Cuando piensas en lo imprescindible para un viaje, seguramente te vienen a la mente el pasaporte, la tarjeta de embarque o el cargador del móvil. Pero para Peta, azafata de Qantas de 25 años, hay un artículo aún más vital. Tras recorrer medio mundo, asegura que nunca viaja sin él y que en más de una ocasión le ha salvado la vida.
Un consejo nacido de la experiencia
Peta no solo visita grandes capitales. Su trabajo la ha llevado a destinos poco habituales como Irán, Pakistán o Mongolia. En una entrevista con 9Travel, la sección de viajes de la cadena australiana Nine Network, explicó que en esos lugares aprendió que la preparación es clave: “Nunca salgo sin mi botiquín médico
El botiquín que pesa más que la ropa
Dentro de su maleta siempre incluye analgésicos, antiséptico, spray para la garganta y antihistamínicos, pero también antibióticos recetados por su médico antes de cada viaje. “No viajo sin al menos un antibiótico general”, explica.
Historias que lo demuestran
Una vez, un diente infectado lejos de cualquier hospital la obligó a autotratarse con antibióticos. En otra ocasión, una picadura de avispa en Uganda le hinchó la cara durante horas y solo los antihistamínicos evitaron que la reacción se complicara.
© stock.adobePrecauciones importantes
Peta advierte que algunos medicamentos necesitan receta y no siempre se pueden introducir en todos los países. Por eso recomienda hablar con un médico antes de viajar y saber exactamente cómo usar cada fármaco.
Qué debe llevar tu botiquín de viaje
Aunque dependerá de cada persona, los básicos que sugiere incluyen:
- Analgésicos (paracetamol, ibuprofeno)
- Antihistamínicos
- Medicamentos para el estómago
- Antisépticos y vendajes
- Crema para picaduras y quemaduras
- Copia de tus recetas médicas
La lección de esta azafata es clara: puedes olvidar una camiseta o incluso el cepillo de dientes, pero nunca un botiquín bien equipado. Porque, como dice Peta, “cuando estás a un día de viaje de la farmacia más cercana, un simple comprimido puede marcar la diferencia”.
