Kelsey Grammy prepara la comida en la cocina, el lugar que, según confiesa, prefiere para pasar gran parte de su tiempo

En uno de los rincones de su jardín, el actor y su esposa, Camille, difrutan de un tranquilo desayuno

 

Ejemplo de actor hecho a sí mismo, Kelsey Grammer ha conseguido, a sus 46 años, llegar a lo más alto de su profesión gracias al tesón puesto en su trabajo. Hoy, es uno de los rostros más populares y respetados de la televisión, no sólo en Estados Unidos, sino en los numerosos lugares donde se han emitido o se emiten dos de las series con más éxito de los últimos años, Cheer’s y Frasier.

La revista ¡HOLA! publica esta semana un amplio reportaje en el que el actor no abre las puertas de su mansión en las colinas de Malibú. Tras dos fracasos matrimoniales y varias relaciones sentimentales, Grammer, que debe su fama al mítico doctor Frasier Crane –comenzó siendo uno de los personajes de Cheer’s y gracias a su popularidad los productores decidieron hacer una serie en la que él fuese el protagonista-, el actor conoció a su actual esposa, Camille Donatacci, una joven modelo y actriz.

La pareja se casó en 1997 y tiene una hija, Mason Olivia. Viven en una fantástica casa de dos pisos y setecientos cuarenta y cuatro metros cuadrados, inspirada en la arquitectura romana del siglo XV y construida en las colinas de Malibú: “Mi sueño de un hogar- dice Kelsey- es el resultado de la presencia de Camille en mi vida. Y esta casa es mi hogar”.

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