El pasado 22 de octubre, un joven fotógrafo de Jaén consiguió lo que nunca antes se había visto: captar en libertad al primer lince ibérico blanco documentado en la Península. La imagen, que rápidamente se hizo viral, ha sido confirmada por los expertos del Proyecto Lince como un fenómeno inédito.
Ángel Hidalgo, autor de la fotografía, lo describe como “el fantasma blanco del bosque mediterráneo”. Y es que, en sus propias palabras, el animal apareció y desapareció como si de una visión se tratara.
“Me quedé paralizado, en shock”
En declaraciones a ¡HOLA!, Hidalgo recuerda con nitidez el instante que cambió años de rastreo paciente:
“Una mañana al amanecer, después de tanto tiempo intentando divisarlo, tuve la fortuna de poder verlo a lo lejos. Estaba tranquilamente, observando y descansando. Al poco se dio cuenta de que estaba yo allí y desapareció como un fantasma. Yo me quedé paralizado, en shock, fue muy impactante”.
Tuve la fortuna de poder verlo a lo lejos. Estaba tranquilamente, observando y descansando.
A punto de rendirse tras meses de búsqueda
No fue un golpe de suerte. El fotógrafo llevaba meses dedicando su tiempo libre a seguir el rastro del lince en la sierra de Jaén.
“Salía cada día e invertía todo mi tiempo libre. Siempre que voy al campo paso un mínimo de cinco o seis horas. Y como comprenderás, cada día sin tener resultados hay momentos de bajón e incertidumbre”, confiesa.
Aun así, la constancia dio sus frutos y el esfuerzo culminó con una de las imágenes más valiosas de la biodiversidad ibérica.
¿Un lince albino? La ciencia responde
Las especulaciones no tardaron en aparecer: ¿era un caso de albinismo?, ¿una mutación genética desconocida?
Los biólogos del Proyecto Lince descartan ambas opciones. Se trata de Satureja, una hembra nacida en 2021 que experimenta una alteración cromática temporal, posiblemente relacionada con factores ambientales. No es albinismo ni leucismo: conserva las manchas negras características y se encuentra en perfecto estado de salud.
Este hallazgo llega en un momento clave para la especie. En 2024, el lince ibérico pasó de estar catalogado como “en peligro” a “vulnerable” en la Lista Roja de la UICN. Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO), la población supera ya los 2.400 ejemplares —con 470 hembras reproductoras— tras crecer un 18,8% en un solo año. El objetivo del plan es llegar a 3.500 linces y 750 hembras reproductoras para consolidar definitivamente su futuro.
Los expertos ya han confirmado el motivo de su coloración blanca, pero igualmente estoy muy satisfecho porque es la primera vez que veo —y se ve— un lince ibérico blanco
Una foto que ya es símbolo
Aunque el fenómeno de su pelaje sea reversible, para Hidalgo nada le resta valor a la experiencia:
“Los expertos ya han confirmado el motivo de su coloración blanca, pero igualmente estoy muy satisfecho porque es la primera vez que veo —y se ve— un lince ibérico blanco”.
Su fotografía no solo ha dado la vuelta al mundo, también se ha convertido en un símbolo de esperanza: la prueba de que la paciencia, la pasión y la conservación pueden regalarnos instantes irrepetibles.






