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Paula Calvo, veterinaria: "Mantener un perro en España cuesta como un seguro de coche o un gimnasio"


La alimentación, las visitas al veterinario y los imprevistos convierten a los perros en un gasto fijo mensual que puede superar los 200 euros, según la experta


Perro visitando un veterinario © Getty Images
10 de septiembre de 2025 - 14:55 CEST

Adoptar un perro es una decisión emocionante, pero también conlleva una responsabilidad económica que muchos dueños no calculan al principio. Más allá de la ilusión inicial, hay que pensar en el presupuesto mensual y anual que supone cubrir su alimentación, las visitas veterinarias, la higiene o los imprevistos. 

Según Paula Calvo, veterinaria al frente de la clínica NaturVet (@natur.vet) y colaboradora de Food for Joe, el coste de cuidar de un perro en España puede llegar a equipararse con lo que se paga por un seguro de coche o incluso con la cuota de un gimnasio. Una cifra que, dependiendo del tamaño del animal y de los cuidados que reciba, puede variar enormemente de un caso a otro.

Perro acurrucado en los brazos de su dueño © Getty Images

Un gasto que crece con el tamaño del perro

La diferencia entre un perro pequeño y uno grande se nota, y mucho, en el bolsillo. Como explica la veterinaria, “el gasto que supone tener un perro es muy variable y depende de muchos factores, principalmente el tamaño”. Mantener a un perro pequeño y sano puede costar entre 60 y 120 euros mensuales, mientras que en un perro grande la cifra “puede partir de unos 100 euros con lo mínimo y llegar fácilmente al doble o más si se opta por buena alimentación, peluquería o guardería”. Esta horquilla muestra que no existe una cifra cerrada: hay dueños que se ajustan a lo básico y otros que prefieren invertir en servicios premium para sus mascotas. En cualquier caso, Calvo subraya que “invertir en una alimentación de calidad se traduce en mejor salud y menos visitas al veterinario a largo plazo”, un detalle que puede marcar la diferencia en el presupuesto final.

Alimentación y veterinario: las partidas que más pesan

De todas las partidas, la alimentación suele ser la más costosa cuando el perro goza de buena salud. Sin embargo, el presupuesto cambia radicalmente si aparecen problemas médicos.

“Si un perro no goza de buen estado de salud, el gasto en veterinario se convierte en una de las partidas más elevadas de su mantenimiento”, apunta la experta.

 A esto hay que sumar que una consulta rutinaria puede costar entre 35 y 80 euros, mientras que una visita de urgencias se mueve en la franja de 70 a 150 euros, “solo por la consulta, sin incluir pruebas ni tratamientos”. Estos importes se disparan en el caso de cirugías, hospitalizaciones o tratamientos prolongados, lo que convierte a la salud en un factor decisivo para el bolsillo de cualquier tutor.

Pequeños vs. grandes: diferencias que se acumulan

Más allá de la alimentación y la salud, el tamaño también influye en otros gastos cotidianos. Calvo recuerda que “el gasto de un perro grande puede ser el doble o más que el de un perro pequeño, sobre todo por la alimentación y los tratamientos, que se ajustan en función del peso”. A ello se suman accesorios como camas, collares o arneses, que en el caso de razas grandes tienen que ser más resistentes y, por tanto, más caros. Así, el simple hecho de que un perro pese más de 30 kilos puede duplicar o triplicar lo que se destina cada año a su cuidado.

Perro pidiendo comida © Getty Images

Los imprevistos que descuadran el presupuesto

Además del gasto fijo mensual, están los sobresaltos, que suelen llegar de la mano de la salud. “Los gastos imprevistos más frecuentes tienen que ver con el veterinario y pueden ir desde una consulta hasta pruebas diagnósticas avanzadas o cirugías complejas”, advierte Calvo. En estos casos, una sola intervención puede suponer lo que normalmente se gasta en varios meses de alimentación o revisiones rutinarias, por lo que conviene estar preparado para esa variabilidad.

¿Compensa contratar un seguro veterinario?

Ante esa incertidumbre, muchos dueños se plantean contratar un seguro para su perro. Para Calvo, es una decisión recomendable: “Creo que contratar un seguro veterinario de reembolso puede aportar mucha tranquilidad”. Estas pólizas pueden cubrir desde accidentes hasta hospitalización, cirugías o medicina preventiva. El coste oscila entre 15 y más de 50 euros mensuales, y lo ideal, según la experta, es elegir seguros que no obliguen a acudir a una clínica concreta. De esta forma, el tutor mantiene la libertad de elegir al profesional y evita que el aspecto económico se convierta en una preocupación añadida en momentos difíciles.

¿Con qué gasto se puede comparar?

En definitiva, mantener a un perro sano en España es un compromiso económico que no debería tomarse a la ligera. Y para entenderlo mejor, nada como compararlo con otros recibos mensuales habituales. 

“Si lo comparamos con otro gasto mensual, es similar a lo que se puede abonar por un gimnasio o una parte de la mensualidad del seguro de coche”, resume Calvo.

En otras palabras, convivir con un perro es tan enriquecedor como costoso, y exige a sus dueños la misma planificación financiera que cualquier otra necesidad básica del hogar.

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