Estamos dando los últimos coletazos del verano, la temporada perfecta para disfrutar de un buen helado, pero lo que quizás no sabías es que tu sabor favorito puede revelar mucho sobre tu personalidad. No es ciencia exacta, por supuesto, pero esta divertida teoría de “psicología del helado” se ha vuelto tendencia en redes sociales, y no es difícil entender por qué: todos tenemos un sabor preferido que nos hace sonreír y nos transporta a buenos recuerdos.
© Adobe StockLos amantes del helado de vainilla suelen ser clásicos y nostálgicos. Prefieren la sencillez y valoran los pequeños placeres de la vida. Les encanta la estabilidad y disfrutan de las tradiciones, aunque también saben apreciar un buen detalle de vez en cuando. Si este es tu sabor, es probable que seas alguien que inspira confianza y transmite calma a quienes te rodean.
En cambio, los que se decantan por el chocolate suelen ser apasionados, intensos y un poco hedonistas. Les gusta disfrutar de cada momento y son capaces de transformar un día gris en una auténtica fiesta. Son creativos, expresivos y no tienen miedo de mostrar sus emociones.
El helado de fresa suele atraer a personas románticas y optimistas. Tienen un lado dulce, soñador y un espíritu joven. Son los que siempre encuentran algo positivo en cualquier situación y contagian su energía a los demás.
Quienes eligen menta con chocolate suelen ser divertidos, un poco excéntricos y con gran sentido del humor. Son personas que disfrutan de lo diferente y que buscan experiencias frescas y estimulantes. Si este es tu favorito, seguro que tienes un lado aventurero y te encanta sorprender a tus amigos.
Los fans del helado de pistacho tienden a ser sofisticados y curiosos. Son de gustos refinados, amantes de la buena mesa y las conversaciones profundas. No les asusta ser diferentes y suelen ir un paso por delante en tendencias.
Y si eres de los que siempre buscan sabores exóticos o artesanales, como maracuyá, té matcha o lavanda, probablemente seas creativo, atrevido y un explorador nato. Te aburres con la rutina y disfrutas probando cosas nuevas, tanto en la comida como en la vida. Sea cual sea tu elección, lo importante es que un helado siempre trae consigo un momento de felicidad.
