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"Mamá, no subamos": la frase de una niña que salvó a su madre de la tragedia del funicular de Lisboa


Mabel Mateo, una turista española, ha relatado en primera persona cómo la insistencia de su hija para esperar al siguiente vagón, que iba menos lleno, las libró de una muerte casi segura en el fatal accidente


Accidente del funicular de Lisboa © Getty Images
6 de septiembre de 2025 - 15:05 CEST

"Mamá, no quiero ir de pie, vamos a esperar al siguiente". Con esta simple frase, una niña española cambió el destino de su familia. Su madre, Mabel Mateo, ha relatado a varios medios españoles como COPE o Antena 3 cómo esta decisión, aparentemente insignificante, las libró de estar a bordo del Elevador da Glória de Lisboa en la tarde del miércoles, cuando un fallo catastrófico lo convirtió en un amasijo de hierros, dejando un rastro de 17 muertos y 23 heridos. La suya es la historia de un milagro en mitad del horror.

La postal más reconocible de la capital lusa quedó marcada por la tragedia tras el descarrilamiento del Elevador da Glória© Getty Images
La postal más reconocible de la capital lusa quedó marcada por la tragedia tras el descarrilamiento del Elevador da Glória

Lisboa, rota por el dolor

La tragedia sacudió a la capital portuguesa poco después de las seis de la tarde. El histórico funicular amarillo, un icono de la ciudad desde 1885, se precipitó sin control por la empinada Calçada da Glória tras la rotura de un cable. "Chocó con una fuerza brutal y se deshizo como una caja de cartón", relató un testigo. En cuestión de segundos, la postal más querida de Lisboa se convirtió en el escenario de una de sus peores tragedias.

Mabel, testigo del accidente del funicular en Lisboa © Antena 3
Mabel, testigo del accidente del funicular en Lisboa

Mientras la ciudad llora a sus víctimas y las autoridades investigan las posibles negligencias en el mantenimiento, han empezado a surgir historias que iluminan la oscuridad. La de Mabel es una de ellas. Estaba en la parada con su hija, a punto de subir. "Había mucha gente, como unas 20 personas sentadas y unas 15 de pie. No subimos por eso, porque había mucha gente", explicó. Decidieron esperar al siguiente, un gesto que les salvó la vida.

El horror visto a pocos metros

Lo que vivieron a continuación fue una escena de pánico y caos. Mientras esperaban, vieron cómo el tranvía de abajo se movía extrañamente y el conductor les gritaba "¡corred!". Como ha descrito Mabel, en ese instante todo se precipitó: "Escuchamos un ruido muy grande y miramos para arriba y vimos al tranvía que descarriló que venía a una velocidad impresionante".

Ramos de flores y mensajes de recuerdo cubren la Calçada da Glória, convertida en improvisado altar en memoria de las víctimas del trágico accidente© Getty Images
Ramos de flores y mensajes de recuerdo cubren la Calçada da Glória, convertida en improvisado altar en memoria de las víctimas del trágico accidente

La imagen que presenciaron fue aterradora. El vagón dio "dos o tres vueltas de campana" hasta estrellarse contra un edificio, lo que, según Mabel, evitó una masacre aún mayor al no chocar contra el otro tranvía. Lo que quedó fue "un amasijo de hierros" entre "polvo y humo", y un sonido que su hija, según confiesa, no podrá olvidar: "los gritos de las criaturas".

El niño, el otro milagro de Lisboa

La historia de Mabel y su hija es un milagro de supervivencia, pero no es el único hilo de esperanza que ha surgido de la desolación. Entre los hierros del funicular, los equipos de rescate encontraron a un niño alemán de apenas tres años con heridas leves. Había perdido a su padre en el accidente y su madre estaba herida de gravedad. La imagen del pequeño, a salvo y aferrado al policía que lo rescató, ya se ha convertido en el símbolo de la esperanza en una ciudad de luto.

Accidente del funicular de Gloria en Lisboa© Getty Images
Los equipos de emergencia trabajan entre los restos del Elevador da Glória, convertido en símbolo de una de las jornadas más trágicas de la historia reciente de Lisboa

Dos historias, la de Mabel y la del pequeño, que demuestran cómo, en medio de la peor de las tragedias, a veces el destino se decide en un instante, con la frase de una niña que no quería ir de pie o el abrazo protector de un desconocido.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.