Ariadne Artiles ha sucumbido a la tendencia del grounding. Una práctica terapéutica que no solo hace que te sientas bien, sino que también te veas mejor. Te contamos en qué consiste y por qué consigue que puedas lucir de la forma más sencilla una piel sana y radiante.
¿Qué es el 'grounding'?
"El grounding es una práctica que consiste en conectar con la energía de la tierra a través de los pies", ha explicado Ariadne Artiles. "Además de ser una experiencia sensorial única, ayuda a reducir el estrés y a mejorar la alineación de las articulaciones, entre otras cosas", ha dicho también. Carolina López-Tejero, coach nutricional y psicóloga certificada en yoga y pilates, conocida en Instagram como Gogloow, y fundadora de la plataforma de entrenamiento Swan by Carolina, asegura que el grounding (o earthing) puede ser este verano uno de esos rituales sencillos y sin postureo que te ayuden a reconectar, a sentirte mejor y a darle la bienvenida al estío con una energía limpia (y sin dramas).
"Pisar el césped, la tierra o la arena descalza no es una excentricidad de festival holístico, es earthing", defienden. Lo define como "una práctica con base científica que sugiere que el contacto directo con la tierra puede reducir la inflamación, mejorar el sueño y calmar el sistema nervioso". Asegura que, aunque suena hippie, funciona. Además, nos dice que a menudo "subestimamos el poder de caminar". "No hace falta una maratón ni unas zapatillas que parezcan naves espaciales: andar al aire libre, aunque sea 30 minutos al día, mejora el ánimo, regula el metabolismo, activa la circulación y despeja la mente", argumenta. "Es gratis, es eficaz y no hay algoritmo que compita con los beneficios de moverse a tu ritmo", añade.
Los beneficios 'beauty' del 'grounding'
Los doctores Gaétan Chevalier, Gregory Melvin y Tiffany Barsotti, expertos en física, investigación biomédica e imagen térmica, hicieron en 2014 un estudio al que titularon "El grounding o contacto con la tierra mejora la regulación del flujo sanguíneo facial". Esto puede ser interesante para la oxigenación de la piel, el tono facial y la apariencia saludable del rostro. El estudio concluyó que una hora de grounding consigue restablecer el flujo sanguíneo facial, lo cual sugiere una mejor reparación del tejido cutáneo, mayor vitalidad de la piel y apariencia facial más saludable.
Otras terapias fáciles que funcionan
En línea con el grounding, hay otras terapias fáciles que puedes incorporar a tu rutina este verano, según Carolina López-Tejero. Microhábitos que, como te decíamos en el número de junio de FASHION, pueden cambiarlo todo.
- Agua tibia con limón en ayunas: el buongiorno que tu cuerpo agradece. No es magia, es rutina consciente. Tomar un vaso de agua templada con unas gotas de limón al levantarse no va a cambiar tu vida en cinco días, pero sí puede ayudarte a despertar tu sistema digestivo con suavidad, a hidratarte tras las horas de sueño y a empezar el día con un gesto de cuidado. Es menos glamuroso que un pistaccio latte, pero mucho más beneficioso.
- Afirmaciones positivas: hablarte bien, también cuenta como autocuidado. Lo que te dices cada día crea el ambiente interno en el que vives. Repetir afirmaciones positivas no es autoengaño, es una forma de entrenar la mente para dejar de ser su peor hater. "Me quiero y acepto tal y como soy", "confío en mí", "elijo lo que me hace bien". Dilo en voz alta o en silencio, pero dilo. Las palabras también limpian.
- Respiraciones profundas: pausa, oxígeno, presencia. Respirar sabemos todos. Respirar bien, no tantos. Pararte un minuto para hacer respiraciones profundas (inhalando por la nariz, exhalando lentamente por la boca, el doble de tiempo en la exhalación) regula el sistema nervioso, reduce la ansiedad y devuelve el foco al momento presente. Es el gesto más simple y más poderoso de esta lista. Y lo puedes hacer en cualquier parte.
Si ya practicas alguno de ellos, mantenlo estas vacaciones. Cuando llegue septiembre, lo agradecerás. Si no es así, el verano y las vacaciones pueden ser un momento ideal para empezarlos a practicar.