Septiembre es el mes de la vuelta a la rutina, de los nuevos propósitos y, para muchas familias, también de ajustarse el cinturón tras el verano. Entre libros, uniformes, matrículas y actividades extraescolares, el presupuesto puede resentirse. Pero existe un método sencillo y muy efectivo, recomendado por la influencer Alicia Iglesias, organizadora profesional, que sirve para reducir el gasto en alimentación sin renunciar a comidas completas y equilibradas: la lista de la compra inversa. Te lo contamos.
La idea es tan simple como brillante. En lugar de empezar por escribir los productos que necesitas, comienzas revisando lo que ya tienes en la despensa, el frigorífico y el congelador.
Ese inventario inicial se convierte en la base de tu menú semanal. Así, en lugar de comprar de más, aprovechas los alimentos que ya has pagado, reduces el desperdicio y solo adquieres lo estrictamente necesario.
Lo mismo con el frigorífico y el congelador
El primer paso es vaciar mentalmente la despensa. Abre armarios y cajones y apunta todo lo que encuentres: pasta, arroz, legumbres, latas de conserva, salsas, especias.
Haz lo mismo con el frigorífico y el congelador, revisando bien las fechas de caducidad para priorizar lo que está más próximo a vencer. A partir de esa lista de existencias, empieza a crear menús. Si tienes garbanzos y verduras, tal vez puedas preparar un potaje. Si en el congelador queda algo de pescado, planea una cena ligera con ensalada.
Una vez diseñadas las comidas de la semana, anota los productos que realmente te faltan para completarlas. Esa será tu lista de la compra definitiva, mucho más corta y ajustada que la habitual.
Este sistema tiene otro beneficio: evita las compras impulsivas. Al ir al supermercado con un plan cerrado, reduces la tentación de llenar el carro con productos que no necesitas.
Ideal para familias con niños
Además, este método fomenta la creatividad. Te obliga a combinar ingredientes que quizás nunca habías pensado utilizar juntos y a rescatar productos olvidados en el fondo del armario.
También es ideal para familias con niños, porque se puede convertir en un juego: hacer juntos el inventario y dejar que los más pequeños propongan recetas es una forma divertida de implicarlos en la cocina.
Practicar la lista de la compra inversa una vez por semana puede generar un ahorro considerable a final de mes.
Y lo mejor es que no requiere grandes sacrificios: solo unos minutos de organización, un poco de planificación y la satisfacción de saber que aprovechas al máximo lo que ya tienes en casa. Una estrategia sencilla, pero que en septiembre puede convertirse en tu mejor aliada para mantener el presupuesto bajo control.