Cada 28 de diciembre, España y otros países de tradición hispana celebran Los Santos Inocentes, una jornada en la que la diversión, las bromas y el buen humor se convierten en protagonistas. Conocido popularmente como el día de las inocentadas, esta fecha combina historia, tradición religiosa y un toque de humor que sigue vivo en la sociedad moderna.
El origen religioso
El origen de Los Santos Inocentes se remonta a la historia bíblica del Rey Herodes, quien, según el Evangelio de Mateo, ordenó la matanza de todos los niños menores de dos años en Belén con el objetivo de eliminar al recién nacido Jesús. Esta tragedia, conocida como la Matanza de los Inocentes, dio lugar a la conmemoración de los “niños mártires”, y la Iglesia Católica estableció el 28 de diciembre como día para recordarlos.
A pesar de su triste origen, con el tiempo la fecha se transformó en una ocasión marcada por la ligereza y la diversión, dejando espacio para que la sociedad incorporara bromas y juegos. La evolución cultural convirtió la solemnidad inicial en una celebración popular que hoy combina historia y humor.
Las inocentadas: tradición que perdura
La principal característica de Los Santos Inocentes son las “inocentadas”, bromas que se gastan a familiares, amigos e incluso a compañeros de trabajo. Desde bromas sencillas, como cambiar objetos de lugar, hasta travesuras más elaboradas, el objetivo es provocar sorpresa y risas, siempre respetando los límites del buen gusto.
La costumbre de gastar inocentadas es tan antigua como la propia celebración y se ha adaptado a los tiempos modernos. Con la llegada de Internet y las redes sociales, es común ver bromas virales, noticias falsas creadas en tono humorístico o memes que circulan rápidamente el 28 de diciembre. Medios de comunicación e incluso empresas participan en la tradición, publicando anuncios ficticios o historias humorísticas para sorprender a su audiencia.
Curiosidades y tradiciones populares
En algunos lugares de España, la jornada se acompaña de refranes y dichos populares relacionados con la inocencia y el engaño, como “Por San Inocencio, no te fíes ni del más bueno”. Tradicionalmente, el 28 de diciembre era una fecha en la que se permitía hacer bromas incluso a personas de mayor rango social, rompiendo jerarquías de manera humorística y festiva.
Aunque en España la tradición es muy conocida, otros países hispanohablantes también celebran el día, aunque con variantes locales. En México, por ejemplo, se intercambian bromas y se suelen gastar inocentadas en la oficina o la escuela, mientras que en algunos países sudamericanos se acompaña de festividades religiosas.
Un día de humor responsable
Aunque la esencia de Los Santos Inocentes es la broma y la diversión, la tradición también recuerda la importancia de gastar inocentadas con respeto. La idea no es incomodar ni causar daño, sino sorprender y divertir, manteniendo el espíritu festivo. Por ello, se suelen evitar bromas que puedan afectar emocionalmente a otras personas o generar problemas legales.
El 28 de diciembre en la actualidad
Hoy, Los Santos Inocentes sigue siendo una fecha muy esperada en el calendario español. Se combina la tradición religiosa con la cultura popular, y muchas familias aprovechan la ocasión para reunirse y reír juntas, compartiendo historias y bromas que se repiten año tras año. En el ámbito digital, los usuarios de redes sociales y aplicaciones de mensajería se convierten en protagonistas de la jornada, creando y compartiendo contenidos humorísticos que dan la vuelta al país en cuestión de horas.





