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Mujer rubia sonriente con camiseta blanca© Getty Images

Dra. Amira Chehade, dermatóloga, sobre el acné de Mallorca: "Es una forma particular de brote que aparece con el buen tiempo"

Cómo superar la relación tóxica entre sol e imperfecciones con los consejos de los expertos


Mariana Chacón
Editora de Belleza
9 de julio de 2025 - 6:00 CEST

"Los dermatólogos tenemos un mantra que no nos cansamos de repetir: no hay mejor producto antiedad que el protector solar. Pero yo añado, utilizándolo correctamente, en cantidad suficiente y con constancia, todo el año, incluidos los días nublados", apunta la Dra. Ingrid Fernández de Arroyabe, Dermatóloga de DEMYA Clínica Picó (Málaga). Porque la exposición solar diaria evitando las horas centrales es sinónimo de salud y, al contrario, cuando se abusa de los UV sin fotoprotección "harán acto de presencia las arrugas, manchas, flacidez, se acentuarán las líneas de expresión, aumentara la inflamación e inclusive el eritema persistente y la sensibilidad cutánea…". 

Además del envejecimiento prematuro del que avisan los especialistas (y del aumento exponencial en el riesgo de padecer cáncer), también existe otra condición que reaparece cada año con el buen tiempo: se llama acné de Mallorca y confirma la relación tóxica que existe entre el sol y la piel. 

Primer plano mujer piel bonita sombra árbol© Getty Images

Acné de Mallorca: el acné del verano

Como en todo, en el equilibrio está la clave del éxito; así lo explica Gema Cabañero, fundadora y directora de la Clínica Antiaging & Estética Avanzada Gema Cabañero: "Todo tiene sus pros y contras. Aunque el sol puede eliminar el exceso de humedad de la piel y mejorar nuestro aspecto gracias al bronceado, lo cierto es que son beneficios temporales". En el otro lado de la balanza están las consecuencias negativas: "Una larga exposición al sol como la practicamos en la época estival causará que la epidermis se engrose, facilitando la obstrucción del poro, lo que producirá nuevos brotes acneicos. A todo ello debe sumarse el incremento de sebo debido al aumento de sudoración y el daño cutáneo que provocan los rayos UVA". 

Además, el verano es la temporada de otra afección que causa imperfecciones; se llama acné de Mallorca y la doctora Amira Chehade, directora médica de Novo Clinic, nos habla de él: "Es una forma particular de brote que suele aparecer con la llegada del buen tiempo, especialmente en primavera y verano, cuando la piel se expone más al sol. A diferencia del acné común -que muchas veces está ligado a factores hormonales o genéticos-, en este caso hablamos de una erupción provocada por la combinación de radiación solar intensa, calor y, en muchos casos, el uso de cosméticos o protectores solares que taponan los poros". 

Mujer rubia con flequillo aplicando protección solar© Getty Images

Como explicación, la experta de Novo Clinic señala a una fotosensibilidad que se acentúa en verano: "La radiación ultravioleta actúa sobre ciertos productos que aplicamos en la piel, sobre todo los que tienen bases grasas o ingredientes oclusivos, y eso puede inflamar los folículos pilosos. Lo vemos como pequeños granitos o pápulas que suelen salir en zonas como el escote, los hombros, la espalda e incluso la cara". Un problema, afortunadamente, con solución si se sigue la rutina adecuada: 

  1. Protección solar 50+ de textura ligera: la Dra. Ingrid Fernández de Arroyabeos explica en que "los protectores solares hay que elegirlos en función de la piel, así si es grasa o con tendencia al acné, que sea libre de aceites y no comedogénico para que los poros no se obstruyan, mientras que las pieles secas pueden optar por protectores solares que contengan activos nutritivos e hidratantes como el ácido hialurónico".
  2. Limpieza facial diaria: "En estos casos, es primordial. Es recomendable que sean limpiadores suaves que no causen sequedad. Se aconseja que sean ricos en ácido salicílico ya que este agente ayuda a reducir la hinchazón y a abrir los poros", dice Gema Cabañero. 
  3. Dieta antiacné: como pautas generales, Cabañero recomienda "evitar el azúcar o carbohidratos hiperglucémicos como la pasta o el arroz blanco, dado que tienen un alto índice glucémico que empeora el acné. Además, también es aconsejable reducir la ingesta de lácteos como la leche de vaca y sus derivados. Esto se debe a que las hormonas que contienen estos productos pueden elevar la producción de una molécula llamada 'IGF-1' que provoca que las glándulas sebáceas produzcan más sebo". 
  4. Tratamientos faciales: como el Fresh Up Peel de la Clínica Antiaging & Estética Avanzada Gema Cabañero; "se realiza a través de extractos de hierbas naturales que ayudan a estimular la circulación a través de los poros. La piel absorbe los ingredientes de manera óptima, mejorando notablemente su calidad". ¿Lo mejor? "No tiene efecto peeling y no se utilizan instrumentos ni ácidos en su aplicación, por lo que su realización no está contraindicado en el verano". 
  5. Nutricosmética a medida: como el Plan Purificante de 180 the concept (282 euros), con algas AFA que favorecen la eliminación de toxinas y reducen la inflamación, maca reequilibrante, vitaminas del grupo B, C, E y betacaroteno. 

Por último, la dermatóloga de DEMYA Clínica Picó advierte del peligro de utilizar SPF urbano (normalmente muy ligeros) en lugar de solares específicos para evitar el acné durante las vacaciones: "Están formulados para resistir el viento, el agua, la sal, el sudor y, por supuesto, la radiación solar más prolongada. Esta es la razón por la que la textura de estos productos suele ser más untuosa y densa, además muchos de ellos contienen filtros físicos". 

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