El pasado 8 de junio celebrábamos el 12º aniversario de la boda de Magdalena de Suecia con una retrospección de sus looks de belleza desde entonces hasta ahora; un viaje beauty en el que descubríamos que salvo algunas excepciones, la hija menor de los reyes Carlos Gustavo y Silvia se ha mantenido fiel a su imagen. Hoy le toca el turno a su hermana mayor y la princesa heredera al trono sueco, quien este 14 de julio cumple 48 años. Victoria de Suecia también parece haber dado hace tiempo con los trucos que mejor le funcionan y sabemos cuáles son: del recogido bajo que elige para ocasiones formales a un maquillaje ultranatural en el que prima el "efecto glow".
Hasta en 2003, hace 22 años, comprobamos que la Princesa apostaba por un look muy similar al de la actualidad en el que el moño bajo y voluminoso se ha convertido en su peinado de cabecera para ocasiones formales como en este caso, para el banquete de presentación del Premio Nobel en Estocolmo, en el que lució la tiara de botones Bernardotte, un recogido con raya a un lado y maquillaje de piel luminosa, pómulos marcados y labios gloss.
Mantiene desde siempre su idilio con las cejas en sentido ascendente que según los expertos ayudan a conseguir un "efecto lifting" en la mirada. Aunque sí que notamos que ha adaptado la tendencia a 2025 aumentando el grosor y la intensidad del color para conseguir el acabado más tupido y natural que se lleva ahora; mientras que hace veinte años prefería la finura con reminiscencias a la década de los 90 que entonces acababa de finalizar.
La vemos una y otra vez a lo largo de los años con su recogido bajo de acabado pulido para el que a veces elige la raya en medio y otras el estilo sleek back que despeja por completo la frente y se convierte en la base ideal para lucir tiaras como la Fringe (de Baden), elaborada con 47 diamantes inspirados en los rayos del sol que eligió para la entrega de los Premios Nobel 2024 del pasado 10 de diciembre.
Le sienta especialmente bien y aporta calidez a sus rasgos; es un color de pelo profundo y muy favorecedor que combina lo mejor del castaño medio u oscuro con matices rojizos propios del caoba. El resultado es un tono elegante y sofisticado con destellos cobrizos que resaltan especialmente con la luz y que Victoria lleva con la técnica face framing que concentra los reflejos en los mechones frontales para iluminar el rostro.
También es muy habitual verla con las clean nails transparentes que arrasan esta temporada, aunque se atreve con el color y no solo con el rojo favorito de las royals, que también, el burdeos e incluso el naranja neón forman parte de su repertorio. Eso sí, siempre lleva las uñas cortas: el limado más funcional y discreto de todos.
La princesa heredera al trono sueco no padece de blush blindness, pero sí que ha convertido al colorete en la versión más ligera y luminosa en su mejor truco para destacar todavía más sus pómulos. Lo lleva con la técnica efecto lifting para más de 40 que recomiendan los expertos, en la que se colocan dos dedos en vertical junto a la nariz y se comienza la aplicación desde ahí hacia las sienes en sentido ascendente.
En definitiva, la naturalidad es su sello: piel luminosa, tono igualado con maquillaje de base apenas perceptible y un bronceado sutil los 365 días del año con el que luce un "efecto buena cara" permanente. Los ojos se perfilan tan solo en la esquina exterior para alargar la forma, aunque sí que aplica máscara en las pestañas inferiores y superiores, aparte de un ligero toque de gloss o bálsamo labial nutritivo. El look que más le favorece y que realza su belleza con discreción.