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Alina Giugea, experta en economía, alerta ante el Black Friday: "Un descuento en algo que no necesitas siempre será un gasto"


La directora general de KRUK España analiza los cuatro perfiles de consumo —monje, ahorrador, gastador y evitador— y ofrece las claves para no caer en las trampas del Black Friday ni acabar en números rojos en enero.


Alina Giugea, directora general de KRUK España
27 de noviembre de 2025 - 11:08 CET

Apenas faltan horas para el Black Friday, el pistoletazo de salida a la época de mayor consumo del año y antesala directa de la Navidad. Las ofertas, la urgencia y los descuentos empiezan a inundarlo todo… y ponen a prueba nuestra disciplina financiera. Pero ¿por qué algunos se lanzan de cabeza a las compras impulsivas mientras otros resisten imperturbables? La clave está en nuestra personalidad financiera.

Una chica comprando en el Black Friday © Getty Images
Alina Giugea, experta en finanzas y directora general de KRUK España, analiza cómo afecta el Black Friday a cada tipo de consumidor

KRUK España (compañía especializada en gestión responsable de deudas y educación financiera)  acaba de lanzar un Test de Personalidad Financiera, desarrollado por el economista Adrián Asoltaine, que revela qué tipo de consumidor somos: monje, ahorrador, gastador o evitador. Un mapa psicológico que explica por qué caemos (o no) en las trampas del Black Friday.

Para entender cómo se comporta cada perfil justo cuando más tentaciones hay sobre la mesa, hablamos con Alina Giugea, directora general de KRUK España. Ella lo resume con una frase contundente: "Un descuento en algo que no necesitas nunca será un ahorro, siempre será un gasto". 

Descubre qué tipo de comprador eres y las reglas de oro para evitar que el viernes negro termine en un enero en números rojos.

El Test de Personalidad Financiera identifica cuatro perfiles: el monje, el ahorrador, el gastador y el evitador. ¿Podría describir brevemente las características esenciales de cada uno?

El Test de Personalidad Financiera que acabamos de presentar en KRUK España —desarrollado por el economista Adrian Asoltain— identifica cuatro perfiles que reflejan cómo nos relacionamos con el dinero: el ahorrador, el gastador, el evitador y el monje.

Te cuento más detalles sobre cada perfil: 

  • El Ahorrador:  destaca por su disciplina y sentido de control. Se trata de personas organizadas que planifican a largo plazo y mantienen un seguimiento constante de sus presupuestos para asegurar su estabilidad económica. 
  • El Gastador: que encuentra satisfacción en el acto de gastar y disfruta del momento presente. Su optimismo natural le lleva a tomar decisiones impulsivas que, con el tiempo, pueden derivar en falta de control sobre sus finanzas. 
  • El Evitador:  tiende a posponer cualquier cuestión relacionada con su economía porque le genera incomodidad, ansiedad o la percepción de que es algo demasiado complejo, lo que puede llevarle a aplazar decisiones importantes. 
  • El Monje: opta por una vida sencilla y minimalista, centrada en acumular experiencias más que posesiones materiales. Para este último perfil, el dinero es simplemente un medio para cubrir lo esencial, no un objetivo en sí mismo.

En un escenario como el Black Friday, el Gastador es, sin duda, el perfil más expuesto. La mezcla de descuentos agresivos y mensajes de urgencia —“solo hoy”, “últimas unidades”— activa directamente su naturaleza impulsiva y su deseo de aprovechar el momento.

Alina Giugea, directora general de KRUK España

Aun así, tampoco debemos perder de vista al evitador, que puede terminar haciendo compras irresponsables simplemente por no reflexionar sobre su situación económica ni sobre su capacidad real de gasto.

El gastador parece ser el perfil de mayor riesgo en estas fechas. ¿Cómo influyen las técnicas de marketing del Black Friday en este perfil? 

Las estrategias que despliega el Black Friday están diseñadas para estimular la compra impulsiva. Este tipo de estímulo encaja a la perfección con el comportamiento del Gastador: la percepción de “oportunidad irrepetible” despierta su búsqueda de gratificación inmediata y hace que estas campañas resulten especialmente atractivas para él.

Para evitar caer en decisiones precipitadas, conviene tener algo presente:

Un descuento en algo que no necesitas nunca será un ahorro, siempre será un gasto.

Alina Giugea, directora general de KRUK España

En la práctica, hay varias pautas muy efectivas. Lo primero es crear una lista de necesidades reales y fijar un presupuesto máximo antes de comenzar a buscar ofertas, lo que nos ayudará a mantener el control del gasto. También es fundamental comparar precios entre el valor original y el rebajado para detectar falsas promociones. 

Una técnica muy útil es aplicar la regla de las 24 horas: si algo no estaba previsto en nuestra lista inicial, conviene esperar un día antes de decidir, ya que la mayoría de los impulsos se desinflan con ese margen de reflexión. 

En compras online, añadir productos al carrito y dejar reposar la compra hasta el día siguiente suele ayudar a identificar qué artículos no eran realmente necesarios. 

Por último, en un contexto tan digital y conectado como el actual, reducir los estímulos también marca la diferencia: desactivar notificaciones o darse de baja de newsletters comerciales ayuda a evitar compras automáticas y descontroladas.

