En los últimos meses, Madrid ha sido escenario de una ola de robos inesperados y muy sofisticados. Lo sorprendente no es tanto qué se roba (portátiles, tablets, dispositivos electrónicos), sino cómo lo hacen. Y es que el ingenio de los cacos parece no tener límites porque gracias a unos aparatos llamados escáneres de litio pueden detectar las baterías de estos objetos dentro de los coches aparcados. Este nuevo método delictivo combina tecnología, rapidez y sigilo, dejando a los propietarios de vehículos en una situación de vulnerabilidad creciente.
Cómo funcionan
Los escáneres de litio funcionan mediante la emisión de ondas que atraviesan el cristal o las cerraduras del coche, identificando la presencia de componentes específicos de baterías litio (como las de los portátiles o las tablets). Una vez localizado el dispositivo, los ladrones actúan en segundos, rompiendo la ventana o forzando la puerta, para hacerse con el botín. Lo alarmante es que no es necesario abrir el coche con anterioridad ni tener acceso visual: basta con que el objeto esté dentro, oculto o no a la vista.
¿Lo cubre el seguro?
Diversos robos documentados en barrios como Salamanca, Chamartín o Centro han seguido este modus operandi. Las víctimas, en muchos casos profesionales que dejan sus equipos en el vehículo durante horas, están confiados y ajenos a este tipo de sofisticación. Tampoco se había contemplado esta posibilidad en muchas pólizas de seguro, ya que la técnica es nueva y rompe con los esquemas tradicionales del “cristalazo”.
La policía está investigando para determinar el origen de estos escáneres, así como si se trata de un método aislado o de una red organizada que comercializa estos aparatos. Lo cierto es que se está haciendo más habitual consultarlo como hipótesis en casos de robo de electrónica. Además, algunos conductores denuncian que incluso al aparcar en garajes vigilados no se sienten del todo a salvo, porque los escáneres permiten operar con rapidez, sin necesidad de mucho sigilo físico: basta un coche junto a una ventana trasera medio abierta, o un acceso breve sin testigos.
Recomendaciones para no ser víctima de un robo
No sirve solo con no poner los dispositivos valiosos a la vista. En este caso, sacarlos al salir del coche puede marcar la diferencia. También se aconseja optar por aparcar en zonas bien iluminadas o vigiladas, con cámaras de seguridad. Las compañías de seguros están empezando a ajustar sus términos para incluir robos con este tipo de herramientas, pero muchos propietarios aún desconocen si estarán cubiertos.
La Guardia Civil ha alertado recientemente sobre esta capacidad tecnológica, que convierte un robo que antes requería tiempo y fuerza en un acto rápido y silencioso, dificultando que los propietarios puedan reaccionar a tiempo. En su mensaje a través de TikTok, recomiendan a los conductores extremar precauciones: quitar el bluetooth para que no puedan localizar tu dispositivo, retirarlos del vehículo siempre que sea posible y aparcar en zonas vigiladas o iluminadas.
Además, insisten en la importancia de revisar las pólizas de seguro, ya que muchos robos de este tipo no estaban contemplados en las coberturas tradicionales. Esta advertencia subraya cómo la innovación tecnológica también puede ser aprovechada con fines delictivos, y la necesidad de que los ciudadanos estén alerta.
Este fenómeno plantea preguntas graves sobre hasta qué punto la criminalidad puede adelantarse a la ley. La innovación tecnológica de los delincuentes exige una respuesta institucional ágil: que la policía cuente con equipos de detección adecuados, que la normativa penal contemple estas técnicas, y que la ciudadanía esté alertada. Madrid, una ciudad grande y en constante movimiento, se enfrenta a un nuevo desafío: mantener segura la frontera invisible que separa lo tecnológico de lo peligroso.