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Las sorprendentes declaraciones de dos abogados sobre el cese del CEO de Nestlé: "En España es muy difícil un despido así"


Tras el despido fulminante de Laurent Freixe, consejero delegado de Nestlé, por mantener un romance con una subordinada, dos expertos en derecho laboral explican por qué una relación en la oficina difícilmente justificaría un despido en España


 Laurent Freixe, exconsejero delegado de Nestlé © Getty Images
2 de septiembre de 2025 - 14:20 CEST

El despido fulminante del CEO de Nestlé, Laurent Freixe, por un romance no declarado con una subordinada ha abierto un debate en todas las oficinas de España. El caso, que sigue la estela del escándalo de la 'kiss cam' de Coldplay, plantea una duda inevitable: ¿podría una empresa española tomar una decisión tan drástica? Para resolverlo, hemos consultado a dos expertos en derecho laboral: Cándida Morán (Morán Ortiz Abogados) y Fernando Vizcaíno de Sas, uno de los principales procesalistas en esta materia en España. 

Una mujer de negocios aparta la mano de un compañero de trabajo de su pierna en la oficina.© Getty Images

"Nadie puede ser despedido solo por tener una relación"

Lo primero es aclarar la base legal. La abogada Cándida Morán (Morán Ortiz Abogados) es tajante: 

“No. Un despido con ese único motivo sería improcedente o incluso nulo, ya que el derecho a la intimidad del trabajador protege su vida privada”.

 Insiste en que lo que un empleado haga en su esfera personal no es, en principio, asunto del empleador.

El abogado y procesalista Fernando Vizcaíno de Sas coincide, aunque introduce el primer matiz clave:

“En principio, si es una relación consentida y que se reduce al ámbito personal de los trabajadores no debería ser causa de despido”.

El problema, como en el caso Nestlé, surge cuando los códigos internos de la empresa entran en juego.

El matiz: cuando la jerarquía y el "código de conducta" lo cambian todo

Ambos expertos subrayan que la situación cambia radicalmente si hay una relación jerárquica. Para Cándida Morán, “no es lo mismo una relación entre compañeros del mismo nivel que una entre jefe y subordinado. En este último caso pueden surgir sospechas de favoritismo o conflicto de intereses”.

Es aquí donde el código de conducta se vuelve crucial. ¿Puede una empresa obligarte a informar de tu vida privada? Según Morán, la Constitución (art. 18 CE) protege la intimidad, pero hay excepciones: 

“Sí puede exigirse transparencia en casos muy concretos, cuando la relación pueda generar conflictos de interés, suponer dependencia jerárquica directa o afectar a la imparcialidad en decisiones sensibles (RRHH, compliance, auditoría interna)”.

Entonces, ¿qué poder real tiene un código de conducta? Fernando Vizcaíno de Sas aclara que “los protocolos no son leyes”, pero su incumplimiento puede tener consecuencias. En el caso Nestlé, al ocultar la relación, el directivo violó una norma interna, y eso, según Vizcaíno, podría conectarse con una causa legal de despido en España, como la “falta de la diligencia y buena fe debida en la relación laboral” (artículo 54.2 d del Estatuto de los trabajadores).

"En España, un despido así es muy difícil de justificar"

Pese a todo, la conclusión de los letrados es unánime: conseguir que un despido así sea declarado "procedente" (sin indemnización) en un tribunal español es extremadamente complicado.

“Es difícil demostrar y es complicado que, en España, por hechos similares se llegara a un despido procedente. No se conocen antecedentes”, sentencia Vizcaíno de Sas.

Cándida Morán detalla el porqué: “No es suficiente que no fuera declarada la relación, además es necesario un plus. El empresario debe probar consecuencias concretas, como un conflicto de intereses real, trato de favor comprobado, perjuicio a la empresa o uso indebido del tiempo de trabajo. La simple existencia de la relación o el hecho de no comunicarla no bastan”.

Dos empleados abrazándose en oficina © Getty Images

El chivatazo anónimo

La investigación a Freixe comenzó por un chivatazo. ¿Son legales estos canales? Vizcaíno de Sas confirma que en España cuentan con un sólido marco legal (Ley 2/2023) que les “dota de todas las garantías posibles”. Pero Cándida Morán advierte: “Un canal de denuncias válido no puede convertirse en una ‘caza de brujas’. Tiene que garantizar la confidencialidad, la protección frente a represalias y, sobre todo, el derecho del denunciado a un procedimiento justo”. Si no se cumplen estas garantías, el despido podría anularse.

El consejo final de los expertos: ¿Comunicar o no comunicar?

Ante este complejo panorama, ¿qué debe hacer un empleado?

Fernando Vizcaíno de Sas ofrece una visión pragmática: “En ninguna empresa las relaciones entre empleados suelen ser consideradas algo positivo. Si queremos ser cínicos podríamos decir que eso es la vida privada de cada uno, pero en la práctica no es así. Por ello, lo mejor es la transparencia, la comunicación y la claridad”.

Cándida Morán da una pauta muy clara:

  • Si la relación es entre iguales: “No tienes obligación de contarlo”.
  • Si es con tu jefe o con alguien a tu cargo: “Mejor informar, para evitar problemas”.

Su resumen final es la conclusión perfecta: “El amor en el trabajo no está prohibido por la ley, aunque a veces conviene gestionarlo con transparencia”.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.