rápida de peso en el cuerpo como el descolgamiento de los brazos, la piel sobrante en el abdomen, la caída de los glúteos y la laxitud en muslos debido a un adelgazamiento rápido, sin entrenamiento de fuerza y con una alimentación desequilibrada", comenta esta experta. Vamos a desgranarlos uno a uno.
- Descolgamiento de los brazos: cuando se pierde peso rápidamente, se reduce también la grasa subcutánea de la cara interna de los brazos. "El problema es que la piel no siempre acompaña esta reducción, especialmente si ya había cierta flacidez o falta de tono muscular. El resultado es una apariencia de brazo descolgado o ‘efecto alas de murciélago", comenta la médico estético.
- Piel sobrante en el abdomen: en el abdomen ocurre algo similar. La pérdida de grasa abdominal, sobre todo si ha sido acumulada durante años, puede dejar una piel sin capacidad de retracción. "Esto provoca pliegues, exceso de piel y una textura flácida que muchas veces genera incomodidad física y emocional", asegura Beatriz Beltrán.
- Caída de los glúteos: la grasa glútea actúa como soporte natural del volumen de los glúteos. "Al perderla de forma abrupta, los glúteos se vacían y caen. Además, si no hay suficiente masa muscular, el efecto de colapso es aún más evidente", detalla la doctora Beltrán.
- Flacidez en los muslos: Los muslos también sufren una pérdida importante de grasa, especialmente en la cara interna, donde la piel suele ser más fina y menos elástica. "Esto provoca un aspecto arrugado, flácido y sin firmeza", comenta la Dra. Beltrán.
Cómo evitar que todo esto suceda
Hasta aquí los males, no solo en la cara sino también ahora en el cuerpo que puede provocar la administración no controlada de Semaglutida. Pero también hay soluciones y bastante sensatas.
Dieta adecuada
La primera medida pasa por hacer una dieta rica en proteínas (de origen animal y vegetal), grasas saludables y en eliminar todo lo que empeora la calidad de nuestra piel y músculos.
- Prioriza las proteínas: como las carnes magras (pollo, pavo), pescado, huevos, legumbres (lentejas, garbanzos), lácteos bajos en grasa, frutos secos, semillas (lino y chía) y productos derivados de la soja (tofu y tempeh) para proteger la masa muscular durante la pérdida de peso.
- Consume grasas saludables: como aguacate, frutos secos, aceite de oliva virgen extra o aceitunas, pescados ricos en Omega3 y semillas que mejoran la elasticidad cutánea.
- Mantente hidratada: bebe entre dos y tres litros de agua. "Una piel hidratada responde mejor a la pérdida de volumen", asegura Beatriz Beltrán.
- Elimina los ultraprocesados, los azúcares simples y el alcohol: "Porque empeoran la calidad de la piel y el tono muscular", según la doctora Beltrán.
La segunda medida es realizar ejercicio de manera regular y mantenerte lo más activa posible:
- Entrenamiento de fuerza: entre tres y cuatro veces por semana para mantener o incluso aumentar la masa muscular. "Esto es clave para prevenir el descolgamiento", apunta la Dra. Beltrán.
- Cardio moderado: como caminar, nadar o correr en bicicleta. "Este tipo de ejercicio complementa la pérdida de grasa. Eso sí, no debe sustituir al entrenamiento de fuerza", advierte la experta.
- Ejercicios específicos para cada zona: concretamente, brazos, abdomen, piernas y glúteos, como sentadillas, zancadas, planchas, elevaciones de piernas, puentes de glúteo y remo con mancuernas, "porque ayudan a tonificar el tejido que queda tras la pérdida de grasa", aclara Beltrán.
Qué tratamientos profesionales pueden ayudarte en cada caso
Vaya por delante que es necesario establecer protocolos personalizados y adaptados a cada paciente. Dicho esto, la médico estético Beatriz Beltrán está tratando esta problemática principalmente con cuatro técnicas: Emculpt Neo, TightSculpting Fotona, Lamluma y Thermage, combinadas de manera diferente según la zona:
- Descolgamiento de brazos: En este caso, la experta recomienda combinar Emsculpt Neo con el láser tensor TightSculpting Fotona. "Combinamos el Emsculpt Neo que emplea radiofrecuencia y electroestimulación para tratar el músculo y la piel, y además añadimos un láser tensor para potenciar el tensado de la piel. Y en casos muy severos se puede añadir un estimulador de colágeno inyectado, como el ácido poliláctico (Lanluma)", explica. Lo mejor: que se puede hacer en cualquier época del año incluido el verano. Son necesarias una media de 4 a 6 sesiones. ¿Qué consigue? "Mejora de la firmeza, reduce la flacidez y consigue un aspecto más tonificado del brazo", según la experta.
- Piel sobrante en abdomen: El protocolo, en este caso, es muy parecido al anterior: combina Emsculpt Neo (radiofrecuencia y estimulación muscular) con inyecciones de ácido poliláctico Lamluma que actúan como un bioestimulador del colágeno, y radiofrecuencia Thermage. Son necesarias una media de 4 sesiones de Emsculpt Neo, 1 o 2 de Lamluma y 1 de Thermage. ¿Qué consigue? "Este protocolo combinado obtiene resultados visibles desde el primer momento, como tonificación abdominal y retracción de la piel", asegura la doctora Beltrán.
- Flacidez en muslos: En este caso, la experta aconseja combinar la potente radiofrecuencia Thermage con el láser tensor TightSculpting Fotona. "La combinación de láser y radiofrecuencia actúa a nivel profundo para estimular el colágeno y mejorar la textura y firmeza de la piel”, asegura. Son necesarias entre 4 y 6 sesiones de Fotona y 1 de Thermage. ¿Qué consigue? "Una piel más firme, suave y rejuvenecida", según la Dra. Beltrán.
- Caída de los glúteos: En este caso el combo ganador son las inyecciones de ácido poliláctico Lamluma (un estimulador del colágeno) junto con la radiofrecuencia y la estimulación muscular de Emsculpt Neo. "Con el inductor de colágeno se contornean las nalgas de forma natural y se recuperan los volúmenes perdidos y con la radiofrecuencia se estimula el tensado natural del tejido", comenta la experta. Son necesarias 2 sesiones. ¿Qué consigue? "Unos glúteos más redondeados, firmes y levantados, con un efecto natural y duradero", asegura.