Estás en la oficina y, entre tarea y tarea, chateas por Teams o tienes WhatsApp Web abierto en el ordenador de la empresa. De repente, surge la duda: si tu jefe sospecha que no estás trabajando, ¿podría legalmente encender tu ordenador y revisar esas conversaciones?
Para aclarar esta cuestión tan común y delicada, hemos consultado al abogado experto en derecho laboral Miguel Benito Barrionuevo, socio de Amagna Legal y conocido en redes como @Empleado_Informado.
La regla de oro: "Sí, pero con condiciones"
Según explica el abogado, un jefe sí puede revisar lo que haces en tu ordenador de trabajo, pero no de cualquier manera. Es indispensable que la empresa te haya avisado previamente de que los dispositivos profesionales son solo para fines laborales y que la compañía va a controlar que esto se cumpla.
El experto deja claro que este acceso no puede ser continuo ni injustificado, pero sí podría realizarse ante una sospecha fundada de que un trabajador no está cumpliendo con sus obligaciones.
El aviso previo: no todo vale
Uno de los puntos que más confusión genera es la validez de ese "aviso previo". ¿Es suficiente la cláusula que firmamos en el contrato hace años? El socio de Amagna Legal es tajante al respecto: "No, no basta con una cláusula genérica en el contrato".
La ley, y así lo han ratificado los tribunales, exige que la empresa establezca criterios claros y específicos sobre el uso de los dispositivos, comunicados expresamente a los trabajadores, normalmente a través de una política interna.
El contenido de tus mensajes no puede ser leído por tu jefe
Aquí llega la clave de todo el asunto. El letrado subraya que existe una barrera infranqueable, ya que el contenido de las comunicaciones privadas está protegido por la Constitución. Como él mismo afirma:
"La línea roja es el contenido de las comunicaciones privadas [...] el contenido de los mensajes es siempre intocable".
Esto significa que la empresa nunca puede leer tus mensajes personales, aunque estén en el ordenador de trabajo. Lo que sí podría hacer, advierte Barrionuevo, es verificar de forma objetiva que se ha usado una aplicación no laboral, pero sin acceder jamás al contenido.
El error que tumba un despido (y cómo actuar)
El error más común que cometen las empresas y que provocaría que un juez anulara un despido de inmediato, según Barrionuevo, es vigilar sin cumplir el principio de proporcionalidad: es decir, revisar de forma masiva los correos o chats sin un aviso claro y sin una sospecha concreta que lo justifique.
Si un trabajador descubre que han vulnerado su privacidad, el experto aconseja reunir pruebas (capturas, testigos) y acudir a un abogado laboralista. Una de las vías legales es interponer una demanda que, en algunos casos, podría llevar al llamado “autodespido” con máxima indemnización y derecho a paro.
El consejo práctico para evitar conflictos
Más allá de lo legal, el consejo final de Miguel Benito Barrionuevo es aplicar el sentido común. Su recomendación es clara: "El mejor consejo es separar la vida personal de la profesional".
Utilizar los dispositivos de la empresa exclusivamente para fines laborales es la forma más sencilla de proteger la intimidad y evitar problemas.