El huracán Gabrielle, actualmente en el Atlántico, avanza a gran velocidad hacia las Azores y después continuará en dirección a la península ibérica. Eso sí: cuando llegue a nuestro entorno ya no será un huracán, sino una borrasca, según confirma la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
Aunque suene menos alarmante, los expertos advierten de que un ciclón transformado en borrasca aún puede traer temporal de viento, oleaje y lluvias intensas, sobre todo en el oeste peninsular, entre el domingo 28 y el lunes 29 de septiembre.
Gabrielle pone en alerta a las Azores
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) prevé que Gabrielle cruce muy cerca del archipiélago entre la noche del jueves y la mañana del viernes 26. Allí se esperan rachas de más de 150 km/h y olas de hasta 18 metros, motivo por el cual las autoridades lusas han activado avisos rojos.
Tras ese paso, el ciclón empezará su transición extratropical: perderá el “motor” de las aguas cálidas y se transformará en una borrasca típica de latitudes medias, con frentes y nubosidad en forma de coma.
¿Cómo afectará Gabrielle a España?
La AEMET ha señalado en su cuenta de X que, aunque todavía existe incertidumbre en la trayectoria, Gabrielle podría dejar mala mar, vientos fuertes y lluvias en el oeste peninsular a partir del domingo.
Los escenarios más probables indican:
- Oleaje y mar de fondo en la fachada atlántica.
- Rachas de viento en áreas expuestas de Galicia, Extremadura y Andalucía occidental.
- Frentes de lluvia que podrían avanzar hacia el interior y, en días posteriores, afectar también a la zona mediterránea.
El meteorólogo Mario Picazo, en eltiempo.es, recuerda que el sistema llegará debilitado, pero no inofensivo: "Aunque Gabrielle ya no llegará como huracán, sí podría dejar episodios de lluvia intensa, rachas de viento fuerte en la costa y fuerte oleaje entre la noche del sábado y el domingo".
¿Es raro que un huracán llegue a España?
No tanto. Cada cierto tiempo, ciclones del Atlántico llegan a Europa convertidos en borrascas. Algunos ejemplos:
- Delta (2005): causó graves daños en Canarias.
- Leslie (2018): entró por Portugal y afectó a gran parte del oeste peninsular.
- Ophelia (2017): impulsó un fuerte temporal en Irlanda.
La propia AEMET recuerda que este tipo de situaciones son “relativamente habituales en otoño”, aunque cada caso tiene particularidades que conviene seguir muy de cerca.
La recomendación de los meteorólogos es clara: seguir las actualizaciones oficiales de la AEMET en los próximos días, ya que la trayectoria e intensidad final de Gabrielle aún pueden variar.