Comprar un perro online parece fácil y rápido, pero la realidad es mucho más oscura. Un perro no es un sofá de segunda mano, pero en muchas plataformas ambos se venden con la misma, o nula, verificación. El resultado puede ser devastador: familias que creen estar adoptando un cachorro sano y, a los pocos días, se encuentran pagando cientos de euros en urgencias veterinarias por enfermedades
Según explica a ¡HOLA! Óscar Pasarín, portavoz de MundoAnimalia en España, más del 70% de los perros que se anuncian online provienen de criadores ilegales o revendedores que separan a los cachorros demasiado pronto, falsifican licencias y operan detrás de un negocio millonario basado en el engaño. Una mezcla que acaba en perros enfermos, traumatizados y mal socializados… y en familias desbordadas y estafadas.
Con la Navidad, el momento del año con más fraudes, a la vuelta de la esquina, Pasarín detalla las señales que delatan un anuncio peligroso y las tres reglas de oro que toda familia debería seguir para evitar caer en una red de cría ilegal.
Más del 70% de los perros que se venden online en España provienen de criadores ilegales. ¿Qué explica que esta cifra sea tan alta y por qué las plataformas generalistas no logran frenarlo?
Esa cifra es muy preocupante, pero tiene una explicación clara si miramos cómo funcionan las plataformas generalistas. Están diseñadas para priorizar la rapidez y el volumen de anuncios, mientras que el bienestar animal requiere todo lo contrario: pausa, experiencia humana y verificación.
Básicamente, hay tres factores en juego:
- Café para todos: En una web generalista puedes encontrar igual un sofá de segunda mano que un cachorro. Pero la venta de perros exige herramientas específicas y expertos humanos para verificar licencias y gestionar denuncias de anuncios y usuarios. Es un proceso complejo que requiere poner el foco en proteger tanto a los cachorros como a las familias que los acogen.
- La trampa de la 'falsa seguridad': Para anunciar un perro en un clasificado generalista, te piden registrarte como empresa y rellenar el campo del Núcleo Zoológico. El problema es que ese dato a menudo no se valida. Hemos visto códigos como “00002” o “esp00” publicados como licencias válidas. Para una familia, esto es peor que no ver ningún número, porque crea una falsa sensación de seguridad. Además, a menudo no hay control sobre la ubicación del anuncio, lo que hace muy difícil saber dónde están realmente los cachorros.
- Negocio vs. Protección: Los vendedores ilegales pagan mucho dinero por promocionar sus anuncios y prosperan en entornos con poca transparencia, donde el modelo de negocio se basa en el volumen. Nosotros entendemos los dilemas éticos de este mercado, por eso nuestra prioridad es mantener seguras a las familias y a los criadores legales, antes que simplemente maximizar el número de anuncios.
¿Cómo funcionan realmente estos criadores ilegales?
La realidad es que muchos de estos vendedores no son criadores de verdad, sino meros intermediarios comerciales.
Su 'modus operandi' consiste en adquirir cachorros, separándolos de sus madres a una edad muy temprana, para luego revenderlos y sacar beneficio. Para no ser detectados, suelen crear decenas de cuentas de usuario diferentes y hacerse pasar por pequeñas familias locales. Por eso en MundoAnimalia aplicamos una política estricta: una sola cuenta por licencia verificada.
Muchas plataformas permiten publicar números de licencia inventados sin comprobarlos. ¿Qué medidas deberían implementar y por qué es tan fácil esquivar los controles actuales?
Es muy fácil burlar los controles porque el sistema actual está diseñado para verificar que eres una empresa que paga, no para comprobar que eres un criador real.
Hemos visto que la principal plataforma generalista exige registrarse como empresa, pagar una cuota mensual y proporcionar un número de licencia. Esto crea una paradoja peligrosa:
- Los malos actores entran: La mayoría de los criaderos ilegales y revendedores son empresas rentables. Tienen dinero de sobra para pagar la cuota y suficiente imaginación para inventarse un número de licencia aleatorio, que probablemente nadie verificará.
