Con la llegada del frío, es común que los conductores se suban al coche con su abrigo puesto, buscando comodidad y calor. Sin embargo, esta práctica puede acarrear sanciones si no se toman las precauciones adecuadas. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha advertido que el uso de prendas voluminosas al volante puede comprometer la seguridad vial y resultar en multas que pueden llegar a los 200€.
© Adobe Stock¿Por qué puede ser peligroso conducir con el abrigo puesto?
Aunque no existe una prohibición explícita en el Reglamento General de Circulación, la DGT recomienda evitar el uso de abrigos voluminosos al conducir. Estas prendas pueden interferir con el correcto ajuste del cinturón de seguridad, reduciendo su eficacia en caso de accidente. Además, pueden limitar la libertad de movimiento del conductor y afectar su campo de visión, aumentando el riesgo de distracciones o maniobras erróneas.
¿Qué dice la normativa?
El artículo 18.1 del Reglamento General de Circulación establece que el conductor debe mantener su libertad de movimientos y una posición adecuada, garantizando su propia seguridad y la de los demás usuarios de la vía. Aunque no se menciona específicamente el uso de abrigos, la interpretación de este artículo puede llevar a sanciones si se considera que una prenda dificulta la conducción de forma significativa.
¿Cuánto puede costar la multa?
Si un agente de tráfico determina que el abrigo interfiere con la conducción, puede imponer una multa de 80 €. En casos más graves, donde se considere que la prenda ha contribuido a una conducción negligente, la sanción puede ascender a 200 €, según el artículo 76 del Reglamento General de Circulación.
¿Y en el caso de los niños?
Es especialmente importante tener en cuenta que los niños deben viajar en sistemas de retención homologados y adecuados a su talla y peso. El uso de abrigos gruesos en los menores puede crear un espacio adicional entre el niño y el sistema de retención, reduciendo su eficacia y aumentando el riesgo de lesiones en caso de accidente. Por ello, se recomienda retirar el abrigo antes de colocar al niño en su silla y abrochar el cinturón de seguridad.
