El 8 de junio de 2013, hace 12 años, Magdalena de Suecia le daba el "sí, quiero" al financiero estadounidense Chris O'Neill vestida de Valentino en la capilla del Palacio Real de Estocolmo. La hija menor de los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia llegaba a la iglesia con un bouquet de rosas blancas en la mano, su diseño nupcial de encaje de Chantilly y organza de seda, y la Moderna tiara fringe de diamantes y flecos que lució en un día tan especial. Un enlace para la historia del que partimos para analizar las claves de belleza de la Princesa y cómo ha evolucionado su look desde entonces.
Aunque desde entonces la hayamos visto con mechas más claras que imitan su color de nacimiento, el rubio oscuro es su elección en la actualidad y también lo fue para su boda, día en el que apostó por su tono de base con este Dirty Blonde, un tono rubio oscuro o ceniza con matices cálidos, muy popular por su apariencia natural, fácil mantenimiento y ausencia del temido "efecto raíz".
Poco después del enlace, la Princesa asistió al desfile de Alta Costura de Valentino en París con un look del que a día de hoy conserva el Dirty Blonde, el maquillaje de acabado ultraluminoso y el delineado de ojos envolvente con el que oscurece las líneas inferior, superior y el lagrimal. Este truco enmarca por completo la mirada, le da una forma más alargada y resalta aún más el azul del iris.
En aquella época, Magdalena optaba a menudo por los labiales frambuesa oscuros de acabado satinado, un color atrevido que a día de hoy ha sustituido por nudes, rosas, melocotones y otras tonalidades más suaves que consiguen el efecto de una boca más rellena. Aunque lejos de desfasado, el tono berry está de tendencia y sienta especialmente bien con la piel bronceada.
Ha llevado un tocado a cada uno de los bautizos de sus tres hijos: Leonore, Nicolas y Adrienne. Los luce con el pelo suelto o recogido y es su look de cabecera también en las ceremonias bautismales de sus sobrinos, para las que elige adornos elegantes en diseños tridimensionales y, a menudo, con motivos florales.
Aunque a veces experimente con la raya en medio o se peina todo el pelo hacia atrás, a un lado es su favorita y la combina con melena suelta o recogida con un resultado igualmente favorecedor. Otro peinado que repite a menudo son las ondas en tirabuzón en medios y puntas con las que consigue un extra de volumen en sus looks más formales.
La foto de la izquierda es de 2016 y la de la derecha de 2019, en ambas la vemos con el pelo recogido y con la tiara Connaught en la primera y la Kokoshnik de aguamarinas en la segunda. Lleva además un ahumado de ojos con un toque de glitter en la esquina del lagrimal y el bronceado natural que mantiene durante todos los días del año.
Son una de sus opciones predilectas para eventos formales de día o cenas de gala; un peinado con poder rejuvenecedor que también estiliza las facciones gracias a los mechones que caen sueltos a ambos lados del rostro. Un look infalible que repite desde hace 12 años.
Como les ocurre a muchas otras royals, también lleva a menudo la manicura en el rojo clásico que combina con todo. Una apuesta segura con la que vimos a la benjamina de los reyes de Suecia caminando por Nueva York el pasado septiembre de 2024.
Con su rubio Dirty Blonde, la raya a un lado y un maquillaje ultranatural centrado en potenciar la luminosidad en la piel, Magdalena de Suecia presentó el pasado 28 de marzo su nueva marca de cosmética natural y bio, MinLen, con la que está muy ilusionada. A sus 42 años, la princesa abre un nuevo capítulo como mujer de negocios con esta empresa inspirada en las necesidades de los más jóvenes, como su hija Leonore de 11: "Quería encontrar algo en lo que sintiera que podía confiar, y ahí es donde nació esta línea de skinare".