No es solo una sensación: muchas veces la velocidad real de Internet no coincide con lo contratado. La buena noticia es que existen herramientas sencillas (y gratuitas) para comprobar si tu compañía cumple lo prometido… y reclamar si no lo hace.
Qué es un test de velocidad y por qué hacerlo
Un test de velocidad mide la rapidez con la que tu dispositivo descarga y sube datos a Internet, además de la latencia (ping), que es el tiempo que tarda la señal en ir desde tu equipo hasta el servidor y volver: cuanto más baja, más fluida será tu conexión, sobre todo en juegos online o videollamadas . Con esta prueba puedes comprobar si la velocidad real se ajusta a lo que aparece en tu contrato.
La propia CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) y el portal oficial Usuarios Teleco recomiendan a los consumidores realizar estas pruebas para poder reclamar si detectan incumplimientos.
Las 3 herramientas más fiables para medir tu Internet
Google Speed Test (M-Lab): Basta con escribir “test de velocidad” en Google y aparecerá la herramienta oficial. Es rápida, sencilla y no recoge datos personales.
Speedtest by Ookla: Es el estándar de la industria: te permite elegir servidor, muestra descarga, subida, ping y hasta la estabilidad de la conexión (jitter).
Fast.com (Netflix): Creado por Netflix, mide la velocidad directamente contra sus servidores. Es ideal para saber si tu compañía limita el streaming de vídeo.
️ Cómo hacer el test correctamente
Para que la medición sea fiable, sigue estos consejos:
- Conecta tu ordenador directamente al router con cable de red (el WiFi puede falsear resultados).
- Cierra todas las aplicaciones y pestañas que usen Internet.
- Haz varias pruebas en diferentes horas del día para comparar.
- Si puedes, repite el test en distintos dispositivos.
¿Por qué es tan importante el cable? La verdad sobre el WiFi
Mucha gente piensa que su WiFi "es" su Internet, pero no es así. La conexión WiFi es como una radio: sufre interferencias de las paredes, los electrodomésticos e incluso las redes de tus vecinos. Medir la velocidad por WiFi es como intentar medir la potencia de un motor escuchándolo desde la calle. El cable de red (Ethernet), en cambio, es una conexión directa y sin pérdidas: te dice la velocidad real que llega a tu casa.
Cómo interpretar los resultados
- Velocidad de descarga (Mbps): qué tan rápido recibes datos (películas, descargas, navegación).
- Velocidad de subida (Mbps): lo que tardas en enviar datos. Es crucial para el teletrabajo, las videollamadas, subir fotos o trabajar en la nube. Si tus compañeros te dicen que “te congelas” en las reuniones, es probable que tu velocidad de subida sea demasiado baja.
- Ping (ms): el tiempo de respuesta. Cuanto más bajo, mejor (clave en juegos online o videollamadas).
Como referencia:
- Navegar y ver vídeos: al menos 25 Mbps.
- Juegos online y streaming en HD: recomendable 50 Mbps o más.
- Subir documentos o hacer videollamadas: mínimo 10 Mbps de subida.
- Ping adecuado: menos de 100 ms.
️ Qué hacer si tu compañía no cumple
- Revisa tu contrato: muchas operadoras indican la velocidad mínima garantizada.
- Guarda capturas de tus tests como prueba.
- Reclama a tu operadora en primer lugar.
Si no recibes respuesta, presenta una reclamación en UsuariosTeleco.
La Ley General de Telecomunicaciones (BOE 2022) obliga a los operadores a garantizar la calidad del servicio que ofrecen.
Un último truco
¿Y si el culpable es tu router? A veces, el problema no es de la compañía, sino del dispositivo que tienes en casa. Si tienes contratada una fibra de alta velocidad (más de 300 Mbps) pero tu router tiene varios años, es posible que no sea capaz de gestionar toda esa velocidad, especialmente por WiFi. Consulta con tu operadora si tu modelo está actualizado o si necesitas uno más moderno (con tecnología WiFi 6) para aprovechar al máximo lo que pagas.