Leonardo DiCaprio no solo se hizo mundialmente famoso por ser Jack en Titanic, por convertirse en el despiadado Jordan Belfort de El lobo de Wall Street, por ganar un Oscar con El renacido o por sus novias casi siempre menores de 25 (aunque la última rompe la regla, la modelo italiana Vittoria Ceretti, que tiene 27 años). Ahora el actor está a punto de hacer famoso en todo el planeta a un rincón inesperado de España: Trujillo (Cáceres). ¿El motivo? Una macrofábrica de diamantes sintéticos para chips que quiere convertir a este municipio extremeño en epicentro mundial de la microelectrónica del futuro, con 2.350 millones de inversión y más de 2.100 empleos.
Trujillo es el nuevo punto caliente de la alta tecnología mundial. El Consejo de Ministros acaba de aprobar la construcción de una fábrica única en el mundo: una planta de semiconductores que usará diamante monocristalino sintético (SCD) como sustrato para fabricar chips de altísimo rendimiento. Detrás del proyecto están la empresa estadounidense Diamond Foundry, participada por inversores como Leonardo DiCaprio, y la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT).
Una inversión histórica: 2.350 millones y 2.100 empleos
Según las cifras oficiales, el complejo supondrá 2.350 millones de euros hasta 2029, con el Estado aportando 752 millones (un 32%). La empresa calcula que la planta generará 500 empleos directos altamente cualificados y otros 1.600 indirectos, además de un impacto económico de 2.150 millones en el PIB en sus primeros diez años de actividad. Se trata de la primera fábrica del mundo dedicada exclusivamente a producir sustratos de diamante para chips.
Por qué los diamantes son el futuro de los chips
Los chips actuales, basados en silicio, han tocado su límite: se calientan demasiado y frenan el avance de tecnologías críticas como la IA, la automoción eléctrica o la computación de alto rendimiento. El diamante sintético es la alternativa estrella:
- Tiene una conductividad térmica hasta 10 veces mayor que el silicio.
- Permite chips más rápidos, estables y eficientes.
- Funciona mejor a altas temperaturas, voltajes y frecuencias.
Esto coloca a España, y a Extremadura, en el mapa mundial de la nueva generación de microchips.
Un centro único en el mundo
La nueva planta hará todo el proceso para fabricar estos diamantes tecnológicos: cortará las láminas, las dejará totalmente lisas y revisará que tengan la mejor calidad. Después, esos materiales se usarán en industrias clave como la defensa, los coches eléctricos o la computación avanzada. Diamond Foundry ya tenía dos fábricas en Trujillo produciendo diamantes sintéticos desde 2025, y esta ampliación multiplicará su capacidad y ayudará a que España se convierta en un proveedor importante a nivel mundial.
Los lingotes se “rebanarán” en láminas ultrafinas en Trujillo y el postprocesado final se realizará en Zaragoza, donde se pulirán a nivel microscópico y se empaquetarán en entornos estériles.
La cara B: el debate del agua
La operación no está exenta de polémica. Distintas plataformas alertan del elevado consumo de agua: unos 730.000 m³ al año, más que todo el consumo urbano de Trujillo. Diamond Foundry defiende que usará agua reutilizada de la EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales) y la Junta de Extremadura avala que el proyecto no generará impactos ambientales significativos.
La operación forma parte del PERTE Chip, con el que España busca atraer industria crítica y ganar autonomía frente a China o Estados Unidos. Llega en un momento políticamente sensible en Extremadura y podría ser clave para el futuro de la región, especialmente ante la incertidumbre laboral que supone el cierre progresivo de la central nuclear de Almaraz, con el que se perderían miles de puestos de trabajo directos e indirectos ligados a la central.
DiCaprio, entre los inversores
Diamond Foundry fue fundada en San Francisco en 2012 y cuenta con inversores de alto perfil:
- Leonardo DiCaprio
- Tony Fadell (cocreador del iPod)
- Evan Williams (fundador de Twitter)
- Primeros impulsores de Google, Facebook, eBay o Instagram
Su llegada a Trujillo promete transformar por completo el ecosistema industrial extremeño… y situar a un pueblo de apenas 9.000 habitantes en titulares de todo el mundo.