- Los buenos criadores se quedan fuera: Los criadores familiares éticos, más pequeños, a menudo no pueden asumir esa cuota mensual. Al igual que muchas familias en España, sufren la subida del coste de la vida y ese gasto supone una barrera inasumible para ellos.
Cambiar esto es difícil para las plataformas generalistas porque implica modificar su modelo de negocio. Sin embargo, hay tres medidas que a nosotros nos funcionan y que deberían implementarse en todas partes:
- Verificar la licencia física: No basta con pedir un número en un formulario. Nosotros pedimos una foto del documento real y cruzamos los datos con los registros nacionales y autonómicos.
- Un criador, una cuenta, una ubicación: Cada número de licencia solo debe usarse en una cuenta y una ubicación. Esto impide que los intermediarios finjan ser veinte personas distintas en veinte ciudades diferentes.
- Un equipo humano dedicado: Hacen falta personas reales para investigar. Si solo dependes de la automatización, los estafadores cierran una cuenta y abren otra al día siguiente. Necesitas un equipo que haga seguimiento real de cada alerta de bienestar animal.
Estos pasos traen transparencia y seguridad para todos: criadores, familias y mascotas. Estaríamos encantados de ayudar a cualquier plataforma generalista a implementar un proceso similar y aconsejarles sobre los recursos que necesitan para ello.
El sueño de sumar un nuevo miembro a la familia puede convertirse rápidamente en una pesadilla
¿Qué riesgos corre una familia que compra un cachorro ilegal sin saberlo?
El mayor riesgo no es que las autoridades te pongan una multa. El verdadero peligro son los graves problemas de salud y comportamiento que sufren los cachorros separados de su madre demasiado pronto o criados en condiciones lamentables.
Vemos tres consecuencias principales para las familias:
- La carga económica: Los cachorros criados en estas condiciones suelen llegar enfermos. Las familias creen que están ahorrando dinero en la compra, pero a los pocos días se encuentran pagando cientos de euros en urgencias veterinarias.
- Trauma conductual: Separar a un cachorro de su madre demasiado pronto tiene consecuencias permanentes. Vemos con frecuencia problemas de ansiedad, tendencia a mordiscos y agresividad porque el animal ha perdido una etapa clave de su socialización.
- El sufrimiento emocional: No todas las familias tienen la experiencia y el tiempo para gestionar problemas graves de conducta, ni los recursos para afrontar gastos veterinarios imprevistos. El sueño de sumar un nuevo miembro a la familia puede convertirse rápidamente en una pesadilla, y eso es exactamente lo que trabajamos para evitar.
¿Qué impacto tiene en los cachorros ser separados antes de tiempo y criados en condiciones irregulares?
El impacto es profundo porque el daño suele ser invisible hasta que el cachorro llega a casa. Vemos dos grandes tipos de problemas a largo plazo:
- La 'brecha inmunológica' (Salud): Cuando se separa a un cachorro demasiado pronto, pierde los anticuerpos fundamentales que recibe de la leche materna. En instalaciones irregulares la higiene es pésima y las vacunas a menudo se falsifican o ni se ponen. Esto crea una auténtica 'bomba de relojería' sanitaria. Con frecuencia vemos cachorros que llegan con Parvovirus (una enfermedad mortal y muy costosa de tratar), parásitos o problemas gastrointestinales crónicos que arrastrarán toda la vida.
- El 'vacío de socialización' (Comportamiento): Existe una ventana crítica, entre las 3 y las 8 semanas, donde el cachorro aprende 'a ser un perro' gracias a su madre y sus hermanos. Aprenden la inhibición de la mordida y a gestionar la frustración. Cuando se les aparta antes de tiempo para venderlos, esa educación nunca ocurre. El resultado suele ser un perro adulto con ansiedad por separación, agresividad por miedo o incapacidad para relacionarse con otros perros. No son 'perros malos'; son perros a los que nunca se les dio la oportunidad de desarrollarse emocionalmente y que requieren cuidados especiales.
