Ir al contenido principalIr al pie de página

Más de 111.000 arañas tejen juntas la mayor telaraña del mundo


En una cueva entre Grecia y Albania, un hallazgo sin precedentes revela cómo miles de arañas cooperan en completa oscuridad.


Araña tejiendo su tela© Getty Images/500px Plus
9 de noviembre de 2025 - 20:26 CET

En el interior de una cueva que se extiende entre Grecia y Albania, conocida como Cueva de Azufre, un equipo internacional de científicos ha descubierto la telaraña más grande jamás registrada. Una estructura de seda de más de 100 metros cuadrados, habitada por más de 111.000 arañas que viven juntas en un insólito equilibrio.

El hallazgo, publicado en octubre de 2025 en la revista científica Subterranean Biology, ha sorprendido a los investigadores no solo por su tamaño, sino por la cooperación entre dos especies que normalmente no comparten territorio.

Una cooperación inesperada

En esta cueva, dos especies comunes en Europa —Tegenaria domestica y Prinerigone vagans— han formado una colonia conjunta, algo nunca documentado hasta ahora.

“El entorno sin luz ha alterado su comportamiento. Creemos que las arañas más grandes no reconocen a las más pequeñas como presas”, explica István Urák, investigador principal de la Universidad Sapientia de Transilvania (Rumanía).

El resultado es una comunidad sorprendente: una auténtica “megalópolis arácnida”, donde miles de individuos tejen, cazan y se reproducen en armonía. Las hembras pueden llegar a producir entre seis y ocho sacos de huevos cada tres semanas, garantizando la continuidad del ecosistema.

Vida sin sol

La Cueva de Azufre es un entorno extremo, sin luz natural y atravesado por un arroyo subterráneo cargado de sulfuro de hidrógeno. Este compuesto alimenta a bacterias que forman biopelículas blancas en las paredes de la cueva. De esas biopelículas se alimentan mosquitos no picadores, y de ellos, las arañas.

Los investigadores estiman que en la zona viven hasta dos millones de moscas, lo que mantiene la red ecológica activa sin depender de la luz solar. El análisis genético ha revelado que las arañas cavernícolas presentan microbiomas distintos a los de sus parientes de superficie, adaptados a una dieta rica en azufre.

Un sorprendente ejemplo de adaptación

Descubierta por espeleólogos checos en 2022 y estudiada en profundidad desde 2024, esta telaraña muestra cómo la vida se adapta incluso en condiciones extremas. 

“Es un ejemplo extraordinario de cooperación y equilibrio en un entorno hostil”, afirma el profesor Urák.

El investigador asegura que el hallazgo podría aportar pistas sobre cómo evolucionan los organismos en entornos cerrados y sin luz, similares a los que podrían existir en otros planetas. 

Un tesoro que necesita protección

Por su valor ecológico y científico, los investigadores han solicitado medidas para proteger la cueva, cuya ubicación exacta se mantiene en secreto. 

La cavidad se extiende a ambos lados de la frontera entre Grecia y Albania, lo que complica su conservación. Aun así, la comunidad científica coincide en que se trata de un ecosistema único, un testimonio de la capacidad de la naturaleza para crear vida en los lugares más inesperados.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.