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El verano es esa estación del año que nos invita a soltar, a aligerar y a renovarnos por completo. Y pocas cosas dan una sensación de “nuevo comienzo” como un buen corte de pelo. Pero no cualquier corte: si hay un estilo que está ganando (merecidamente) el protagonismo en salones de belleza y en redes, ese es el corte a capas. Ni demasiado estructurado ni completamente libre, consigue lo que muchas melenas buscan: volumen sin esfuerzo, movimiento natural y un aire desenfadado que combina a la perfección con los días largos, las ondas playeras y los estilismos más relajados. Porque a veces, el cambio no está en cortar mucho, sino en cortar bien.
© Getty Images¿Por qué los cortes a capas son una buena opción?
Cortarse el pelo no siempre significa sacrificar el largo: a veces se trata de recuperar forma, oxigenar la melena y devolverle esa vitalidad que se pierde con el peso del cabello uniforme. Las capas permiten jugar con el volumen y la dirección del cabello. Además, son altamente personalizables: se pueden adaptar al tipo de cabello, a la forma del rostro y al estilo de vida de cada persona.
© Getty Images¿A quién favorecen más?
Aunque parezca que son una solución universal, las capas realmente brillan cuando se adaptan bien. Favorecen especialmente a quienes tienen cabello fino y buscan volumen; también a quienes tienen mucho pelo y quieren aligerar sin perder presencia. En rostros redondos ayudan a estilizar, y en rostros alargados suavizan los ángulos. Lo importante no es si te favorecen, sino elegir el tipo de capas que lo hará.
© Getty ImagesVentajas de llevar el pelo a capas
Más allá de lo estético, llevar el pelo a capas tiene ventajas prácticas. Permiten espaciar los lavados porque la forma aguanta mejor el paso de los días. Facilitan el peinado, porque el corte ya hace gran parte del trabajo. Y además son una gran opción para quienes están dejando crecer el cabello: las capas ayudan a evitar esa fase de transición en la que el pelo parece sin forma.
© Getty ImagesCapas largas clásicas
Este es el corte ideal para las que quieren jugar a lo seguro sin sacrificar estilo. Las capas largas no quitan mucho largo, pero sí añaden cuerpo y movimiento. Dan la sensación de una melena con más volumen, más textura y más vida. Funcionan especialmente bien en cabellos lisos o ligeramente ondulados, y permiten que el pelo caiga de forma más fluida, evitando el temido efecto bloque.
© Getty ImagesCapas invisibles
Sutiles, discretas, casi imperceptibles a simple vista... pero muy efectivas. Las capas invisibles se diseñan dentro de la melena, sin alterar la línea exterior, lo que permite un acabado más natural. Son ideales para quienes tienen el cabello fino o escaso, y quieren evitar un look demasiado estructurado. También son una excelente opción si estás probando capas por primera vez y no quieres un cambio drástico.
© Getty ImagesCorte 'shag' a capas
El shag es ese corte que grita "libertad" sin necesidad de palabras. Popularizado en los años 70, mezcla capas cortas y medias de forma desordenada para crear volumen y textura en toda la cabeza. Es perfecto para quienes tienen cabello ondulado o rizado, ya que realza la forma natural del pelo. Y lo mejor: cuanto más despreocupado se vea, mejor queda.
© Getty ImagesCapas con flequillo cortina
Esta combinación es una de las más populares por una razón clara: es favorecedora y muy estilosa. El flequillo cortina suaviza el rostro, disimula frentes amplias y resalta los pómulos, mientras que las capas acompañan ese efecto, generando una melena con caída natural. Es ideal para quienes quieren enmarcar el rostro sin la rigidez del flequillo recto. Además, es fácil de peinar y muy versátil.
© Getty ImagesCapas degradadas
Elegantes, suaves y muy pulidas, las capas degradadas caen en progresión desde la coronilla hasta las puntas, creando una silueta envolvente que embellece cualquier melena. Son especialmente recomendables en cabellos medios a largos, y funcionan muy bien con peinados lisos u ondas suaves. Dan un aspecto muy natural, como si el pelo se moviese solo.
© Getty ImagesCapas en melena recta
¿Tienes el pelo liso y siempre has llevado el corte recto? Añadir capas suaves puede ser la solución perfecta para dar un giro a tu melena sin perder su esencia. Este tipo de capas dan movimiento al cabello, evitan que se vea plano y ayudan a crear peinados con más forma, aunque no uses herramientas de calor.
© Getty Images'Midi' con capas suaves
La media melena es una de las longitudes más versátiles que existen. Si le sumas unas capas suaves y estratégicas, el resultado es dinámico, moderno y con un toque chic muy francés. Estas capas se colocan generalmente en la zona inferior, permitiendo que el cabello gane movimiento sin perder estructura. Es una opción perfecta para quienes quieren un look pulido, fácil de mantener y con toque effortless.
© Getty ImagesCapas 'boho'
Inspiradas en los años 70, las capas boho aportan una vibra libre y romántica a la melena. Se combinan muy bien con ondas suaves o un acabado ligeramente despeinado, lo que las hace ideales para quienes quieren un look natural pero trabajado. Este corte suele mezclar varias longitudes de capas, desde la mandíbula hasta las puntas, lo que genera un efecto lleno de movimiento.
© Getty ImagesCapas para pelo rizado
Bien hechas, las capas en cabello rizado permiten que los rizos respiren, se definan mejor y se acomoden de forma más natural. Ayudan a evitar el temido “efecto pirámide” y distribuyen el volumen de manera equilibrada. Lo importante es que el corte se haga en seco o semi-seco, para respetar la forma real del rizo. El resultado: una melena más ligera, con movimiento y rizos protagonistas.