Lamentablemente, no son problemas pasajeros de la 'etapa de cachorro'. Suelen ser desafíos de por vida que la familia tendrá que gestionar con mucha paciencia, adiestramiento profesional y recursos económicos.
El mayor riesgo no es la multa: son los graves problemas de salud que sufren los cachorros ilegales
En paralelo al fraude online, se habla de un mercado negro millonario conectado con importaciones ilegales desde Europa del Este. ¿Qué hay detrás de estas redes y cómo llegan esos animales a España?
A menudo, estos cachorros provienen de 'granjas de cría' en Europa del Este, en países como Hungría, Rumanía y Bulgaria. En estas granjas de cría se cría en condiciones inhumanas y por puro afán de lucro, con un desprecio total por el bienestar animal.
Legalmente, un cachorro no puede entrar en España desde el extranjero antes de cumplir las 15 semanas. Pero la realidad es que los separan de sus madres muchísimo antes, a veces con apenas 4 semanas de vida. Viajan por carretera durante horas, hacinados en condiciones pésimas. Muchos mueren en el trayecto, y los que sobreviven son los que acaban revendiéndose en España. Para estas redes, falsificar la documentación, como la edad real del cachorro, es extremadamente fácil.
Por eso es tan vital visitar al criador, ver a la madre y conocer el entorno donde han crecido. Alguien involucrado en estas redes jamás te ofrecerá esa transparencia. Cuando visites un lugar para adquirir un cachorro, hazte esta pregunta: ¿Esto parece un hogar donde se han criado los perros con cariño, o se parece más a un almacén de reventa?"
Con la Navidad a la vuelta de la esquina, ¿por qué aumentan tanto las estafas y las ventas ilegales? ¿Qué debería tener especialmente en cuenta una familia antes de comprar o adoptar en estas fechas?
El aumento de la demanda crea un incentivo enorme para que los estafadores y las redes ilegales operen a pleno rendimiento. Saben que la gente actúa movida por la emoción y, a menudo, con prisas por tener el cachorro en casa.
La Navidad puede ser un buen momento para dar la bienvenida a un perro, pero antes de hacerlo, yo me haría estas tres preguntas:
- ¿Tendré tiempo de conocer al criador, visitar las instalaciones y ver a la madre? Es la única forma de asegurarte de que el cachorro viene de un entorno sano y no es un perro importado o de reventa. Si tienes prisas, estás asumiendo un riesgo.
- ¿Voy a estar presente? Acoger a un cachorro requiere tiempo y esfuerzo. Las primeras semanas son cruciales para educarlo y crear un vínculo de confianza. Si tus vacaciones van a estar llenas de viajes o ajetreo, quizá no sea el momento ideal. Un cachorro necesita tu compañía y mucha calma.
- ¿Estoy listo para un compromiso de por vida? ¿Estoy preparado para cuidar de un perro durante más de una década? Un cachorro no es un regalo, es un nuevo miembro de la familia.
Para quien está pensando en incorporar un perro a su vida, ¿cómo puede asegurarse de que el lugar donde lo adquiere es legal, seguro y ético?
A cualquier familia le daría tres reglas de oro para asegurarse de que encuentran un perro criado en un entorno de cariño:
- Pide siempre ver al cachorro con su madre. Es el indicador más importante de su bienestar. Un criador auténtico estará encantado de presentartela, mientras que un revendedor pondrá excusas. Si no puedes ver al cachorro con la madre, es una gran señal de alerta.
- Visita el criadero en persona. Fíjate bien en dónde te muestran a los cachorros. ¿Parece un hogar donde un cachorro puede socializar o da la sensación de ser un almacén? Confía en tu instinto en esto.
- Verifica la licencia. Es importante saber si estás comprando a un criador registrado o a una tienda de mascotas. Los números de licencia pueden parecer similares, pero el origen del perro es muy diferente. Como esto puede ser difícil de verificar por tu cuenta, en MundoAnimalia comprobamos este dato manualmente para todos y cada uno de los criadores.








