Hablan contigo a cualquier hora, te escuchan sin juzgarte y parecen entender justo lo que necesitas en cada momento. Los chatbots románticos basados en inteligencia artificial se han convertido en una tendencia al alza, especialmente entre jóvenes y adolescentes, impulsados por aplicaciones como Tipsy Chat, Replika, Nomi o Character.AI. Lo que empezó como una curiosidad tecnológica hoy es una forma de compañía digital que despierta interés, apego emocional… y también serias preocupaciones sobre privacidad y seguridad.
Según advierte ESET, compañía líder en ciberseguridad, estas aplicaciones no solo conversan: recopilan datos extremadamente sensibles, muchas veces sin que el usuario sea plenamente consciente de ello.
El peligro de las emociones
ESET alerta de que estas apps pueden ir mucho más allá de una simple charla. “Proporcionar toda esta información personal puede ayudar a generar un perfil muy concreto acerca de nuestra personalidad, perfil que luego puede ser usado por empresas, gobiernos y delincuentes para clasificarnos en listas según nuestros gustos, orientaciones, creencias e ideologías, pero también para lanzar ataques dirigidos que suelen ser mucho más efectivos que los indiscriminados”, explica Josep Albors, director de Investigación y Concienciación de ESET España
El problema es que, en estos entornos, los usuarios tienden a bajar la guardia.
Las emociones hacen que bajemos la guardia y no activemos nuestro sentido común, lo que permite obtener más información que luego puede ser usada en nuestra contra”, advierte el experto.
Cuando la conversación deja de ser inocente
El riesgo aparece cuando la relación con el chatbot empieza a ocupar un lugar emocional relevante. “En el momento en el que alguien se da cuenta de que está compartiendo información privada que nunca haría pública, por ejemplo, en una red social es cuando debe asumir que está en riesgo”, señala Albors.
Este tipo de aplicaciones están diseñadas para generar sensación de intimidad, reforzar la interacción constante y mantener al usuario dentro de la plataforma el mayor tiempo posible. Algunas incluso imitan comportamientos románticos o afectivos, lo que puede derivar en dependencia emocional.
Filtraciones que ya han ocurrido
Las advertencias no son teóricas. Casos como los de Chattee Chat o GiMe Chat, donde se expusieron millones de conversaciones íntimas y más de 600.000 imágenes por fallos de seguridad, demuestran que estas plataformas pueden convertirse en un problema real cuando gestionan datos tan delicados.
“No debemos olvidar quién controla estos chatbots”
Desde ESET insisten en una idea clave: detrás de estas conversaciones hay empresas con intereses comerciales. “Cuando nos importe más una conversación con un chatbot que con una persona real e incluso le demos un valor adicional es cuando debemos replantearnos si estamos haciendo lo correcto”, afirma Albors.
Y añade una advertencia clara:
“No debemos olvidar que los chatbots están controlados por empresas de las cuales no conocemos sus verdaderas intenciones y se alimentan de la información vertida por otros usuarios”.
Los principales riesgos de los chatbots de compañía
ESET identifica varias amenazas asociadas al uso de chatbots románticos:
- Recopilación masiva de datos privados y emocionales: Estos sistemas almacenan conversaciones que pueden incluir detalles íntimos, preferencias, estados emocionales o incluso confesiones personales. Parte de esta información puede ser utilizada para realizar un perfilado psicológico o entrenar modelos sin transparencia de cara al usuario.
- Falsa percepción de intimidad y dependencia emocional: Muchos chatbots están diseñados para generar apego, reforzar respuestas afectivas y mantener al usuario dentro de la plataforma. Algunos imitan comportamientos románticos, lo que puede difuminar los límites entre la compañía artificial y las emociones reales.
- Riesgo de monetización agresiva: Las versiones gratuitas suelen limitar algunas funciones clave y empujan a los usuarios a suscripciones “premium”, ofreciendo interacciones más íntimas o personalizadas.
- Uso inadecuado por parte de menores: La accesibilidad de estas apps en redes sociales y tiendas móviles facilita que menores interactúen con modelos no supervisados, sin comprender los riesgos de privacidad ni las implicaciones emocionales.
- Vulnerabilidades técnicas o fallos de seguridad: Como cualquier servicio basado en datos, un fallo de seguridad podría exponer conversaciones con contenido extremadamente sensible.
Consejos para usar chatbots románticos con mayor seguridad
Desde ESET recuerdan que los chatbots de compañía pueden resultar atractivos, especialmente para los jóvenes, pero su funcionamiento implica la recopilación de datos personales y emocionales que, en manos equivocadas o en plataformas poco seguras, pueden convertirse en un riesgo real. Por ello, recomiendan a los usuarios – y a las familias – adoptar hábitos de protección digital antes de utilizar estas aplicaciones y ser especialmente cautos con la información que comparten en ellas. Si decides utilizar este tipo de aplicaciones, la compañía recomienda:
- No compartir información personal o sensible: Trata al chatbot como tratarías a un desconocido. Evita compartir fotos íntimas, datos financieros o cualquier información que permita identificarte.
- Investigar antes de descargar: Revisa las políticas de privacidad y la reputación de la app. Desconfía de servicios que admiten compartir o vender datos.
- Activar todas las medidas de seguridad disponibles: Configura contraseñas fuertes, activa la autenticación en dos pasos y revisa los ajustes de privacidad para limitar cómo se almacenan y usan tus conversaciones.
- Control parental para menores: Si tus hijos muestran interés por estas apps, supervisa su uso, establece límites y asegúrate de que solo acceden a plataformas con verificación de edad y moderación adecuada.
- Hablar abiertamente sobre los riesgos: Fomenta el diálogo para que comprendan que estos bots no son “amigos” ni “parejas”, sino herramientas comerciales que pueden manipular emociones y recolectar datos.
- Evaluar el impacto emocional: Si notas que la dependencia del chatbot afecta al bienestar del usuario, limita su uso y considera establecer apoyos alternativos más saludables.
- Mantener tus dispositivos actualizados: Actualiza el sistema operativo, las aplicaciones y usa soluciones de seguridad de confianza que detecten comportamientos sospechosos.
- Ser crítico mientras llegan nuevas regulaciones: Este tipo de herramientas aún operan en una zona regulatoria difusa. Hasta que exista un marco claro, evita usarlas como apoyo emocional o confidente.
Los chatbots románticos son una muestra clara de cómo la inteligencia artificial ha entrado en terrenos cada vez más íntimos de la vida cotidiana. Pueden resultar atractivos, especialmente en contextos de soledad o búsqueda de apoyo, pero el precio puede ser más alto de lo que parece.