Un chico ojeando una página online de ofertas en el Black Friday © Getty Images
La experta alerta: la urgencia, la escasez y los descuentos agresivos activan las decisiones impulsivas del Black Friday

 El reciente Observatorio KRUK revela que casi la mitad de los españoles (46 %) tiene alguna deuda, con un importe medio muy elevado. ¿Cree que este nivel de endeudamiento influye en cómo afrontamos las compras navideñas? 

Según el Observatorio KRUK, casi la mitad de los españoles (46 %) tiene alguna deuda, y el importe medio es elevado. En este contexto, la presión social y cultural de la Navidad es real: parece que demostrar cariño implica necesariamente gastar más —en regalos, cenas, decoración o planes especiales— y el Black Friday se presenta como la oportunidad perfecta para adelantar esas compras.

La publicidad, las redes sociales, las expectativas del entorno e incluso hábitos adquiridos alimentan esta sensación. Muchas personas sienten que no pueden “quedar mal”, y esto puede llevarlas a gastar por encima de sus posibilidades.

La clave, una vez más, está en la planificación y la transparencia. Es fundamental definir un presupuesto realista según nuestra situación financiera real, conversar con nuestro entorno para normalizar los límites que nos ponemos y entender que una Navidad responsable no es menos Navidad. El problema no está en celebrar, sino en hacerlo de manera consciente y acorde a nuestras posibilidades.

Como comentamos en la mesa redonda del 'Día sin Deudas', la educación financiera sigue siendo una asignatura pendiente. Hablar de dinero no debe ser un tabú: reconocer que no podemos asumir ciertos gastos no es un fracaso, es un acto de responsabilidad. La deuda puede ser una herramienta útil, pero nunca debe utilizarse para sostener expectativas sociales ni modas pasajeras.

Aunque el ahorrador y el monje parecen los más prudentes, ¿qué tipo de ofertas o errores pueden llevar a que estos perfiles, aparentemente seguros, terminen en un gasto excesivo o en una mala inversión durante el Black Friday?

Aunque suelen ser perfiles prudentes, también pueden cometer errores. El Ahorrador puede sentirse atraído por descuentos muy significativos y justificar compras “para el futuro”. Esa anticipación, si no está alineada con una necesidad real, puede convertirse en un gasto innecesario que detrae recursos del ahorro o de inversiones más convenientes.

El Monje, por su parte, puede caer en la idea de que aprovechar descuentos en productos de calidad es siempre una buena decisión. Sin embargo, la urgencia del Black Friday puede empujarle a actuar sin la reflexión habitual, subestimando gastos indirectos como accesorios, mantenimiento o consumibles asociados.

La regla fundamental es simple: 

El mejor ahorro es no gastar en algo que no necesitas, por muy atractivo que sea el descuento.

Alina Giugea, directora general de KRUK España

Para todos los perfiles, ¿cuáles serían los tres pasos o 'reglas de oro' imprescindibles que deberíamos seguir antes del Black Friday para asegurarnos de que nuestro consumo sea responsable?

En primer lugar, es fundamental planificar las compras elaborando una lista de productos necesarios y fijando un presupuesto coherente con nuestra situación financiera. A continuación, hay que analizar si la oferta realmente representa un ahorro significativo respecto a un precio habitual o si responde a una necesidad real que ya teníamos identificada. Por último, conviene reflexionar antes de recurrir a financiación: si una compra requiere usar crédito o tarjeta, merece una pausa, porque el consumo impulsivo con financiación rara vez es responsable y puede comprometer seriamente nuestras finanzas futuras.

Con el Black Friday como antesala de la Navidad, Giugea recomienda planificar, comparar precios y evitar la financiación innecesaria.© Getty Images
Con el Black Friday como antesala de la Navidad, Giugea recomienda planificar, comparar precios y evitar la financiación innecesaria.

El evitador tiende a ignorar sus problemas financieros, lo que puede derivar en una deuda silenciosa. ¿Qué consejo le daría a este perfil?

A largo plazo, el evitador es uno de los perfiles más vulnerables porque pospone decisiones y evita mirar su situación real. Y aunque afrontar las finanzas personales puede generar desconcierto —sobre todo si existe una deuda impagada—, la mejor estrategia es hacer justo lo contrario a lo que le pide su instinto: hablar, preguntar y pedir ayuda si es necesario.

Si hay deudas pendientes, lo recomendable es contactar con el acreedor cuanto antes. La falta de comunicación suele agravar la situación, mientras que la transparencia abre puertas: en KRUK valoramos especialmente cuando una persona explica su caso con honestidad, porque eso nos permite diseñar planes de pago ajustados a su capacidad real.

Para este perfil, el paso decisivo es comprender que conocer la propia situación es el primer movimiento para recuperar el control.

De cara a las compras de Navidad y Reyes, ¿cuál es el mensaje más importante que deberíamos recordar sobre la relación entre nuestra personalidad financiera y la salud de nuestras finanzas a largo plazo?  

Conocer tu personalidad financiera es un primer paso fundamental para mejorar tu salud económica a largo plazo. Identificar fortalezas y puntos débiles permite anticipar riesgos y tomar decisiones más conscientes. Porque, más allá de los prototipos, hay algo que nos afecta a todos: las finanzas personales no son solo números; son decisiones que influyen en nuestro bienestar emocional, en nuestras relaciones y en nuestro futuro. 

La salud financiera se construye en pequeños gestos cotidianos, y momentos como la Navidad o los Reyes ponen a prueba nuestra capacidad de planificación, disciplina y responsabilidad.

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