Con la cuenta atrás activada hacía el sorteo del 22 de diciembre, vuelven a aflorar los clásicos dilemas: ¿jugar un número “con suerte”, evitar los que nunca han salido o lanzarse por un capricho personal?
Datos históricos recientes y tendencias de este año ayudan a descifrar qué números cuentan con más expectativa y cuáles despiertan desconfianza.
Los “números de la suerte”
A pesar de que la lotería es cuestión de suerte, hay varios factores que para muchos jugadores funcionan como guía. Por ejemplo, datos como los números que cuentan con más historia, siempre serán más convenientes para ellos.
Estos son los números individuales que más se han repetido en el sorteo de Navidad:
- El 5, se ha llevado el primer premio 32 veces.
- El 4, ha conseguido llevarse el “Gordo” un total de 27 veces.
- El 6, al igual que el anterior, ha salido premiado 27 veces.
En cuanto a terminaciones de dos cifras, las más recurrentes han sido:
- El número 85, premiado un total de siete veces.
- El número 57, que ha salido seis veces.
Por último, hay dos números completos que ganaron el primer premio en más de una edición:
- El 15.640, que ganó en 1956 y 1978
- El 20.297, que ganó en 1903 y 2006
Números “malditos”
En el lado opuesto de la fortuna también existen cifras marcadas por la mala racha. A lo largo de la historia de la Lotería hay terminaciones que jamás han conseguido llevarse el “Gordo”, y que muchos jugadores consideran ya auténticos números de la mala suerte.
Entre ellas se encuentran el 09, 10, 21, 25, 31, 34, 41, 42, 43, 51, 54, 59, 67, 78 y 82.
El historial poco favorable de estos números hace que quienes confían en la estadística, o son supersticiosos, suelan descartarlos automáticamente al elegir sus décimos.
Opciones al azar
Sin embargo, la lotería no entiende de lógica, en su historia hay ejemplos que desafían toda probabilidad. Hay terminaciones extravagantes como muchas cifras iguales, ceros repetidos o combinaciones poco comunes que han sido premiadas. Entre esos casos destacan números muy vistosos:
- En 1978, el “Gordo” correspondió al 22.222
- En 2023 al capicúa 88.008
- Un premio con el 00001 y una pedrea para 00000 en 2020
Este tipo de combinaciones suele resultar especialmente atractivas para aquellas personas que buscan añadir un mayor grado de emoción a su participación o que desean realizar una apuesta que se distinga de las selecciones más tradicionales.
¿Qué buscan los jugadores en 2025?
Las encuestas entre aficionados y loteros indican que muchos priorizan la carga simbólica o sentimental al elegir números. Los cumpleaños, aniversarios o simplemente el número favorito son las principales elecciones de muchos. Pero también crece la atención a los datos históricos. Las terminaciones más comunes y los números más premiados atraen cada vez más apuestas.
Por otro lado, muchos evitan los números “malditos” por puro rechazo estadístico. Y en paralelo, hay un nicho de jugadores que busca destacar optando por combinaciones originales, capicúas, ceros, patrones, sabiendo el poco recorrido histórico de ellos, pero con la ilusión de que este año pueda romperse la racha.
Además, cada vez resulta más habitual que grupos de amigos, familiares o empresas formen peñas para repartir décimos, así se amplían posibilidades de ganar sin asumir un coste excesivo individual.
La psicología detrás de la elección
Más allá de los datos y las estadísticas, psicólogos del comportamiento señalan que elegir un número de lotería es, en muchos casos, un mecanismo emocional. Para algunos, supone recuperar rituales familiares y para otros, es una forma de sentir control ante el azar de este juego.
Incluso quienes saben que las probabilidades son idénticas para cualquier combinación encuentran en sus preferencias una manera de involucrarse afectivamente con el sorteo. En 2025, esta mezcla de memoria personal, superstición y tradición refuerza el vínculo de los jugadores con una cita que trasciende mucho más allá de la estadística.
Supersticiones de la Lotería de Navidad
Cada año, con la cercanía del sorteo navideño, aumentan los rituales y creencias populares en torno a los décimos de la Lotería de Navidad. Pero hay muchas tradiciones que se mantienen iguales año a año:
- Comprar el décimo en Doña Manolita: muchas personas acuden a la emblemática administración, convencidas de que allí “tocan más premios”, aunque en realidad su supuesta suerte se debe simplemente a que vende más boletos que ningun otro.
- Elegir siempre el mismo número: hay quienes repiten combinación durante décadas, convencidos de que la insistencia acabará por atraer la suerte tarde o temprano.
- No mostrar el número: algunos prefieren guardar su décimo como un secreto absoluto para evitar “gafarlo” o que alguien transmita mala energía sobre él.
- Comprar lotería en vacaciones: se cree que los números adquiridos fuera de la rutina diaria, ya sea en la playa, en el pueblo o en un viaje al extranjero, vienen cargados de un extra de fortuna.
- Escoger una fecha especial: desde cumpleaños hasta aniversarios, muchos confían en que un día significativo en su vida pueda transformarse también en un número ganador.





